Expresa su disposición de acudir al Senado
para conocer los argumentos en contra
La reforma política del Distrito Federal está
en riesgo de estancarse, advierte Ortiz Pinchetti
Hasta ahora lo único que vemos es la intención
de diferirla, dice el secretario de Gobierno
LAURA GOMEZ FLORES
El secretario de Gobierno del Distrito Federal, José
Agustín Ortiz Pinchetti, reconoció que existe riesgo de que
la reforma política de la ciudad se estanque y se rompa el consenso
logrado entre los partidos políticos, si el Senado regresa la minuta
respectiva a la Cámara de Diputados.
Aseveró que hay una clara intención en la
Cámara de Senadores "de diferir el tema, argumentando, de manera
increíble, que se trata de un traje a la medida de Andrés
Manuel López Obrador, cuando no se amplía una sola de sus
facultades como jefe de Gobierno".
La intención de la reforma ha sido desde un principio
ampliar las atribuciones del Poder Judicial y de la Asamblea Legislativa,
a fin de establecer las bases de una constitución local, y "de fracasar
en este nuevo intento caeremos en una parálisis similar a la que
existe en materia de reforma del Estado, cuando esa instancia debería
demostrar que hay impulso suficiente para llevarla adelante", argumentó.
Al clausurar los trabajos de la séptima asamblea
de la Coparmex-DF, reiteró que desconoce cuáles son las objeciones
concretas de algunos senadores contra la reforma política, en particular
los de la Comisión del Distrito Federal, la cual se encuentra entrampada
y escatima el derecho de los capitalinos de contar con un estatuto constitucional.
"Es una lástima que no se hayan expresado claramente
las objeciones, cuando hemos estado abiertos a dar una respuesta puntual
y no ha habido un debate, que nos interesaría para destrabar este
tema". No obstante, agregó, "sabemos que hay una ruta crítica
para revisarla y eso nos alienta". Asimismo, el funcionario expresó
su interés de reunirse con los senadores, independientemente de
que quieran hablar con el jefe de Gobierno.
Con la reforma política, agregó, se establecerían
las bases para una constitución local, se terminaría con
los lastres heredados por la última regencia -que concluyó
en 1997- y sería un instrumento para el desarrollo de la ciudad
de México.
Disposición al diálogo
José Agustín Ortiz Pinchetti externó
que es posible que se apruebe la reforma política, pese a todos
los obstáculos interpuestos -"hay gente trabajando en ese sentido",
dijo-, pero también se corre el riesgo de que se estanque; "tenemos
que reconocerlo, aunque el Senado no nos ha dado argumentos para oponerse
a su aprobación".
Sin embargo, expresó su disposición a acudir
a la Cámara de Senadores "no para un debate sino para un diálogo",
porque hasta ahora "lo único que vemos es que quieren diferir, diferir
y diferir" la reforma.