Rantissi, líder de Hamas, habla con frialdad
de los ataques suicidas contra israelíes
"Preferiríamos morir como mártires"
En ningún momento atacaremos objetivos fuera
de las fronteras de Palestina, asegura
ROBERT FISK THE INDEPENDENT
Abdul-Aziz Rantissi es interrumpido por constantes llamadas.
Pero lo que le pasa su joven guardaespaldas, que apoya en una de sus rodillas
el rifle Kalashnikov apuntado hacia abajo, no es un teléfono
celular, sino un radiorreceptor militar grande, de dos bandas. Me parece
?pero no lo digo? que es para proteger al dirigente de Hamas. Los celulares
se pueden rastrear hasta distancia de unos cuantos metros. Los escuadrones
de la muerte israelíes se volvieron maestros de la tecnología
digital y análoga en Líbano.
De cuando en cuando dejo vagar la mirada hacia la ventana.
¿Acaso observo si viene un helicóptero Apache? ¿Alcanzan
a ver las víctimas de Israel los misiles que se les acercan? No
es que Rantissi abrigue alguna ilusión.
"Es algo de esperarse en lo que a nosotros se refiere",
dice. "Pero lo que puedo decir sólo lo puede entender alguien que
siente la fe islámica como yo.
"Creemos que el tiempo que viviremos está escrito
y que nuestra muerte ha sido determinada por Dios, y eso no puede cambiar.
Hay muchas razones que pueden llevar al final de una persona: un accidente
automovilístico, el cáncer, un infarto al corazón;
así que no digo que tomo la decisión de acortar mi vida.
Pero la forma en que prefiero morir es el martirio."
Miro por la ventana. De sus 55 años, Rantissi ha
pasado 26 en prisión o en el exilio en las montañas de Líbano.
Allí fue donde lo conocí, hace nueve años, entre las
flores de Marj el-Zuhour, después de ser exiliado por Yitzhak Rabin
y Shimon Peres, junto con otros 460 seguidores de Hamas y Jihad Islámica.
En esos días trataba aún de entender cómo dirigir
la organización. Ahora habla con calma ?con estremecedora frialdad?
de atacantes suicidas y muerte. Hamas tiene sus propios escuadrones
de la muerte. Matan no sólo soldados, sino mujeres, niños,
ancianos, enfermos.
"Hasta ahora, en esta intifada, los israelíes
han matado más de 2 mil palestinos. Después de las matanzas
de Nablus y Jenin, el número de niños asesinados pasa de
350. Esto demuestra que los israelíes cometen deliberadamente matanzas
de civiles."
¿Juego de números?
Ya he pasado por esto, claro. Cada vez que se pide a un
líder de Hamas que considere la maldad de los ataques suicidas,
lleva el tema al campo de las estadísticas. ¿Qué me
dice de los niños de la pizzería, de los ancianos en la cena
de Pascua? "Luchamos contra personas que violaron nuestra tierra", responde
de inmediato.
"Todos son militares o soldados en reserva. Fueron soldados
reservistas los que mataron civiles en Jenin; israelíes que en la
vida cotidiana son médicos y abogados. Eran civiles horas antes
de irrumpir en Jenin. Pero claro, nuestros combatientes tienen órdenes
de evitar a los civiles, niños en especial."
¿Ordenes de evitar matar niños? ¿O
se trata sólo de un juego de números? El teléfono
militar vuelve a sonar y Rantissi habla por espacio de varios minutos.
¿Está en contacto con los líderes de Hamas en la franja
occidental? Sonríe débilmente. "Hay cierta comunicación
de nivel político con los líderes de la franja occidental,
sí. Pero son personas perseguidas y sitiadas, que viven en la clandestinidad."
Esta es, anoto en mi cuaderno, la primera vez que Hamas
reconoce los efectos de la reocupación israelí. "Pongamos
por caso Asan Youssef, un líder político de Ramallah; me
pide información sobre lo que ocurre. A final de cuentas Sharon
no podría acabar con la resistencia en la franja occidental. Cuando
los israelíes deportaron a 460 de nosotros en 1993 y detuvieron
a otros mil 500 miembros de Hamas en un solo día, dijeron que habían
'puesto fin' a la resistencia y a Hamas. Después de eso, Yahyia
Ayash (fabricante de bombas de Hamas, asesinado posteriormente por los
israelíes) volvió a hacer crecer la resistencia."
Mark-el-Zuhour, la colina en la cual los hombres de Hamas
y Jihad Islámica pasaron más de un año de su vida
después de la deportación, se volvió una especie de
universidad islámica. "Fue una etapa que cambió la lucha
palestina", acepta Rantissi. "Transformó para siempre la historia
de Hamas. Antes era un movimiento local. Después del exilio en las
colinas de Líbano se volvió una organización internacional,
conocida en todo el mundo. Nos beneficiamos de los errores israelíes."
No hay duda de quién es el mayor enemigo de Rantissi.
"Sharon quería romper los documentos (el acuerdo) de Oslo", dice.
"Ejerce su poder sobre el pueblo palestino, destruyendo y asesinando a
placer, para obligarlo a partir. Quiere destrozar nuestra voluntad para
que aceptemos sus humillantes condiciones. También quiere crear
un conflicto entre la Autoridad Palestina y el pueblo."
Entonces, ¿lo que viene es la reocupación
de la franja de Gaza? "Quiero recordarle algo que dijo ese Rabin: que esperaba
despertar una mañana y ver que el mar se había tragado Gaza.
Se trata de una prisión enorme y sobresaturada. La entrada de Sharon
en Gaza significaría extensas matanzas de palestinos.
"También significaría fuertes bajas para
las fuerzas israelíes. Sharon tendría que encontrar una razón
para hacer esto a su pueblo. Su justificación para reinvadir la
franja occidental fue que las operaciones de martirio (suicidas) fueron
lanzadas desde aquí. No puede usar la misma excusa para Gaza porque
es una zona sitiada. Me parece, por lo tanto, que las probabilidades de
invasión son más bien pequeñas."
Entonces, le pregunto, ¿qué hay de la advertencia
de Benjamín Netanyahu de que pronto los atacantes suicidas palestinos
estarán en las calles de Nueva York? "No tenemos más que
un enemigo que ocupa nuestra tierra", responde. "Tenemos un solo frente,
que es contra los ocupantes, y en ningún momento atacaremos objetivos
fuera de las fronteras de Palestina."
¿Y si Israel se retirara a las fronteras de 1967?
¿Pondría eso fin a la guerra de Hamas? "En primer lugar,
quisiera oír qué dicen los israelíes. ¿Están
preparados para eso o no? Arafat les pidió hacerlo y se negaron.
Tenga presente que Sharon, durante la campaña electoral, se refería
a Jenin como tierra ocupada que pertenece a Israel. No podemos ofrecer
acuerdos interminables cuando ocupan nuestra tierra y nuestros lugares
santos."
Y eso, para usar la vieja expresión de Winston
Churchill, suena más a guerra que a jolgorio.
© The Independent
Traducción: Jorge Anaya