Cancelan gira del gobernador chiapaneco Pablo Salazar Mendiguchía a la isla
Medios de Cuba resaltan los problemas de México
"Monterrey pasará a la historia como un momento triste para los mexicanos", aseguran
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 27 de abril. Al terminar la que quizás haya sido la semana de mayor tensión entre México y Cuba en décadas, se aleja lentamente el riesgo de ruptura de relaciones diplomáticas, pero ambas partes siguen a la espera de fijar sus nuevas reglas del juego en el trato bilateral.
Mientras tanto, en los medios informativos cubanos se afianza un cambio radical en la imagen que transmiten las autoridades sobre el gobierno y la situación interna de México, mostrando ahora el lado oscuro de ese país, cuyos conflictos fueron intocables en público mientras la isla lo consideró un aliado.
Después de las apariciones públicas del presidente Fidel Castro el lunes y el martes pasados, en las que reveló la forma en que su homólogo mexicano Vicente Fox lo presionó para reducir su estancia en la cumbre de Monterrey, el gobierno cubano guardó silencio sobre la crisis entre los dos países.
Aunque no han surgido nuevos signos de que aumente la tensión, y los embajadores en ambas capitales permanecen en sus puestos, la frialdad en las relaciones es notoria. Como ejemplo de lo anterior está la cancelación de una gira que debía realizar el próximo miércoles en Cuba el gobernador de Chiapas, Pablo Salazar Mendiguchía, quien tenía previsto suscribir aquí acuerdos de cooperación con instituciones cubanas. Además, una conferencia de prensa del canciller Felipe Pérez Roque, anunciada para el jueves, fue suspendida a última hora.
Sin embargo, los medios informativos han mantenido la crisis con México en primera línea, con dos puntos de atención: el debate interno mexicano sobre la actuación de Fox y del canciller Jorge G. Castañeda, y la amplia agenda de problemas económicos y sociales de ese país.
En la Tribuna Abierta de la Revolución, la concentración semanal de apoyo al gobierno, los oradores incluyeron hoy la situación de México entre los objetivos de su artillería verbal. El mitin se realizó este sábado en la localidad de Jimaguayú, en la oriental provincia de Camagüey, donde el médico Misael Díaz Escobar dijo que en lugar de atender los derechos humanos en Cuba, ese país mejor debía vigilar sus tasas de mortalidad infantil (28 por cada mil nacidos vivos) y materna (el "casi insuperable número" de 75 por cada 100 mil partos), o el número de médicos (120 por cada mil habitantes).
El abogado Elder Agüero López señaló que "Monterrey pasará a la historia como un momento triste para todos los mexicanos y personas honestas de ese país, pues somos pueblos a los que nos unen lazos de transparencia en nuestras relaciones; es necesario que reflexionen y no se dejen embaucar ni enredar por la mafia miamense".
El estudiante de preparatoria Reinier Tan Matamoros agregó que "más que inmoral, fue indigna la actitud del gobierno mexicano (hacia Cuba, en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU), ya que violó los principios históricos de su política exterior, siendo calificada por muchos políticos dignos de ese país como una actitud injerencista".
El universitario Juan Miguel Sandó Lopetey afirmó que "los ciudadanos mexicanos son torturados como medio de obtención de información, y las autoridades judiciales lo permiten; en ese país, en que los estudiantes, activistas y grupos de abogados han sido objeto de amenazas, secuestros y desaparición, 40 por ciento de su población es analfabeta, y predomina el rezago educativo. Además, el número de desocupados es mayor de un millón de personas, resultado de la aplicación de la política neoliberal".
Con la misma línea de acción, la prensa escrita, la radio y la televisión rompen aceleradamente el silencio que han mantenido durante casi cuatro décadas sobre la situación interna de México.
Al relatar a todo pulmón el archivo negro de ese país, las autoridades cubanas preparan el estado de ánimo de la población para un prolongado enfriamiento en el trato a un gobierno para el que tuvieron reiteradas consideraciones durante decenios.
Sobre la crisis reciente, el mensaje de la propaganda cubana es que Fox y Castañeda mintieron en el caso Monterrey, incluso en su explicación posterior, y que el gobierno mexicano carece de autoridad moral para hablar de derechos humanos, enfrentado a su propia realidad.
Políticamente el horizonte de la relación bilateral es muy incierto. El trato entre Castro y Fox está dañado, como nunca lo estuvo entre el mandatario cubano y los presidentes mexicanos de los últimos siete sexenios. Está reducida al mínimo, si no es que anulada, la interlocución de Castañeda con las autoridades cubanas, así como la del embajador mexicano Ricardo Pascoe. A corto plazo el diálogo político es inexistente, sin posibilidad de mejoría a la vista.
El intercambio económico es reducido y casi simbólico. Desde el triunfo de la revolución de 1959 nunca hubo negocios de envergadura entre los dos países, excepto a mediados de los años noventa, cuando se comprometieron inversiones mexicanas en la isla por 2 mil millones de dólares, que sin embargo se retiraron a los pocos años.
En el comercio (400 millones de dólares en 2001), a pesar de que México es el principal destino de las exportaciones cubanas, hay un desequilibrio acumulado desfavorable para Cuba de mil 400 millones de dólares en los últimos cinco años.
Si algo concreto ha pedido Cuba recientemente a México es una negociación que actualice la lista de productos con preferencias arancelarias, de acuerdo con su real oferta exportable, para incluir rubros que no se benefician del vigente Acuerdo de Alcance Parcial, como medicamentos, vacunas veterinarias o biofertilizantes.
Cubanos califican a Castañeda de arquitecto diabólico
Recibe Castro apoyo por su decisión de divulgar la conversación con Fox
AGENCIAS
La Habana, 27 de abril. Miles de cubanos se manifestaron públicamente en apoyo de su presidente, Fidel Castro, y responsabilizaron al gobierno mexicano del diferendo diplomático con la isla.
En tanto, el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Pedro Ross, aseguró que su organización mantiene "magníficos nexos" con los sindicalistas de Uruguay, pese a que el presidente Jorge Batlle decidiera romper relaciones con la isla.
Informó que las agrupaciones de solidaridad con Cuba en Montevideo custodian la embajada cubana allí, con el objetivo de que "elementos depredadores no puedan hacerle daño al edificio ni a nuestros funcionarios".
En la Tribuna Abierta de la Revolución, celebrada en el municipio camagüeyano de Jimaguayú, 10 mil isleños repudiaron la actitud asumida por el gobierno uruguayo.
Campesinos, antiguos guerrilleros y militares combatientes de la guerra de Angola, junto a jóvenes médicos y estudiantes, apoyaron las declaraciones de Fidel Castro, en un acto multitidinario encabezado por los comandantes de la Revolución, el vicepresidente Juan Almeida, el ex ministro del Interior Ramiro Valdés y Guillermo García, el primer campesino que se incorporó a la insurgencia contra Fulgencio Batista.
Alrededor de una docena de oradores defendieron la decisión de Castro de divulgar el contenido de una conversación telefónica que mantuvo con el presidente mexicano Vicente Fox.
En esta denominada también "trinchera de ideas" se lanzaron duras críticas contra el canciller mexicano Jorge G. Castañeda, a quien los cubanos consideran el "arquitecto diabólico" de la precipitada retirada de Castro de la cumbre de Monterrey.
Yasnivy Téllez, maestra camagüeyense, criticó a "aquellos países que se autoproclaman democráticos pero son lacayos de Estados Unidos, que quieren condenar a Cuba en materia de derechos humanos".
En general, los manifestantes calificaron de "desprestigiada e inmoral" a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por permitir una condena a La Habana.