Una tierra para sembrar sueños, escrito por Jan de Vos, examina la historia de la selva Lacandona en los últimos 50 años, periodo en el que, afirma el autor en el prólogo, esta región tuvo cambios mayores que los experimentados en todo su pasado anterior, y que la condujeron a ocupar un sitio excepcional en la comprensión de México. "En ninguna otra parte del país hubo cambios tan profundos y tan drásticos en por lo menos seis ámbitos de la vida humana: la migración campesina, la degradación ambiental, la movilización popular, la radicalización religiosa, la efervescencia política y la insurgencia armada".

Antes marginada y poco atendida, la selva Lacandona adquirió de pronto una relevancia que por mucho ha rebasado las fronteras mexicanas.

El volumen es el último título de una trilogía que cubrió, en conjunto, cuatro siglos y medio de historia en esa zona.

El primer trabajo fue La paz de Dios y del rey. La conquista de la selva Lacandona por los españoles (1525-1821). En la secuencia siguió el tomo: Oro Verde. La conquista de la selva Lacandona por los madereros tabasqueños (1822-1949).

Los acontecimientos del último medio siglo obligaron a Jan de Vos a escribir este tercer volumen con una consideración primordial: en el periodo referido fueron muchos los sueños sembrados en tierras lacandonas, "pero pocos los que llegaron a madurar y aún menos los que lograron ser cosechados". Hubo, sin embargo, excepciones, en su mayoría al margen de las decisiones oficiales, que transformaron de manera "decisiva" el lugar, tanto en términos naturales como sociales. Siete de los que prosperaron son los "sueños" que De Vos revisa en su libro y pertenecen, respectivamente, a una compañía maderera, un gobierno populista, una diócesis misionera, varias organización campesinas, medio millar de colonias pioneras, medio centenar de campamentos refugiados y un pequeño pero aguerrido ejército de insurgentes indígenas.

El acercamiento a estos colectivos lo efectúa el historiador mediante ocho individuos involucrados directamente en algunos de los proyectos mencionados. Son los que dan nombre y apellido a los capítulos del libro: Pedro Vega, Trudi Duby, Carlos Hernández, Jaime Bulnes, Domingo Gómez, Porfirio Encino, Roselia García y El Joven Antonio.