El principal negociador palestino califica la
propuesta de "pura pérdida de tiempo"
La presencia de Arafat en la conferencia sobre Medio
Oriente "no es necesaria": Colin Powell
Shimon Peres manifiesta que no se opone a que acuda
a la reunión el presidente de la ANP
Jesusalen, 15 de abril. La presencia del presidente
de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Yasser Arafat, "no es necesaria"
en la conferencia sobre Medio Oriente propuesta la víspera por Israel,
señaló este lunes el secretario de Estado de Estados Unidos,
Colin Powell, aunque el canciller israelí, Shimon Peres, no se opuso
a la presencia del líder palestino en ella.
Para
Powell, la celebración de la cumbre regional será un medio
para buscar una salida al conflicto y los temas sobre seguridad serán
prioritarios, pero también se tomará en cuenta la dimensión
política para responder a las exigencias de los palestinos.
No obstante, reconoció que la conferencia, cuya
organización se encuentra en su fase inicial y aún no hay
nada estructurado, "no será en sí una solución, sino
un medio para reunir a las partes y tratar de que se hablen".
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, propuso
ayer a Powell la celebración de una conferencia, pero sin la presencia
de Arafat, al que se niega a considerar como socio digno de crédito.
Aunque Powell no rechazó abiertamente la asistencia
del líder palestino, expresó que "un modelo que uno podría
considerar es el de una conferencia a nivel ministerial, no necesariamente
de jefes de Estado o de gobierno", declaró ante periodistas a su
regreso a Israel, tras sendas visitas a Líbano y Siria.
Sharon dijo este día a la cadena de televisión
estadunidense Fox News que la conferencia podría realizarse en cuestión
de semanas y que en ella realmente se podría avanzar, pero reiteró
que sería imposible hacerlo con la presencia del líder palestino.
La radio pública de Israel, que citó a altos
responsables, señaló que la conferencia podría tener
lugar en un plazo de seis semanas y que podría efectuarse en Estados
Unidos.
Contrariamente a Sharon, el canciller Shimon Peres declaró
que no se opone a la presencia del presidente palestino en la conferencia.
"Cada pueblo elige a sus representantes", dijo tras manifestar que este
encuentro podría "abrir un horizonte político."
La conferencia, de acuerdo con Sharon, reunirá
a representantes israelíes, palestinos, egipcios, jordanos, marroquíes,
sauditas y de los estados del Golfo, aunque no incluyó a la Unión
Europea ni ?por supuesto? a Arafat, quien ayer se declaró listo
para participar en ella a condición de que se repliegue el ejército
israelí de los territorios ocupados.
Egipto se mostró favorable a la celebración
de dicha conferencia, pero indicó que deberá desarrollarse
a partir de las conclusiones y resoluciones de las conferencias precedentes,
indicó el canciller Ahmed Maher.
Trascendió que el presidente del gobierno español,
José María Aznar, habló telefónicamente con
Yasser Arafat. En Luxemburgo, los ministros de Relaciones Exteriores de
la Unión Europea decidieron cerrar filas tras los esfuerzos de paz
de Washington y no tomar medidas que puedan entorpecer la misión
de Powell.
El secretario estadunidense "debe saber que puede contar
con nuestro apoyo", dijo el canciller de España, Josep Piqué,
cuyo país ejerce la presidencia de la UE. No obstante, lamentó
que la Unión Europea no haya sido mencionada por el primer ministro
israelí cuando propuso la conferencia sobre Medio Oriente.
"Por ahora esperaremos resultados de la misión
de Powell", aunque el hecho de que el jefe de la diplomacia estadunidense
haya podido ver a Arafat es un paso positivo, destacó Piqué.
El principal negociador palestino, Saeb Erekat, calificó
la propuesta de "pura pérdida de tiempo", mientras el líder
de la oposición izquierdista israelí, Yossi Sarid, la definió
como "un truco de relaciones públicas sin sustancia".
Analistas consideran que la conferencia de paz regional
tiene pocas posibilidades de convertirse en realidad, sobre todo porque
es un intento para ganar tiempo en medio de las operaciones militares israelíes.
Por otro lado, Powell tampoco pudo conseguir nada de Líbano
y Siria, adonde viajó con la intención de reducir la tensión
entre los dos países e Israel, que amenaza con abrir un segundo
frente en Medio Oriente.
Pese a que Powell insistió en el "peligro real
de que la situación en la frontera entre Líbano e Israel
desemboque en un conflicto general en la región", el presidente
libanés, Emile Lahoud, repitió que Israel es "totalmente
responsable de la deteriorada situación".
A todo esto, el movimiento chiíta libanés
Hezbollah anunció que continuará sus operaciones contra las
tropas israelíes que ocupan el disputado sector fronterizo de las
granjas de Chebaa y que no se someterá a presiones ni amenazas.
En Damasco, el presidente sirio, Bashar el Assad, consideró
que los atentados suicidas perpetrados por los palestinos "son un resultado
y una consecuencia de las prácticas israelíes (...) y es
mejor erradicar las causas y no perder tiempo en comentarios".