Ministros del área buscan acordar proyecto
regional de salud y desarrollo humano
Admite Frenk Mora que el rezago sanitario es "el gran
reto" para el Plan Puebla-Panamá
Con el PPP, riesgo de saturación de servicios
y que se "globalicen los virus", expresa
ANGELES CRUZ
Aun cuando la inversión en salud garantiza mayor
productividad en el trabajo y mejor rendimiento en la educación,
el Plan Puebla-Panamá (PPP) no prevé todavía una asignación
importante de recursos a este sector, ni siquiera en México. De
los siete mil 457 millones de pesos que el gobierno federal destinará
este año a los programas relacionados con la integración
centroamericana, únicamente 25 millones se aplicarán en un
proyecto de medicina tradicional en Puebla.
Lo anterior, a pesar de que en los nueve estados del sur-sureste
incluidos en el PPP habitan 28 millones de personas. En esa zona se ubica
74.4 por ciento de la población indígena del país,
que presenta los más severos rezagos sociales, entre ellos el de
salud. El secretario del ramo, Julio Frenk Mora, admitió que este
atraso sanitario es el "gran reto" del PPP. El país enfrenta a dos
brechas, una al interior entre los estados del norte y los del sur, y otra
entre México y los países de Centroamérica.
Lo anterior se señaló durante la reunión
de ministros de Salud de los países mesoamericanos, en la que los
participantes acordarán el proyecto regional de salud y desarrollo
humano del PPP para enfrentar de manera prioritaria enfermedades como el
VIH/sida, la tuberculosis, el dengue, paludismo y oncocercosis; así
como los males prevenibles en la infancia.
Aprendizaje y trabajo
El secretario aseguró que con el desarrollo del
PPP existe un riesgo de que se saturen los servicios de salud, igual que
de una "globalización de los virus" causantes de enfermedades, porque
no necesitan pasaporte, indicó. Ahí está el caso de
los males producidos por vectores y el VIH/sida.
El funcionario explicó que México tiene
una vulnerabilidad especial por los flujos migratorios provenientes de
Centroamérica que se dirigen a Estados Unidos. La mejor manera de
enfrentar cualquier riesgo sanitario es con la cooperación y la
vigilancia epidemiológica. De ahí que una de las estrategias
propuestas por México a las naciones participantes en el PPP, sea
reforzar esos mecanismos de vigilancia, asentó.
Sin
embargo, el principal problema a resolver es el rezago sanitario que padecen
las comunidades indígenas ubicadas en la zona donde se instrumentará
el PPP, en los estados de Puebla, Veracruz, Tabasco, Guerrero, Oaxaca,
Chiapas, Quintana Roo, Campeche y Yucatán. Puso como ejemplo la
desnutrición crónica que prevalece en ese sector de la población
y que es de una altísima prioridad para esta administración.
Frenk Mora insistió en que el objetivo de lograr
un mayor crecimiento económico no será posible si la gente
no está sana. "Invertir en salud nos va a dar mejor rendimiento
en la inversión en educación. Los niños sanos aprenden
mejor y entre los adultos se garantiza una mayor productividad de su fuerza
de trabajo", apuntó.
De acuerdo con la información proporcionada ayer
en la reunión de ministros de Salud, los ocho países involucrados
disponen de una bolsa de cuatro mil 17.7 millones de dólares, de
los cuales 85.2 por ciento está destinado a la integración
vial y 11 por ciento a la interconexión energética de las
naciones.
El rubro de desarrollo humano dispone de 31.5 millones
de dólares, 0.8 por ciento del total. En esta iniciativa se plantea
reducir la pobreza, facilitar el acceso a los servicios sociales básicos
de la población vulnerable y contribuir al pleno desarrollo de los
pueblos mesoamericanos.
Para ello se propone la ejecución de cuatro proyectos,
ninguno de ellos relacionado con la salud de la población. Más
bien están encaminados a la capacitación para el trabajo;
un sistema de información estadística sobre migraciones;
participación de las comunidades indígenas y afrocaribeñas
en el desarrollo local, y manejo y conservación de recursos naturales.
Los ministros de Salud de Belice, Costa Rica, El Salvador,
Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y México escucharon
la presentación del PPP por parte de Florencio Salazar Adame, comisionado
presidencial del gobierno de México, así como la de David
Brandling, director adjunto de la Organización Panamericana de la
Salud. La conclusión de esta última subraya que si bien la
situación socioeconómica mejoró en los últimos
10 años en la región, persisten brechas significativas entre
los países y al interior de sus sociedades.
El dengue, el sida y la desnutrición son los retos,
indicó Brandling, y aunque el cólera y algunas enfermedades
controladas por vacunas parecen estar dominadas, persisten desigualdades
en el acceso a los servicios médicos.
Frenk Mora propuso un proyecto de salud del PPP, en el
que las acciones se desarrollen de manera colectiva, en forma simultánea,
con una clara definición de costo-alta efectividad y amplia participación
social.
El funcionario señaló que para empezar la
colaboración mesoamericana se podrían fortalecer los sistemas
de información, la vigilancia epidemiológica y la capacidad
diagnóstica de tuberculosis pulmonar, VIH/sida y otras infecciones
de trasmisión sexual, dengue, paludismo y oncocercosis, así
como enfermedades prevenibles en la infancia. Todo ello, explicó,
sustentado con evaluación e investigación y el desarrollo
de capacidades y participación social.
El cumplimiento de estas metas tendría como base
asegurar un blindaje sanitario en la región, mejorar la prevención
y control de enfermedades emergentes y remergentes, establecer mecanismos
de compras coordinadas con el fin de obtener mejores precios de insumos
estratégicos, entre otros.
Subrayó que en el PPP, los ocho países involucrados
participan en condiciones de igualdad. Lo que se busca son las sinergias
que ofrece la cooperación técnica.