El público, que llenó el recinto, disfrutó de buen sonido, repertorio variado, luces y video
Ofrecen Los Fabulosos Cadillacs el mejor de sus conciertos en el Foro Sol
Saco azul fue el tema que selló uno de los grandes momentos de la noche del domingo
Los cuerpos giraban al ritmo de la música; hubo gran cantidad de desmayados
JORGE CABALLERO
La noche del domingo en el Foro Sol Los Fabulosos Cadillacs (LFC) dieron exactamente la mejor presentación que se les recuerde y por cualquier lado que se le vio: buen sonido, repertorio completo y variado, dominio pleno de los instrumentos, giros rítmicos, improvisaciones, palomazos, completo juego de luces y de video y, por supuesto, un público irreductible/insaciable que llenó el inmueble, que se contoneó, coreó absolutamente todas las canciones y slameó las dos horas que duró el recital. Vamos, hasta el clima templado estuvo en armonía para que LFC dieran ese madrazo sonoro al público, que agradecido lo recibió con el espíritu abierto.
Los primeros teloneros fueron Kinky, quienes cumplieron ante el escaso público que le cayó temprano: con las innumerables playeras de Argentina y del Boca y hasta una cacerola que alguien metió de contrabando mostró la solidaridad con el pueblo argentino y con los Cadillacs.
Mimí Maura no prendió
Los segundos fueron los de Mimí Maura, banda hermana de LFC, que por más vísceras/talento que le imprimió a su canto, baile, sección de metales, percusiones, teclados y cuerdas, la mayoría no le prestó mucha atención y a varios hasta hartos se les vio: novios jugando con sus manitas, los de las gradas permanecían bien comportaditos y sentaditos sin hacer el menor ruido; bueno, hasta algunos reporteros que se supone deberían estar trabajando estaban echados en la alfombra negra colocada para proteger el césped artificial del campo de beisbol.
Ya por la quinta rola de Mimí Maura los aferrados del mosh pit comenzaron a aplaudir para que pasara a retirarse. Lástima pero Mimí Maura no prendió en lo más mínimo al público en su breve actuación, quizás el próximo jueves la levante más en El Alicia, donde se presentará.
Luego de la actuación de estas bandas los ánimos crecieron progresivamente; la primera señal de la jornada apocalíptica llegó cuando tres elementos de la policía que osaron subir a la tribuna este del Foro Sol fueron descubiertos y un enorme coro les espetó: uuuleerooos; pedazos de alfombra comenzaron a desprenderse para surcar los aires por la inmensa marea de manos que se alzaba por encima de las cabezas; algunos elementos de la policía de la plancha se mostraron intransigentes y sacaron a algunos que fumaban vegetales o a los que entraron en catarsis a hacer su propia tocada bailando de manera tribal y el criterio de los uniformados fue "por locochones".
Los primeros tarolazos provenientes del escenario unificaron el comportamiento del público en una sola palabra: Cadillacs. En las primeras coplas de Vos sabés, Vicentico hizo una seña para que le subieran al micrófono; comenzó el continuum hit concierto de LFC. La quema de vegetales comenzó a impregnar el ambiente. Todas la mamitas y papitos pasaron a mover sus cuerpecitos como Dios les dio a entender, pero todos corearon de forma adecuada. El baterista Fernando Ricciardi salió con el rostro cubierto con la capucha del luchador Máscara Sagrada. Flavio Cianciarulo navegó del contrabajo al bajo de cinco cuerdas y a la voz. La sección de metales comandada por el trombón de Fernando Alvareda bailó con movimientos simétricos. Mario Siperman, en el teclado, también le tupió al baile desde su instrumento. El público estaba loquito, loquito, loquito.
Cotorreo por todas partes
También entonaron Vasos vacíos con nuevos arreglos, al momento de que la cámara descubrió al público de las barras y sus gestos seguramente despertaron la envidia de los de la parte de atrás y de la tribunas, aunque el resto también hizo su cotorreo privado desde todos los puntos del inmueble. A media actuación las camillas no se daban abasto por la gran cantidad de desmayados, se vio a unas 15 personas colapsadas y/o heridas desde los puntos donde se hizo la crónica.
Uno de los grandes momentos llegó con Saco azul. Salió Mimí Maura a intervenir la rola, con la venia de LFC, y fue cuando el público le hizo justicia con gran cantidad de aplausos por su incisiva/potente participación.
Al internarse al mosh se sentía la vibrota que desprendían los cuerpos que giraban; los que asistían al baño hicieron sus necesidades rápidamente para no perderse detalles del concierto; otros taloneaban a sus mujeres para las chelas y otras se montaban en los hombros de sus machos para tener mejor perspectiva. LFC apostaron por la sobrevivencia de sí mismos con los prefacios que Vicentico hizo en algunos de los temas, como la clásica historia del niño balón que por designio divino quedó embarazado por un esférico en La marcha del golazo solitario.
Los temas que más prendieron fueron: Salvador y los cordones flojos, Mal bicho, Carmela, Estrella de mar, Padre nuestro, Yo no me sentaría en tu mesa, El satánico Doctor Cadillac, El aguijón, el cover Desapariciones, de Rubén Blades, y por supuesto el mega hit que los masificó: Matador.
Los Fabulosos Cadillacs ofrecieron, en resumen, un prudente viaje en un espacio asistido/infestado de humanos, que se olvidaron de su conciencia neuronal y se dejaron llevar complacidos por el tour megabstractomusical de Vicentico y compañía, que rayó, sólo para ser precisos, en lo demencial.