Madariaga podría ser el de las manos amigas que trianguló recursos, declaró testigo protegido
Guillermo Ortiz quiso impedir la compra de Bancomer por BBVA
Para el banco español era estratégica la negociación con la institución mexicana: Ybarra
Admitió ejecución de intrincada operación financiera para hacer frente a la oferta de Banamex
ISRAEL RODRIGUEZ J.
Emilio Ybarra, uno de los 24 imputados del BBVA por el juez Baltasar Garzón como presuntos culpables de blanqueo de dinero y soborno, entre otros cargos, reconoció en una misiva dirigida al gobernador del Banco de España, Jaime Caurana, que para la adquisición de Bancomer contó con la colaboración de "manos amigas".
En la carta, fechada el 14 de noviembre de 2001, de la cual La Jornada dispone de copia, el ex copresidente del BBVA manifestó su preocupación por la oposición del gobernador del Banco de México, Guillermo Ortiz Martínez, que estaba a punto de impedir la consumación del contrato que permitiría al BBVA adquirir Bancomer.
En el texto, Ybarra Churruca afirma: "tales convicciones se confirmaron cuando Banamex procede a formular una 'Opa' (oferta hostil) no solicitada sobre Bancomer, a pesar de que el 31 de marzo ya se había firmado el correspondiente contrato con BBVA, y por parte de Bancomer no se responde con firmeza a dicha actuación no solicitada".
El 3 de mayo de 2000, el grupo financiero Banamex-Accival (Banacci) anunció la propuesta que realizó al consejo de administración de Grupo Financiero Bancomer invitándolo a fusionar ambas instituciones para convertirse en el grupo financiero más grande de América Latina
La oferta de Banamex incluía un programa de capitalización por 2 mil 400 millones de dólares para fortalecer el capital de Banamex y de Bancomer. Esta operación estaba respaldada por Chase, J.P. Morgan y Aegon N.V.
El ex copresidente de BBVA, quien renunció el 18 de diciembre de 2001, precisa en su misiva que "para BBVA, además de por razones de imagen y prestigio, era de la máxima importancia estratégica la operación Bancomer, como así se ha demostrado después".
Emilio Ybarra admite que para asegurar que BBVA se quedara con Bancomer ordenó una intrincada operación financiera junto a la ayuda de otras "manos amigas, que permitiría, además, de una mejor defensa frente a una Opa hostil o frente a votaciones en junta general".
En el documento no se menciona directamente el nombre de José Madariaga Lomelín, pero de acuerdo con las investigaciones y con las declaraciones del testigo protegido, Nelson Rodríguez López, ex vicepresidente ejecutivo y encargado de asuntos jurídicos del BBVA en Puerto Rico entre 1992 y 1998, Madariaga Lomelín podría ser el de "las manos amigas" que ayudaron a triangular los recursos para la adquisición de Multibanco Mercantil Probursa.
Según una investigación de la oficina federal de investigaciones de Estados Unidos (FBI), que data desde 1997, Eduardo Pérez Montoya, hombre de confianza de Madariaga, ha realizado operaciones de narcotráfico y es la persona que permitió consumar el control del Probursa por parte del BBVA.
Madariaga, en la mira de la fiscalía española
Fuentes del propio Bancomer, quienes prefirieron permanecer en el anonimato, indicaron que hasta el momento José Madariaga Lomelín, quien tiene un lugar en el consejo de administración de BBVA Bancomer, aún no ha sido requerido formalmente por las autoridades españolas, pero en caso de que existiera el pedimento judicial, lo tomaría con reserva porque podría ser incluso detenido en España.
Por su parte, el titular de Fiscalía Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, viajará este lunes a Washington para profundizar en la investigación sobre el BBVA en América Latina. Para ello se entrevistará con Michael Chertoff, a cargo de la división criminal de Estados Unidos.
Mario di Costanzo, consultor privado, comentó sobre el contenido de la carta: "convendría preguntarnos por qué el gobernador del Banco de México (Guillermo Ortiz) quería deshacer la operación del BBVA, y el gobierno mexicano, por su parte, estaba a favor". Asimismo, debe ser explicado por las autoridades mexicanas, puesto que la misma carta las involucra, más aun cuando el gobierno es todavía dueño de 12 por ciento de las acciones de BBVA Bancomer.