Se manifiestan contra la reducción de la edad penal

Queja de niños de la calle por incumplimiento de Vicente Fox

De sus ofrecimientos cuando tomó posesión, nada, dicen

RICARDO OLAYO GUADARRAMA

Menores de la calle que asistieron a los dos desayunos que tuvo con ellos el presidente Vicente Fox al inicio de su gestión, se quejaron ayer del olvido al que los destinó el gobierno en sus planes sociales.

Desalojados de su local en la Unidad Tlatelolco y reubicados temporalmente en un modulo del IFE en la calzada Ignacio Zaragoza, reclaman, como integrantes de la Asociación Mexicana Pro Niñez y Juventud, que no se dio seguimiento a la palabra presidencial de escucharlos y responderles a los proyectos que le entregaron por escrito.

No hubo llamado de la oficina de la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, tampoco de la directora del DIF, Teresa Aranda, quienes fueron las encargadas de atender el tema.

Pedro Márquez, uno de los oradores de aquellos encuentros con Fox, declaró que las acciones prometidas fueron otra mentira por que no ha habido contacto desde el desayuno con tamales.

Pero además ironiza: "Fox ya fue a saludar a Chabelo", como diciendo ya valió, en referencia a la entrevista que tuvo el primer mandatario con el actor infantil, difundida el domingo pasado.

Para este año, en la celebración del Día del Niño, que se realiza hoy, no ha habido contacto con la asociación, así que descartan cualquier interés repentino de las autoridades federales.

Durante una entrevista colectiva con un grupo de menores y jóvenes de la calle, cuestionan aquellos desayunos que sirvieron "para la etiqueta, para la imagen", de escenografía, y luego mencionan como otra falsedad la acuñación de una moneda conmemorativa, de la que se tenía planeado recuperar nueve millones de pesos para apoyar a la población en situación de calle y de la que hasta ahora no se sabe de los resultados.

Los funcionarios actuaron como "buenos samaritanos" y mostraron indignación en los desayunos del primero de diciembre, día de la toma de posesión de Fox, y el del 3 de enero, cuando celebró el inicio del año, pero de ahí no pasó.

Sin ser su principal preocupación, se quejan del trato recibido. No hacen dramas ni se tiran al piso para que los levanten. Lo que quieren ahora es una respuesta del gobierno capitalino para recuperar un lugar donde habitar dado que la delegación Cuauhtémoc les clausuró el que tienen en la planta baja del edificio 15 de Septiembre en Tlatelolco.

El presidente de la asociación, Cuauhtémoc Abarca, dijo en la entrevista que se cerró su local por la supuesta violación de uso de suelo, ya que no realizaban actividad comercial alguna.

Durante un mes se plantaron en Tlatelolco y luego hicieron una manifestación similar en el Zócalo, hasta que se les reubicó en un pequeño módulo de lámina en la calzada Ignacio Zaragoza.

Paupérrimas condiciones

Ahí continúan en condiciones de austeridad y hacinamiento, pero a cambio y en contraste con otras casas de atención, consideran que ahí tienen un trato humano. Con carencias, sin la ropa o los servicios de otras instituciones ofrecen, consideran que lo más importante es ser fiel a ellos mismos y continuar su desarrollo.

Algunos se han independizado y ahora forman parejas, otros trabajan en la Dirección General de Desarrollo Urbano (DGSU) del gobierno capitalino, otros estudian en los Cecatis o en diversos planteles públicos.

Provienen de distintos sitios de las calles de la ciudad: Balderas, Tasqueña, Colegio Militar, la Plaza Solidaridad (ellos la llaman Soli), Normal, Zarco; algunos de Monterrey y Tijuana.

Se deslindan de los jóvenes que viven en sus domicilios con sus familias, llamándolos "chavos de casa", en contraposición con el término "chavos de la calle" que no acaba de convencerlos. Aseguran que muchas veces por sus posibilidades económicas los "chavos de casa" conocen una mayor cantidad de droga, abusan de quienes tienen menos posibilidades y lo peor es que también sufren el abandono familiar.

Pero todo esto sólo es resultado del "verdadero problema que es la corrupción", considera Gustavo Valenzuela. Los valores se han invertido, la violencia se enseña en la televisión y el grupo en el poder es insaciable para imponerse al grupo mayoritario de la sociedad.

Los más pequeños del grupo recuerdan cómo han llegado a la asociación, invitados por otros compas. Ayer, todo el colectivo (que son alrededor de 35) se manifestó en contra de la disminución de la edad penal; exigir que el Consejo de Menores sea parte del gobierno de la ciudad, pues las autoridades federales se deslindan de la problemática; y difundir los derechos de las niñas y los niños, porque, explicaron, no se puede considerar que sólo un día son motivo del festejo y el resto del olvido.