Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 4 de mayo de 2002
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Espectáculos
Leonardo García Tsao

Pueblo chico, tedio grande

El repunte del cine mexicano en el reciente par de años ha motivado un triunfalismo tan prematuro como previsible, según se puede apreciar en la cobertura de algunos medios -por ejemplo, revistas por lo general ajenas al cine que anuncian ese supuesto auge en sus portadas y artículo centrales-, e incluso en algún fenómeno como un concurso de cortos organizado por algo llamado cuadro.com.

El aumento en producciones no significa mucho si la calidad promedio sigue siendo deficiente. Según se comprobó con las recientes postulaciones de la Academia mexicana, la cosecha del año pasado fue bastante pobre con la excepción de algunos títulos, como Cuentos de hadas para dormir cocodrilos y De la calle. En términos económicos, aparte de Y tu mamá también ?no presentada a la Academia por negativa de los hermanos Cuarón?, no hubo otro título que se acercara al éxito económico de Sexo, pudor y lágrimas o Amores perros, cintas ya fetiches de esa recuperación.

El panorama en lo que va del año no es demasiado alentador. Ya estamos en el quinto mes y sólo se han estrenado tres películas. Las dos primeras Vivir mata, de Nicolás Echevarría, y ¿De qué lado estás?, de Eva López Sánchez, no cumplieron con las expectativas. La habitación azul se ha estrenado esta semana bajo el ya habitual despliegue publicitario masivo, pero al menos está centrado en una imagen atractiva (una mujer desnuda nunca falla para llamar la atención), lo cual podría garantizarle una buena respuesta inicial del público.

La opera prima oficial de Walter Doehner -un anterior largometraje que hizo en 16 mm. nunca salió a la luz pública- es una adaptación hecha por Vicente Leñero y el propio cineasta a la novela homónima de Georges Simenon, el prolífico escritor belga que ha inspirado a realizadores franceses tan diversos como Chabrol, Leconte y Tavernier. En este caso, la fidelidad al texto de La habitación azul es el principal problema de la película, por las diferencias de contexto.

La intriga se sitúa en un pueblo de la provincia mexicana, donde Antonio (Juan Manuel Bernal) y Andrea (Patricia Llaca) sostienen un amasiato a espaldas de sus respectivos cónyuges, la española Ana (Elena Anaya) y el enfermizo Nicolás (Mario Iván Martínez). Dado que es un pueblo muy pequeño y los amantes se citan con escasa discreción en lo que parece ser el único hotel del lugar, su relación pronto se vuelve un secreto a voces. Quien más resiente el engaño es Dorita (Margarita Sanz), suegra de Andrea y dueña de la tienda de abarrotes, sobre todo después de la muerte de Nicolás a causa de un aparente infarto.

Todo eso se expone a partir del interrogatorio policiaco de Antonio por parte de un suspicaz comandante (Damián Alcázar), muy minucioso en sus pesquisas. Y en ese personaje radica una de las razones centrales de por qué La habitación azul peca de inverosímil. Lo que es creíble en la provincia francesa no lo es tanto en la nuestra, por simples convenciones culturales. No obstante la habitual solvencia con la que lo encarna Alcázar, ¿quién puede creer en el desempeño de un inspector Maigret en Omitlán de Juárez? Sabiendo cómo se administra la justicia en México, la idea de un comandante de pueblo que junta pruebas, interroga con astucia y deduce culpabilidades, alcanza dimensiones de fantasía dignas de la ciencia ficción.

La investigación policial no es lo único difícil de creer. Toda la película da una sensación de artificio, de que los personajes fueron diseñados para acomodar la trama y eso los vuelve en extremo esquemáticos. Aunque el relato se desarrolla a saltos cronológicos que van revelando poco a poco el dilema del protagonista, no existe tensión dramática porque la pasión de los amantes no resulta convincente, ni mucho menos sus consecuencias fatales.

Lástima de esfuerzo, porque La habitación azul no deja de ser, por lo demás, un producto realizado con corrección, bien interpretado -hasta Bernal se sobreactúa menos que de costumbre- y profesional por el lado que se vea. El mayor misterio es por qué ese profesionalismo se invirtió en un asunto tan poco interesante.

LA HABITACION AZUL

D: Walter Doehner Pecanins/ G: Vicente Leñero y Walter Doehner, basado en la novela homónima de Georges Simenon/ F. en C: Serguei Saldívar Tanaka/ M: Ruy García/ I: Juan Manuel Bernal, Patricia Llaca, Elena Anaya, Mario Iván Martínez, Margarita Sanz/ P: Argos Producciones, Titán Producciones. México, 2002.

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