Voceros de la CNTE anunciaron "gran insurrección"
contra el aumento salarial
Transformación y rediseño de la política
educativa, ejes de las demandas de profesores
Solicitaron auditar los manejos de los recursos sindicales
realizados por Elba Esther Gordillo
KARINA AVILES, FABIOLA MARTINEZ Y CAROLINA GOMEZ
Miles de maestros, provenientes de 17 entidades del país,
ocuparon la plancha del Zócalo capitalino en repudio a los programas
"privatizadores de corte neoliberal" del sector educativo, la "desaparición"
del sistema de pensiones y rechazaron el incremento salarial de 5.75 por
ciento aceptado por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE).
Por primera vez desde 1989, los profesores disidentes
del sindicato magisterial ?agrupados en la Coordinadora Nacional de Trabajadores
de la Educación (CNTE)? no colocaron como principal eje de lucha
el aumento a sus percepciones sino la transformación y el "rediseño"
de una política educativa y laboral que destine mayores recursos
a ese sector.
Eugenio Rodríguez, integrante de la comisión
de prensa de la CNTE, informó a los medios, durante la conferencia
de prensa ofrecida en el Zócalo, que por la tarde, a las 17 horas,
la CNTE realizaría la asamblea nacional para definir las medidas
que tomará a fin de hacer efectivas sus demandas y adelantó
que una de las posibilidades podría ser la realización de
paros magisteriales escalonados.
La Jornada acudió a esa reunión,
sin embargo, se le negó el ingreso, bajo el argumento de que "la
prensa no está invitada", advertencia que no se expresó horas
antes cuando Rodríguez hizo el anuncio. En tono poco cordial, una
de las personas que custodiaba la entrada del inmueble, invitó a
La Jornada a "salir" del lugar, porque "éste (oficinas de
la sección 9) no es un edificio público", y cuando se les
pidieron los números de los celulares de quienes los "autorizados
para hablar en nombre de la CNTE", lo único que se obtuvo por respuesta
fue "yo no le pido a usted su número celular".
En el contexto de la lucha en defensa de la educación
pública, los líderes de las secciones democráticas
fijaron la postura de la CNTE: el acuerdo salarial entre la Secretaría
de Educación Pública y el SNTE representa una "burla a los
trabajadores"; es un aumento insuficiente, ridículo e inaceptable,
y por ello lo rechazamos.
Advirtieron que la CNTE se prepara para una "gran insurrección"
magisterial que incluye paros escalonados, movilizaciones en todo el país
"de al menos 300 mil" mentores y la posibilidad de encabezar una "huelga
nacional", señalaron Eugenio Rodríguez, Víctor Echeverría,
Francisco Landeros y Fredy Rosado, voceros en turno de la CNTE.
La bandera que dio origen en 1979 a laCNTE fue retomada
una vez más, sólo que ahora el repudio se dirigió
hacia una sola persona: Elba Esther Gordillo Morales, ex dirigente magisterial,
a quien de menos llamaron "dictadora", dueña de los "tentáculos
corporativistas" y "mal" que impide el desarrollo del sistema educativo
y sindical. "¡Exigimos una auditoría de las grandes cantidades
de dinero que Elba Esther ha manejado del patrimonio sindical y reclamamos
que saque las manos del SNTE!", expresó Echeverría, de la
sección 14 de Guerrero.
Las demandas de este año se sintetizaron en cuatro
puntos: rechazo a la reforma de la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales para los Trabajadores del Estado que busca la privatización
del sistema de pensiones, mayores recursos para las escuelas que se ubican
en zonas marginadas, democratización del sindicato, un programa
para recuperar el poder adquisitivo del salario magisterial. Además,
repudiaron los recortes al gasto educativo.
La "caravana motorizada" que inició el 8 de mayo
finalmente entró al mediodía de ayer a la Plaza de la Constitución
dividida en cuatro contingentes que ocuparon poco a poco el Zócalo.
Primero ingresó la ruta nombrada Francisco Villa,
con los profesores de Chihuahua, Durango, Zacatecas, San Luis Potosí
y La Laguna. Casi enseguida avanzó la Emiliano Zapata, con maestros
de Guerrero, de la costa chica y grande; después, llegó la
caravana Morelos, nutrida con trabajadores de la educación provenientes
de Michoacán, Guanajuato y valle de México, y al final hizo
su aparición la ruta Ricardo Flores Magón, con profesores
del sureste del país, particularmente de las siete regiones oaxaqueñas:
cañada, costa, istmo, mixteca, sierra, Tuxtepec y valle central.
Este año, la CNTE abandonó la estrategia
de concentraciones y marchas multitudinarias y, en cambio, se envió
a sólo dos representantes por cada delegación sindical, con
el propósito, según dijeron los organizadores, de no descuidar
las clases en sus lugares de origen y demostrar que las corrientes democráticas
llegan a la ciudad de México, tras recorrer cientos de kilómetros,
en busca de establecer su propia mesa de negociación.
