La sexualidad no se elige, se trae en la sangre, afirman en encuentro en la ALDF
Padres de gays y lesbianas piden aceptarlos como son
Señalan que sería un gran paso aprobar el proyecto de ley de sociedades de convivencia
LAURA GOMEZ FLORES
Con un llamado a derribar el muro del miedo, la cultura machista y la discriminación de que son objeto en la ciudad de México, padres de familia de varios jóvenes lesbianas y gays convocaron a la sociedad a aceptarlos como son, porque el "tener una orientación sexual diferente no es una elección, un delito y menos una enfermedad, sino una forma distinta de vivir el amor entre personas del mismo sexo".
Pese a que el Código Penal local establece que ninguna persona puede ser objeto de discriminación por su orientación sexual, y la Constitución reconoce sus diversas preferencias de vivir, en la realidad no se cumplen, porque la gente "los tacha de pecadores y los obliga a permanecer en el clóset, en la soledad y la desesperanza, conduciéndolos, en algunos casos, al suicidio".
La aceptación de esta orientación sexual, reconocen padres de familia de gays y lesbianas, "es difícil cuando la sociedad desinforma y produce una cultura homofóbica que rechaza que la homosexualidad ni se elige ni se aprende, se trae en la sangre".
Además, el miedo al rechazo es producto de una sociedad cuyas leyes no favorecen el respeto a la diferencia, pues prevalecen el silencio y los mitos contra todo lo que sea distinto a su modo de pensar, expresaron los participantes en el primer Encuentro Internacional de Padres, Parientes y Amigos de Gays y Lesbianas, realizado en esta ciudad, al señalar que una de cada 10 personas en el mundo tiene una orientación sexual diferente.
Por ello, la intención de las organizaciones denominadas Familiares y Amigos de Lesbianas y Gays, Letra S y un grupo de autoayuda en Xochimilco de documentar los casos, dar testimonio de sus situaciones en lo particular y luchar por los derechos de este sector de la población, que la mayoría de las veces es presionado tanto por sus familias como por la sociedad para que "vuelvan al buen camino, lo cual no es posible, pues la diversidad sexual es un sentimiento no una acción".
En el salón Benito Juárez de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, Rebeca Lugo narró lo difícil que resultó para su hijo de 14 años aceptar su homosexualismo, cuando desde pequeño se dio cuenta de que a "esa gente" se le rechazaba. Tras varias terapias con sicólogos me confesó que era gay y necesitaba mi apoyo y amor. Me costó trabajo aceptarlo, pero finalmente me di cuenta de que es mi hijo y me necesita.
María Martínez, Rosa Feijoo, Irma Vargas, Daniel Godínez y Leonor Holmstrom expresaron sus experiencias e hicieron énfasis en que "no se trata de bichos raros o violadores de niños, como algunas veces se dijo, sino de nuestra sangre, de alguien que requiere comprensión y, sobre todo, mucho amor, y si no somos capaces de dárselos en vida, habremos fracasado".
La aprobación del proyecto de ley de sociedades de convivencia, en el próximo periodo ordinario de sesiones, sería un paso importante, pues existe un vacío jurídico para proteger a 50 por ciento de las familias compuestas tanto por personas del mismo sexo como por aquellas que tienen relaciones afectivas sin parentesco ni relación sexual, en los casos de herencia, derecho a seguridad social y pensión alimentaria, dijeron.