Carlos Bonfil
Amigo/Amante
Ventura Pons, cineasta catalán apenas conocido en México, tiene una de las trayectorias más interesantes del cine español posterior a Franco. Desde su primer largometraje, el documental Ocaña, un retrato intermitente (1978), el tono es provocador y muy libre, y el instrumento elegido para exponer la hipocresía de la moral dominante es el itinerario, narrado en primera persona, del pintor andaluz José Pérez Ocaña, homosexual asumido, figura barroca del medio artístico barcelonés de finales de los setenta, quien trágicamente muere después del rodaje al incendiarse su atuendo en un baile de disfraces. Lo que sigue en la carrera del cineasta es una discreta producción de comedias, fincadas preferentemente en territorio catalán, con reflexiones metafísicas no siempre oportunas, pero con un gran desenfado en su modo de abordar las herejías sexuales a su alcance. Destaca después, en los años noventa, una trilogía minimalista integrada por El porqué de las cosas, Caricias y Morir (o no), donde se yuxtaponen historias en las que los personajes transitan de un episodio a otro, hasta llegar a quince viñetas en una sola cinta, ilustraciones cada una de alguna pasión determinada, Dolor, Sumisión, Fe, Deseo --estaciones de un martirologio pagano. El cine de Ventura Pons, deliberada construcción de autor, tiene como tema obsesivo la fractura de la pasión amorosa: una visión escéptica y desengañada del reclamo sentimental, en donde el sexo es siempre un sustituto precario del afecto.
En Amigo/Amante (Amic/Amat), largometraje de 1998, presentado ahora en México en el festival Mix Supernova, diversidad sexual en cine y video, Ventura Pons incursiona en la relación homosexual como variante ascética de la sumisión voluntaria. Un profesor de literatura medieval se enamora de su alumno más brillante, el más díscolo también, el más inaccesible. Jaume (Josep Maria Pou), hombre de cincuenta años, víctima de una enfermedad terminal, posee como único legado de su azarosa carrera académica un ensayo titulado Amigo/amante, que se empeña en depositar, en un disquet, en manos de sus seres más queridos: en las de su mejor amigo, un hombre casado que fuera su pasión juvenil, y en las de su insoportable (y entrañable) alumno David, quien para mantener un buen status social ejerce, paralelo a su labor de estudiante, el oficio de prostituto a domicilio.
Ventura Pons teje una trama aparentemente compleja, que muy pronto se organiza en dos narraciones paralelas. En la primera, David deja preñada a la hija del mejor amigo de su maestro Jaume, y la madre de la joven intenta convencerla de que se practique un aborto y se olvide del amante; en la segunda, el padre de la joven, enterado también de la pasión de su amigo por el joven prostituto, intenta rescatarlo del naufragio sentimental al que irresistiblemente se encamina. David, por su parte, se resiste a responder a la mendicidad afectiva del profesor maduro. Una ronda de solicitudes de cariño que permanecen casi siempre sin respuesta; una constatación pesimista en la que el objeto amado es la representación más inmediata de la crueldad y del suplicio. Existencialismo trasnochado ("el infierno son los demás"), autoflagelación cristiana, reflexión jansenista sobre los deterioros de la edad y la fragilidad del compromiso amoroso, Amigo/amante es ante todo, y más allá de su condición de melodrama gay, una película sobre el desencuentro generacional y las violentas pugnas de poder en una relación afectiva. Una actriz excelente (Rosa María Sardá), la madre de la joven preñada, exhibe las mismas flaquezas y la misma integridad moral del profesor enamorado del joven que ha embarazado a su hija. En diálogos de una crudeza extrema, la humillación verbal se erige en sentencia inapelable ("Me retiraré de este oficio cuando mi cuerpo provoque la mitad del asco que provoca el tuyo", espeta David a su maestro), en tanto éste le contesta: "Un profesor universitario; un dependiente de tienda de señoras; así se resume mi presente y tu futuro". Una oportunidad irrepetible para descubrir a uno de los realizadores más polémicos de España, y un tratamiento del tema de la pasión, muy a contracorriente del optimismo ramplón, o del azote telenovelero de muchas producciones recientes. Amigo/amante se exhibe, único día, el miércoles próximo en la Cineteca Nacional.
Posdata. El Festival Mix Supernova permite también aproximarse a la producción reciente del cine gay español con dos películas más, Krampack, de Cesc Gay, notable comedia de iniciación (homo)sexual juvenil --una suerte de Y tu mamá también, de mayor desenfado y contundencia, y Segunda piel, de Gerardo Vera, un drama sin mayor trascendencia en el que una mujer un tanto harta de la morosidad conyugal, descubre que su marido la engaña con otro hombre. La esposa es la Ariadna Gil de Bella época, y el inesperado rival el Javier Bardem de Antes que anochezca. Esto no es mayor garantía de calidad, pero sí un efectivo anzuelo esta noche en Cineteca.
