Viernes 26 de abril de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
Opinión

Sabed ciudadanos de Cholula, que habéis nacido para callar y obedecer

n Enrique Soto

El título de este artículo lo he tomado de la conocida frase del marqués de Croix: "Sabed súbditos de la Nueva España que habéis nacido para callar y obedecer, y no para discurrir, ni opinar en los altos asuntos del gobierno", así se refería el virrey a los habitantes de la Nueva España y en mucho parece coincidir esa forma de pensar con la del actual presidente municipal de Cholula, el mentado licenciado Oaxaca Carrión, quien pretende imponer su voluntad al pueblo de Cholula, del cual parece que sólo espera silencio y obediencia. Por qué será, me pregunto, que los políticos mexicanos creen que una vez que ocupan un cargo de elección, pueden ya hacer y deshacer como mejor les venga en gana, sin tener en cuenta ni la ley ni el interés ni la opinión de los que le han elegido.
En Cholula se pretende a toda costa y aun en contra de la Ley de Monumentos Históricos que la protege construir un estacionamiento en el zócalo, destruyendo uno de los atractivos que todavía le quedan a esa ciudad. El zócalo de Cholula es justamente por su amplia extensión uno de los más atractivos del estado de Puebla, y ofrece a sus habitantes un espacio donde caminar, hacer fiestas religiosas, mercados, etcétera. Convertir parte de él en estacionamiento, tal como ya se hizo hace años con la zona sur del mismo, es un acto de barbarismo urbano que no tiene ninguna justificación, ni ofrece a Cholula y sus habitantes ningún beneficio potencial. Señores presidentes municipales de Puebla y Cholula, para incentivar la actividad de los centros históricos no se requieren estacionamientos, se requiere justamente lo contrario, alejar los coches de estas áreas tal como se ha hecho en miles de ciudades en el mundo donde, hoy, sus habitantes disfrutan caminando y paseando. Justamente, hay que ofrecer en los centros históricos un espacio agradable y tranquilo donde caminar, mirar algunos aparadores de tiendas, curiosear un kiosco y sentarse en paz a tomar un café o a comer, no hay más.
Al licenciado Oaxaca Carrión se le han ofrecido argumentos, se le ha presentado razones, leyes, explicaciones y todo lo que la razón manda para convencer de un punto de vista. Su obstinado silencio y su necedad revelan intereses oscuros que pudieran mover a la construcción de este estacionamiento. Pero ni duda cabe, el que la hace la paga, y usted, señor licenciado Oaxaca, hoy está ya pagando, porque le aseguro que el virreinato terminó hace ya 200 años, y la época de los gobernantes autoritarios hace apenas cuatro o cinco años, pero no lo dude, terminó.