Martes 23 de abril de
2002 |
MARCOS A LA
MEDIDA Un filósofo lega a la posteridad su profunda sapiencia n Marcos Winocur |
Una vida de
reflexión y estudio, de constante bucear en el alma, de
investigación y docencia, de búsqueda de la verdad,
hizo que, a edad avanzada, ya sintiéndose llamado al
más allá, reuniera el filósofo a sus discípulos y en
pocas palabras resumiera su saber. Esto fue lo que dijo: -Hijos míos, he llegado a las siguientes dos conclusiones: 1. No hay como una buena chaqueta. 2. Y pensar que vamos a morir sin que nos hayan cogido. Entre los discípulos reunidos para el adiós a su maestro surgió un "ooohhh" de admiración, todos copiaron las dos sentencias en sus cuadernos mientras no cesaban de repetirlas como quintaesencia del saber. Una nota discordante, si se quiere, fue dada por uno de los discípulos, quien, guiñándole el ojo a otro, dijo por lo bajo: -En cuanto a lo segundo, lo siento por usted, querido maestro. |