Dato Param Cumaraswamy, relator especial de la ONU

Opuestas, las posturas de gobierno y judicatura sobre corrupción judicial

En entrevista con La Jornada insiste en que su informe sobre México está sustentado

KYRA NUÑEZ CORRESPONSAL

GINEBRA, 12 DE ABRIL. "La verdad no peca, pero incomoda", fue la frase que utilizó Dato Param Cumaraswamy, relator especial de la ONU para la independencia de jueces y abogados, en respuesta a las críticas y ataques de la judicatura mexicana al informe de su misión en México en 2001. Esa postura es diametralmente diferente a la del gobierno, que admitió la apremiante necesidad de cambio, especialmente en la corrupción de abogados, jueces y magistrados, dijo.

Entrevistado por la vía telefónica en Malasia por La Jornada, el relator especial declaró que su informe no fue sorpresivo para el gobierno, ya que una copia del mismo le fue enviada meses atrás, y respondió que sería ampliamente distribuido entre los órganos correspondientes. Ahora le sorprende la reacción de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura.

Respecto de la crítica sobre la corrupción, Cumaraswamy afirmó que su informe dejó claro que se trata de alegatos y quejas, y que lo mismo hizo saber a las autoridades en diversas reuniones sostenidas durante su misión. "Es más, lo que encontré interesante es que éstas no pudieron informarme por qué, con alegatos de corrupción hasta de 70 por ciento entre los profesionales de la impartición de justicia, nadie ha sido disciplinado. Tampoco lo negaron. Es más, si fuera 1 o 10 por ciento, la investigación y la medida disciplinaría se harían imperativas".

Es cierto, admite, que en 10 días no se puede investigar a fondo cómo un procurador investiga cada alegato, pero aclara que cuando un relator presenta informes que contienen alegatos, es información para que el gobierno proceda a investigar.

Hasta donde percibe, Cumaraswamy recibió del gobierno una respuesta clara, que admite que resta largo camino por recorrer en el sistema de justicia, sobre todo en lo relacionado al combate a la corrupción. ƑPor qué la judicatura sale ahora con esto?, se pregunta, y responde: "lo que deberían estar haciendo, en vez de refutar las informaciones, es verse a sí mismos, investigar los alegatos. Sus críticas y ataques son prematuros", consideró.

Y detalla: "el informe dice que encontré una situación en la que la percepción generalizada de los mexicanos es que el sistema de justicia es corrupto, con casos específicos, y que la desconfianza pública en el sistema es generalizada; no puedo entender que la judicatura se defienda, en vez de sacar ventaja de la información y dedicarse a hacer lo que debería, como promover acciones para atraer la confianza hacia el sistema judicial".

Interrogado sobre si tal reacción es exagerada, Cumaraswamy afirmó: "todo lo que puedo responderle es: la verdad no peca, pero incomoda". Los relatores no estamos para cubrir la cara de las autoridades, sino para examinar situaciones; en mi caso, en diez días de misión recabé material considerable, trabajando de las siete de la mañana a las 11 de la noche, hasta justo antes de abordar el avión de regreso. Las quejas, acusaciones e informaciones presentadas están sustentadas.

Cumaraswamy consideró que "sería interesante saber la reacción de la sociedad civil" al informe.

La respuesta del gobierno mexicano, insiste, se la dio el diplomático Arturo Hernández Besave durante la sesión 58 de la Comisión de Derechos Humanos. Recuerda que "fue de aprecio al informe, aun en el caso de corrupción, y que mucho tienen por hacer para tener confianza en el sistema de justicia. Y uno se pregunta: Ƒpor qué la judicatura está en posición de autodefensa?"

Las recomendaciones de los relatores no son compulsivas para los Estados; así, "si el gobierno se contradice con su declaración de Ginebra y refuta el informe, no hay nada que podamos hacer. Los relatores no cambiamos nuestras conclusiones y recomendaciones para complacer a los gobiernos o a otras autoridades".

No obstante, Cumaraswamy dice no estar sorprendido de la reacción de la judicatura, aunque, añade, ésta debe mirarse a sí misma y ver la imagen que tiene ante el público, en vez de criticar y atacar al relator especial y condenar el informe. No esperaría que lo acepte tal cual, pero cuando menos puede ver el aspecto positivo, que es mucha información recopilada en el país mismo, con los propios mexicanos y que, tengo que decirlo, hay también la muestra de aprecio del relator.

A su juicio "no hubo problemas de idioma". De su parte tuvo dos excelentes intérpretes a su disposición. Lo que se dijo no da lugar a confusiones o dudas. La reacción exagerada de la judicatura pienso que se debe precisamente a las cosas que les dije, como que su imagen no es de lo más limpia en el país; también les dije, y está en el informe, que no debe la magistratura venir a declarar ser una instancia independiente e imparcial, porque quien se lo debe decir es el público, el consumidor de justicia, pero éste no tiene esa percepción, imperan la corrupción y la impunidad. Como relator me preocupa el consumidor de justicia, no lo que piensan de sí mismos los jueces y abogados.

Dijo Cumaraswamy que es la primera vez que hay tal reacción de parte de la judicatura. Normalmente los gobiernos expresan malestar en algunos resultados, pero es la primera ocasión en que los mismos jueces piensan primero en sí mismos que en el público. En general los gobiernos se ven alentados en la búsqueda de mecanismos correctivos para situaciones erróneas en la impartición de la justicia.

El alegato de corrupción es serio, las quejas son innumerables, la percepción es que es un problema endémico. En el país se dice que el gobierno está haciendo cambios, pero la situación encontrada es que posiblemente sea un cambio tan lento que no se ve.

Estoy contento de este giro público porque mientras más se hable de los resultados del informe, más deberá hacerse; las críticas a los relatores no son cosa nueva, estamos acostumbrados. Pero la conciencia que tenemos es tranquila. Como dije antes, la verdad no peca, pero incomoda, Ƒqué le vamos a hacer?