Es un asalto a la riqueza de AL, dice Andrés
Barreda, en foro de La Jornada y Casa Lamm
Busca el ALCA apalancar control hegemónico
de EU
El acuerdo, en el contexto de la economía permanente
de guerra del país vecino: John Saxe
ISRAEL RODRIGUEZ J.
El Acuerdo de Libre Comercio para las Américas
(ALCA) es un instrumento que busca apalancar el control hegemónico
de Estados Unidos y apropiarse de las fuentes excedentes de las actividades
primarias de América Latina. Por medio de este acuerdo se pretende
institucionalizar los instrumentos de control de corte policiaco y militar
en la región. Además, busca acentuar el saqueo de los recursos
naturales del continente, regulando de manera racista los flujos de migración.
Estos
son algunos de los conceptos vertidos por los analistas John Saxe-Fernández,
Andrés Barreda y Héctor de la Cueva, al participar en el
foro "México después del 2 de julio y el mundo actual", con
el tema "El Acuerdo de Libre Comercio para las Américas: sus implicaciones",
organizado por la Casa Lamm y La Jornada.
Saxe-Fernández afirmó que el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) son instrumentos de Estado
y de clase. Explicó que el Tratado de Libre Comercio (TLC) es considerado
la base del ALCA y éste a su vez toma las concesiones y las potencializa
más a favor de las corporaciones multinacionales que responden a
los intereses del capital.
Mencionó que hay una relación de simbiosis
entre los Estados-nación y las corporaciones. Los Estados capitalistas,
en este caso el estadunidense, promueven los intereses de sus corporaciones
y representa la esencia de la experiencia del imperialismo. "Los Estados
capitalistas centrales como Estados Unidos promueven por medio del ALCA
los intereses de sus corporaciones eliminando cualquier barrera o regulación".
El ALCA no se da en el vacío, sino en el contexto de una economía
permanente de guerra, que es la economía de Estados Unidos.
John Saxe-Fernández consideró que el Tratado
de Libre Comercio (TLC) y el Plan Puebla-Panamá (PPP) no son estrictamente
proyectos empresariales, también tienen el apoyo y la proyección
geopolítica del Estado y los instrumentos de esa proyección.
Cuentan con el apoyo del BM y el FMI y una cantidad muy grande de organismos,
como las instituciones para fomentar la inversión extranjera y otros
como el Departamento de Defensa de Estados Unidos, el Servicio de Inteligencia
que tiene operaciones en sus embajadas y algunas clandestinas en países
latinoamericanos, como fue el intento de derrocamiento del presidente de
Venezuela Hugo Chávez.
El académico aseguró que el ALCA impide
el bienestar de la población de los países latinoamericanos
pues es un importante ariete para erradicar la regulación estatal
y el desarrollo nacional. El pedigrí del ALCA se remite a la crisis
petrolera de 1979, cuando los países árabes productores de
crudo decidieron aplicar un embargo, y desde entonces Estados Unidos empezó
a ver a México con otros ojos. De ahí nace la propuesta de
crear un mercado continental con Canadá, Estados Unidos y México
para integrar los recursos energéticos en beneficio principalmente
de Estados Unidos.
En su oportunidad, Andrés Barreda indicó
que la propuesta del ALCA es extender el libre flujo de capitales, pero
impidiendo el libre mercado laboral. Además representa el saqueo
de los recursos naturales de América Latina. Aseveró que
el área de libre comercio representa un asalto a la economía
de Latinoamérica.
El ALCA, agregó, no sólo se propone destruir
la incipiente cadena industrial y productiva de los países de la
región, sino que además de pretender privatizar los viejos
recursos naturales como el petróleo, también espera apropiarse
de los minerales que son indispensables para las nuevas tecnologías.
También tiene el objetivo de la privatización del agua y
de la biodiversidad. El acuerdo busca apalancar el control hegemónico
de Estados Unidos en las fuerzas productivas del planeta. Asimismo, busca
lograr el control completo de las políticas públicas de los
estados de América Latina. Se propone, dijo, erradicar la autonomía
industrial y mantener el control de la inversión científica
de la región.
Andrés Barreda afirmó que al ALCA le urge
sellar los puntos de fuga de la hegemonía de Estados Unidos, y en
el caso de México, está casi resuelto por la incondicionalidad
de las últimas administraciones gubernamentales. "Al ALCA le urge
regular de manera racista los flujos de migración", advirtió.
Por su parte, Héctor de la Cueva aseguró
que los 11 equipos que están negociando el ALCA, que deberá
entrar en vigencia en 2005, lo están haciendo a espaldas de la población.
Este acuerdo, añadió, es un sinónimo de exclusión
social y repite un modelo perverso de reproducción de la desigualdad.
"Trato igual entre desiguales, sólo reproduce mayor desigualdad".
De la Cueva aseguró que el PPP es parte de ese
rompecabezas que está armando Estados Unidos con la subordinación
de México. Sin embargo, resaltó la labor opositora al ALCA
que están realizando movimientos como la Alianza Social Continental,
que pretende derrocar este acuerdo y para ello el 12 de octubre iniciará
una gran consulta popular en México y en el hemisferio cuyos resultados
serán dados a conocer el 21 de marzo de 2003.