La agenda de la cumbre, rebasada por el tema de Venezuela
San Jose, 12 de abril. El análisis de la situación en Venezuela dominó los trabajos del segundo y último día de la 16 Cumbre del Grupo de Río. Horas y horas dedicaron los jefes de Estado y de gobierno y cancilleres reunidos en San José a deliberar sobre la posición que deberían adoptar luego del golpe de Estado que derrocó al presidente venezolano, Hugo Chávez Frías; en cambio "si acaso" fueron dos horas las que destinaron a abordar los temas que originalmente programaron: fortalecimiento familiar, lucha contra la pobreza y disminución del gasto militar en la región.
Incluso, la propuesta promovida por los mandatarios de Uruguay, Jorge Battlle, y de Costa Rica, Miguel Angel Rodríguez, para respaldar el documento que los uruguayos presentaron en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra sobre la violación a los derechos humanos en Cuba, pasó a segundo término. "Todo, todo quedó rebasado por la situación en Venezuela", reveló el subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores para América Latina y el Caribe, Gustavo Iruegas.
Así, en esos 120 minutos, las delegaciones de los 18 países representados en el Grupo de Río -faltó Venezuela, por obligadas razones- emitieron al final de la jornada la "Declaración de San José", documento que en 38 puntos resume las "preocupaciones" y "propuestas" de la región en el contexto internacional actual.
Destaca entre esos puntos la ratificación que hacen a su compromiso de participar en las reformas para el mejoramiento y optimización de los mecanismos extraconvencionales de las Naciones Unidas, así como para el fortalecimiento de la Oficina del Alto Comisionado de los Derechos Humanos. Asimismo, expresaron su respaldo a la entrada en vigor del estatuto de Roma que crea la Corte Penal Internacional, que investigará y castigará crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad.
El cónclave lationoamericano, en el mismo sentido, "condenó" y "rechazó" el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, y reafirmó su compromiso "con el cumplimiento de los instrumentos jurídicos internacionales a favor del desarme y la nos proliferación de armas de destrucción masiva".
Punto seguido, suscribieron el compromiso de hacer "efectiva y gradual" la limitación de gastos de defensa en la región latinoamericana y que, en cambio, esos presupuestos militares se destinen a los programas para combatir la pobreza.
En materia económica, los países integrantes del Grupo de Río "enfatizaron la importancia" de las negociaciones tendientes a la constitución del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA) en el año 2005, y asignaron la "mayor prioridad" a aquellas negociaciones que se desarrollan en los esquemas de integración subregional o regional.
Manifestaron el acuerdo por participar en la cumbre América Latina-Unión Europea, que se llevará a cabo el próximo mes de mayo en Madrid, con el objetivo de "concretar una verdadera asociación estratégica birregional" entre Europa y la región lationamericana.
Por lo que hace a los "pronunciamientos" contra la pobreza, la "Declaración de san José" establece el compromiso de los gobernantes de "fortalecer la inversión" para lograr mejoras sustantivas en el acceso y calidad de la educación, "convencidos que es el único medio capaz de generar mejores ciudadanos y asegurar una mayor igualdad de oportunidades", y "reafirmaron" su convencimiento de que "el libre comercio es una condición esencial para la generación de recursos genuinos capaces de reducir eficazmente la pobreza".
La próxima reunión del grupo se llevará a cabo en la ciudad de Lima, Perú, el próximo año, mientras que desde ahora se acordó que la cumbre del 2004, se realizará en Brasil, en una ciudad aún por definir.
Respaldo al gobierno de Pastrana
Por otra parte, el Grupo de Río manifestó su absoluto respaldo y solidaridad al presidente de Colombia, Andrés Pastrana, a quien hicieron un "reconocimiento" por sus "decididos esfuerzos" por alcanzar la paz y "poner en marcha un generoso esfuerzo de negociación política" con los grupos guerrilleros que operan en su país. Para éstos, hubo una condena "por las reiteradas violaciones a los derechos humanos" que cometen contra la población colombiana. JOSE MANUEL VENEGAS