Católicas reciben el galardón
Sergio Méndez Arceo
Premian lucha por los derechos reproductivos de las
mujeres
Reconocimiento póstumo a la labor de Digna Ochoa
ANGELES CRUZ
Por su lucha en defensa de los derechos sexuales y reproductivos
de las mujeres, por la libertad de conciencia y la equidad de género,
la organización Católicas por el Derecho a Decidir (CDD)
recibió ayer el décimo Premio Nacional de Derechos Humanos
Sergio Méndez Arceo.
En una ceremonia convocada por la fundación que
lleva el nombre del obispo muerto hace 10 años, y a la que asistieron
integrantes de diversas organizaciones civiles, intelectuales, miembros
de la Iglesia y funcionarios, como el presidente de la Comisión
Nacional de Derechos Humanos (CNDH), José Luis Soberanes, también
se hizo un reconocimiento especial póstumo a Digna Ochoa y Plácido.
El jurado del premio determinó que CDD realiza
una labor muy importante al buscar el reconocimiento del derecho que tienen
las mujeres a una maternidad libre y voluntaria, que necesariamente incide
en la reducción de abortos inducidos y la mortalidad materna.
El galardón reviste importancia porque cada año
mueren alrededor de 600 mil mujeres por causas relacionadas con el embarazo,
parto y puerperio. Otro problema grave de salud es el relativo a las infecciones
de transmisión sexual, particularmente el VIH/sida, que entre las
mujeres se propaga fácilmente por su escasa posibilidad de exigir
el uso del condón durante las relaciones sexuales.
Las católicas "creemos que la sexualidad es un
regalo divino y una dimensión positiva de crecimiento espiritual.
No es pecado ni es algo de lo que tengamos que avergonzarnos ni justificarnos,
ni es sólo para tener hijos". Este es parte del trabajo que realiza
la agrupación que dirige María Consuelo Mejía, quien
al recibir ayer el premio lamentó que todavía en la defensa
de los derechos humanos sus impulsores tengan que enfrentar la crueldad
y la intolerancia.
Otras de las actividades de la organización han
sido la promoción del uso de preservativos, y la estrategia de denunciar
ante el Vaticano el hostigamiento y abuso sexual cometidos por sacerdotes
contra religiosas católicas en diferentes partes del mundo.
Correspondió al general José Francisco Gallardo
entregar el premio a Consuelo Mejía. La distinción, que se
entrega por décima ocasión, es para reconocer, estimular
y apoyar a organizaciones, grupos y personas que se hayan destacado por
su valor en la defensa y promoción de una cultura de respeto a los
derechos humanos en el país.
Reconocimiento póstumo
La ceremonia de ayer también fue para reconocer
la labor de la abogada Digna Ochoa, cuya muerte aún no ha sido esclarecida.
Los integrantes del jurado exigieron a las autoridades cumplir con su trabajo
y sancionar a los responsables del crimen.
Consuelo Mejía anunció que con los 10 mil
pesos recibidos ayer como parte del premio Sergio Méndez Arceo,
CDD dará inicio a un fondo base para establecer un galardón
que llevará el nombre de Digna Ochoa.
La actriz Ofelia Medina fue la encargada de entregar la
distinción a Luz Ochoa y Plácido, hermana de la abogada.
Llena de indignación y con el puño en alto, Medina afirmó
que en México imperan todavía fuerzas del mal que son capaces
de terminar con la vida de las personas. Aun así, gritó,
"¡Digna vive y nos da fuerza!"
Entrevistado sobre este tema, el titular de la CNDH opinó
que hasta ahora el balance sobre las investigaciones de la muerte de Ochoa
y Plácido es muy desfavorable. Dijo que después de tantos
meses la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal ya debería
haber entregado resultados.