El monto, sólo para cubrir los intereses
generados por pagarés Fobaproa
Destinan al rescate bancario 338 mil 82.6 mdp de contribuyentes
en seis años
Representa 8.3 veces el presupuesto anual para programas
sociales El privilegio fiscal de esas instituciones, controladas en más
de 80% por extranjeros, como el de ningún otro grupo empresarial
ANTONIO CASTELLANOS Y ROBERTO GONZALEZ AMADOR
Con recursos de los contribuyentes, el gobierno federal
entregó a los banqueros en los seis años recientes 338 mil
82.6 millones de pesos para cubrir exclusivamente los intereses que generan
los pagarés emitidos por el Fondo Bancario de Protección
al Ahorro (Fobaproa), cuyo monto es de 195 mil 226.3 millones de pesos,
como parte del rescate financiero emprendido en 1995 para evitar la quiebra
del sistema. Aparte, tienen el privilegio de no haber pagado impuestos
a Hacienda por 45 mil 624.7 millones de pesos.
El monto de recursos tomados de los contribuyentes multiplica
por 8.3 veces el presupuesto destinado en un año por el actual gobierno
federal para financiar sus programas de desarrollo social y humano, de
40 mil 373 millones de pesos; además, es 32.4 veces superior al
último recorte de Hacienda al gasto público, que implicó
una reducción del presupuesto de 10 mil 100 millones de pesos.
Además de los pagarés, los bancos -más
de 80% controlados por extranjeros- gozan de una situación de privilegio
fiscal que no tiene ningún otro grupo de empresas o actividad en
el país. Hasta diciembre de 2001, mantenía como parte de
sus activos un monto de impuestos diferidos -no pagados al fisco- por 45
mil 624.7 millones de pesos, equivalente a 52.3 por ciento del capital
social de todas las instituciones financieras que operan aquí, cuyo
monto, a esa fecha, fue de 87 mil 223.6 millones, de acuerdo con la Comisión
Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
En el caso de BBVA-Bancomer, los impuestos diferidos alcanzaron,
en diciembre de 2001 22 mil 108.5 millones de pesos, cantidad similar al
capital básico de esa institución que, a la misma fecha,
fue de 25 mil 380.9 millones de pesos. En Banamex, los impuestos no pagados
a Hacienda son de 15 mil 164.7 millones de pesos, en una institución
que tiene un capital básico de 25 mil 412.4 millones de pesos. En
Serfin, con capital básico de 8 mil 498.6 millones de pesos, los
impuestos diferidos alcanzan mil 599.2 millones de pesos, indica la CNBV.
A pesar de que fueron apoyados con recursos públicos
y se les ofreció un crédito fiscal por 10 años, que
les permite operar sin pagar impuestos al fisco desde el inicio de la crisis,
los banqueros se niegan a ser auditados por el Instituto para la Protección
al Ahorro Bancario (IPAB), como lo ordena el artículo quinto transitorio
de la ley que lo creó, luego de que el organismo considera que puede
haber más créditos irregulares que fueron traspasados por
las instituciones de crédito a los programas de saneamiento y rescate
financieros.
El IPAB pretende auditar a la banca comercial en busca
de nuevas operaciones irregulares, que se calcula son superiores a 12 mil
millones de pesos. Antes de que concluya este mes, tendrán que iniciarse
los arqueos o, de lo contrario, el organismo no canjeará los pagarés
emitidos por el Fobaproa y de manera directa el gobierno federal tendría
que solicitar al Congreso recursos para pagar 195 mil millones de pesos
que amparan estos títulos, emitidos para el rescate bancario.
Otra opción es que el gobierno negocie con los
banqueros y amplíe el plazo de vencimiento de los pagarés,
que en su mayoría se cumple en 2005. Por lo pronto, los banqueros,
encabezados por Othón Ruiz Montemayor, afirmaron que no aceptarán
la nueva auditoría que ordenó el Congreso. Según fuentes
del IPAB, la razón verdadera es que no quieren enfrentar la responsabilidad
de los nuevos créditos irregulares, que se sumarían a los
22 mil millones de pesos ubicados en el informe del especialista canadiense
Michael Mackey, que no reunió los requisitos técnicos para
ser considerada como auditoría.
Los intereses que el gobierno ha pagado a los bancos con
dinero de los contribuyentes surgen de dos vías principales, de
acuerdo con indicadores de Hacienda: el costo financiero del IPAB, entre
diciembre de 1995 y el mismo mes de 2001, fue de 127 mil 968.3 millones
de pesos. Adicionalmente, el costo de los programas de saneamiento financiero,
según la misma fuente, sumó 210 mil 114.2 millones de pesos,
en igual periodo.
Los pagarés Fobaproa fueron emitidos por el anterior
gobierno, sin autorización de la Cámara de Diputados. Los
bancos transfirieron al Fobaproa cartera de crédito, y para mantener
el balance contable de las instituciones, el gobierno les entregó
pagarés, que deberán cubrirse en 2005, mismos que generan
una tasa de interés equivalente a la de Cetes a 28 días.
IMPUESTOS NO PAGADOS AL FISCO
Cifras en millones de pesos a diciembre de 2001. En el
cuadro no se muestran los impuestos diferidos de Banco Mercantil del Norte,
Scotiabank Inverlat, Interacciones, Ixe, Del Bajío, Afirme, Dresdner
Bank, G.E. Capital, Bansi y American Express y Bank One, debido a que las
cuatro instituciones citadas concentran la parte más significativa
de esos beneficios fiscales. Fuente: CNBV
Equivale a 5 veces los fondos contra la pobreza
Los 338 mil 82.6 millones de pesos de recursos de los
contribuyentes que han sido destinados en los pasados seis años
para financiar el rescate bancario, equivalen a cinco veces los fondos
que el Estado canaliza a todos los programas públicos para superar
la pobreza extrema en el país, que en 2002 recibirán 67 mil
251 millones de pesos.
Asimismo, la cantidad supera con creces la inversión
que se requiere para garantizar el abasto de energía eléctrica,
que es de 237 mil 500 millones de pesos para los próximos cinco
años. La falta de recursos ha sido el argumento principal del gobierno
para proponer la apertura de ese sector a la iniciativa privada.
En el primer trimestre de este año, el IMSS, principal
prestador de servicios de salud en el país, sufrió un recorte
en su presupuesto de 2 mil 563 millones de pesos, una cantidad que equivale
a 0.75 por ciento de los recursos canalizados a los banqueros