Cubanos califican a Castañeda de arquitecto diabólico
Recibe Castro apoyo por su decisión de divulgar la conversación con Fox
AGENCIAS
La Habana, 27 de abril. Miles de cubanos se manifestaron públicamente en apoyo de su presidente, Fidel Castro, y responsabilizaron al gobierno mexicano del diferendo diplomático con la isla.
En tanto, el secretario general de la Central de Trabajadores de Cuba, Pedro Ross, aseguró que su organización mantiene "magníficos nexos" con los sindicalistas de Uruguay, pese a que el presidente Jorge Batlle decidiera romper relaciones con la isla.
Informó que las agrupaciones de solidaridad con Cuba en Montevideo custodian la embajada cubana allí, con el objetivo de que "elementos depredadores no puedan hacerle daño al edificio ni a nuestros funcionarios".
En la Tribuna Abierta de la Revolución, celebrada en el municipio camagüeyano de Jimaguayú, 10 mil isleños repudiaron la actitud asumida por el gobierno uruguayo.
Campesinos, antiguos guerrilleros y militares combatientes de la guerra de Angola, junto a jóvenes médicos y estudiantes, apoyaron las declaraciones de Fidel Castro, en un acto multitidinario encabezado por los comandantes de la Revolución, el vicepresidente Juan Almeida, el ex ministro del Interior Ramiro Valdés y Guillermo García, el primer campesino que se incorporó a la insurgencia contra Fulgencio Batista.
Alrededor de una docena de oradores defendieron la decisión de Castro de divulgar el contenido de una conversación telefónica que mantuvo con el presidente mexicano Vicente Fox.
En esta denominada también "trinchera de ideas" se lanzaron duras críticas contra el canciller mexicano Jorge G. Castañeda, a quien los cubanos consideran el "arquitecto diabólico" de la precipitada retirada de Castro de la cumbre de Monterrey.
Yasnivy Téllez, maestra camagüeyense, criticó a "aquellos países que se autoproclaman democráticos pero son lacayos de Estados Unidos, que quieren condenar a Cuba en materia de derechos humanos".
En general, los manifestantes calificaron de "desprestigiada e inmoral" a la Comisión de Derechos Humanos de la ONU por permitir una condena a La Habana.