"Es una ofensiva más de ciertos sectores que pretenden contar con un Congreso dócil"
Protesta del PRD en el Senado contra Coparmex
No es reciente la presión del sindicato patronal al Legislativo: secretario general perredista
RENATO DAVALOS Y ANDREA BECERRIL
Legisladores y dirigentes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) rechazaron "las insultantes" declaraciones del presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Jorge Espina Reyes, contra el Congreso de la Unión, y deploraron que tanto los panistas Diego Fernández de Cevallos y Felipe Calderón Hinojosa, como la diputada priísta Beatriz Paredes Rangel, no hubiesen abandonado la comida en que se formularon acusaciones "irresponsables" contra el Poder Legislativo.
El coordinador de los senadores perredistas, Jesús Ortega Martínez, dijo que él no asistió a la comida ofrecida por el organismo empresarial, y lamentó que otros legisladores sí se hayan quedado para escuchar calificativos y aseveraciones que agravian al Congreso, como el de llamar "malévolos" a los integrantes de ese poder que impiden reformas estructurales necesarias.
"Es una actitud verdaderamente fascista la del presidente de la Coparmex, la cual denota además que hay un sector del empresariado que no quiere la democracia en el país cuando no beneficia a sus particulares intereses económicos y de grupo".
Ortega señaló que en la sesión senatorial de este lunes hará un pronunciamiento severo contra lo expresado por el dirigente patronal, "porque es inaceptable que se insulte a uno de los poderes de la Unión de la forma como lo hizo Espina".
Contra lo dicho por el representante de la cúpula patronal, agregó Ortega, tanto el Senado como la Cámara de Diputados no han limitado la labor del gobierno. "Lo que hemos hecho es vigilar que se cumpla la ley y evitar que se lesionen los derechos de los mexicanos, como se pretendía al intentar gravar con IVA medicinas y alimentos".
En entrevista por separado, el secretario general perredista, Raymundo Cárdenas, estableció que la postura de la Coparmex revela una ofensiva más de ciertos sectores que pretenden contar con un "Congreso dócil", que les permita aprobar, por ejemplo, privatizaciones como la del sector eléctrico.
No es reciente la presión que el sindicato patronal ha ejercido contra el Congreso, enmarcada en una estrategia que pretende desprestigiar a este poder de la Unión. El embate ahora pretexta la decisión final de la Corte sobre el tema eléctrico, que partió de una iniciativa legislativa para impedir la privatización de este sector.
Apuntó que la amenaza de un presunto grave riesgo para el país en el suministro de energía eléctrica es un "falso debate". La Comisión Federal de Electricidad está clasificada como una empresa con estándares productivos de niveles internacionales.
Si a esta empresa paraestatal le dejaran invertir parte de los recursos que se lleva el fisco anualmente, solventaría fácilmente sus requerimientos de inversión para ampliar la infraestructura. Ha quedado demostrado internacionalmente que la privatización no es el camino para solucionar los retos eléctricos.
El ejemplo más emblemático, dijo, es el de California. El gobierno de ese estado ha hecho públicos los riesgos de un proceso privatizador en este campo. El objetivo de la Coparmex al buscar el desprestigio del Congreso radica en su intención de hacerse de la empresa para su propio beneficio, sin importar los intereses de la sociedad, concluyó Raymundo Cárdenas.