Y entre aquellos contingentes venía el profesor
Eliceo Chávez Hernández, quien tuvo que caminar una vez más,
como si no fueran suficientes sus 26 años de caminatas de por lo
menos seis horas para llegar a su escuela.
El no sabe de consignas ni de "grillas" de la CNTE y
tampoco se refiere a los bajos salarios, sólo sabe de lo que todos
los días le pasa en Santo Domingo Yosoñama, en Oaxaca. Hay
pueblos, dice, como el mío, en donde el maestro trabaja bajo la
sombra de un árbol. Ahí, las piedras son los pupitres de
los niños y el pizarrón es una lámina. Ahí,
los niños llegan desnutridos, con parásitos, desaseados.
Son muchos los problemas, continúa. Si el niño
no come, se duerme en la clase y nosotros tenemos que reavivarlo. Inventamos
los juegos que no existen y así jugamos con ellos. "¿Qué
sentimos cuando los vemos así?, dan ganas de llorar", narra el pequeño
hombre con el sombrero bien puesto.
De sí mismo, de lo que ellos viven, sólo
dice "que hay pueblos donde conseguimos de comer y otros donde no. Los
maestros que nos vamos a las comunidades, dormimos en el piso de tierra,
pero somos un elemento más de la comunidad".
La preocupación del profesor Eliceo sigue siendo
la misma de hace 22 años. El es uno de los fundadores del movimiento
de la región mixteca que logró que los libros de texto gratuito
"ya no fueran prestados sino de propiedad", y ahora, tras dos décadas
de lucha busca que los alumnos de secundaria y del nivel medio superior
sean los dueños de sus propios libros.
Por todo eso, el maestro Eliceo estuvo ayer en las calles
de la ciudad para gritar con su presencia la inconformidad.
Otros, como la profesora Hortencia Vega Olea, hablaron
del valor de la dignidad. Los alcances de la profesora Elba Esther llegaron
a sus puertas. "A nosotros nos ofrecieron una oficina de parte de los charros
de Elba Esther, pero sabe qué, prefiero ser pobre pero con dignidad".
Las marchas de ayer se colmaron de maestros de "base",
los de siempre, y quienes también están cerca de los problemas
de siempre. Aquellos que ven de "cerquita, en vivo", la pobreza extrema.
Con la pancarta de la región sierra de Oaxaca caminó una
profesora mixe que atiende a 25 niños de educación inicial,
es decir, pequeños de entre dos y cuatro años. Ella consiguió
un "saloncito", un cuarto de adobe al que hay que ponerle piedras en el
techo para que los ventarrones no se lleven las láminas.
No hay material didáctico alguno, "vaya, ni siquiera
una pelota o crayones con qué pintar". Se trata de una "escuelita"
en la comunidad Estancia de Morelos, municipio mixe Santa María
Alotepec, distrito Zacatepec. Entre los objetivos del programa están
pintar, cantar, jugar, clasificar objetos, pero ¿cuáles?,
se pregunta la joven maestra.
Los de la caravana oaxaqueña, unos mil 300, avanzaron
a pie desde calzada Zaragoza hasta el Zócalo. Ruta que se alargó
más de tres horas porque logró colarse en el corazón
de la Merced. Los habitantes de este barrio se detuvieron para ver las
consignas de repudio a la política económica neoliberal y
en silencio los siguieron con la mirada; luego, con esporádicos
aplausos, parecían aprobar la manifestación de "maestros
o campesinos, ¿qué son?", se pregunta una vendedora ambulante
de avenida Circunvalación.
En punto de la una de la tarde se reunieron por fin los
contingentes; los profesores se apresuraron a ocupar un lugar en el Zócalo,
abriéndose paso entre aquellos que con tiendas de campaña
piensan ya en un "plantón nacional". El mitin inició con
el discurso de un profesor de Zacatecas, quien advirtió que el esquema
de carrera magisterial está a punto de acabar con el charrismo
del SNTE.
En la concentración en el Zócalo también
participaron integrantes de los ejidatarios de San Salvador Atenco, quienes,
con machete en mano, expresaron su solidaridad con la CNTE y reiteraron
que "los aviones no pasaran".
Para los oradores, el proyecto de "escuelas de calidad"
sólo es una "farsa" de los cómplices de la política
gubernamental; luego, deploraron el "triste papel" del charrismo sindical
y afirmaron que recuperarán su sindicato. Enseguida, empezó
la llovizna que a los pocos minutos se convirtió en intenso aguacero
que acabó por diluir la tinta de los discursos y, más adelante,
por dispersar a los maestros, quienes para entonces, ya empapados, sortearon
la lluvia, el viento y el frío. Pero con todo, alcanzaron a corear:
¡educación gratuita que el pueblo necesita!