Desmiente concejo autónomo expulsión de pobladores de Nuevo San Martín

Una comedia, conflicto en comunidad chiapaneca

Acusan a líder de inventar presunta agresión de zapatistas para no pagar adeudo

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Municipio Autonomo Ernesto Che Guevara, 12 de abril. Un montaje resultó el "conflicto" de Nuevo San Martín, que "con unos cuantos leños podridos" (según expresión de un hombre mayor, miembro del concejo autónomo) atizó versiones sobre "casas quemadas" y "nuevos desplazados" en este municipio hace un par de días.

Entrevistados en Moisés Gandhi, los voceros del concejo manifestaron su sorpresa ante la historia de que los zapatistas estarían expulsando familias de "disidentes" en un predio de tierras recuperadas, a unos 10 kilómetros de aquí, en dirección a Altamirano.

Lo que está sucediendo en la comunidad de Nuevo San Martín desde el sábado 6 de abril es un problema entre los mismos del PRD que forman esa comunidad", dice un comunicado que entregaron a este enviado las autoridades autónomas.

Otro vocero del concejo lamentó que "la gente allí ha de seguir creyendo que nosotros vamos a venir a sacarlos. Están engañados por su líder, Martín Díaz López, que los está usando de pretexto para no pagarles la madera que han cortado todos de manera ilegal, y él se quedó con el dinero".

Al insistir en que los zapatistas nada tienen que ver en esa historia "prefabricada", según su propia expresión, agregó: "lo hicieron con mucho cuidado. Pensamos que vino gente del gobierno a organizarlos. Entonces hicieron que su propia gente quitara sus casas y se fuera, con el petate del muerto de que ahí venían los zapatistas a sacarlos".

La noche del 10 de abril, La Jornada estuvo en Nuevo San Martín y pudo ver a varias familias desbaratando sus precarias viviendas, cargando sus pertenencias en camiones de tres toneladas a su disposición y quemado unas vigas. Según cuentan hoy las autoridades autónomas, esas familias perredistas (a las que en ningún momento denominan "desertoras") fueron víctimas de un engaño.

La denuncia

"Vemos que este problema lo está usando el gobierno en contra nuestra para que no aparezca que tuvieron problemas entre los mismos de San Martín, sino entre ellos y nosotros, diciendo que desplazamos a 25 familias", señalan en su denuncia escrita las autoridades de Moisés Gandhi.

"Pasamos a contar la historia de esa comunidad: el 3 de de enero de 2001, cinco familias de Nueva Esperanza llegaron a los predios de Santa Cruz y José Buenrostro, tierras recuperadas del municipio autónomo Che Guevara. Luego buscaron a 20 familias de Abasolo para que se fueran a vivir ahí". Sólo cinco de Abasolo respondieron a la invitación y llegaron otras cinco de Tenejapa.

"Ninguna de estas familias eran bases zapatistas; fueron Martín Díaz López, dirigente de PRD en ese poblado, y Carlos Díaz López y su papá, Virgilio Díaz, los que los invitaron a vivir allí. También son quienes tienen relación con el antiguo dueño de esas tierras, que les autorizó entrar a ellas a cambio de que él se beneficiara con la venta de madera. De esa manera se formó la comunidad de San Martín."

Los pobladores de San Martín, prosigue el relato de los autónomos, "desde hace un año y cuatro meses que están ahí, pero no buscaron el consentimiento del municipio autónomo para ocupar las tierras. Aunque no nos respetaron cuando se posesionaron de las tierras y ocuparon los predios de Santa Cruz y José Buenrostro, como autoridades les hicimos el señalamiento de que no podían ocupar los dos predios, que dejaran uno o el otro para los de Galilea. Hace siete meses que les dijimos esto y quedaron de darnos una respuesta en tres días, que hasta ahora no han dado. No les hemos vuelto a hablar, porque son personas sin respeto, que manipulan y engañan a la gente.

"Como municipio autónomo hemos escrito a sus autoridades para platicar con ellas, porque no nos gusta que vendan la madera. Ya han vendido mil 300 árboles, y nuestro municipio autónomo no permite la tala, no permite sacrificar la naturaleza porque es parte de nuestra vida que van a utilizar nuestros hijos y sus hijos de ellos. Cuando supimos sobre la venta de madera fuimos al lugar de los hechos y se les señaló que está mal y que no lo volvieran a hacer."

El problema, agrega el concejo rebelde, es que los perredistas quisieron negociar el terreno con el gobierno. "Pensamos que desde el principio tenían esta idea y también la de saquear la madera; empezaron a tener problemas porque el gobierno les pidió que juntaran 40 familias para poder negociar y sacar el plano y las escrituras. Los de San Martín fueron a pedir apoyo con el dirigente del PRD de Altamirano, Gabriel Montoya, para que les mandara más gente y completaran la cantidad que necesitaban. Los de San Martín no pudieron conseguir las 40 familias, entonces decidieron sólo medir los sitios y repartírselos".

De acuerdo con los zapatistas, "es ahí donde empezaron a tener el problema más fuerte. Estuvieron discutiendo porque Martín Díaz López empezó a mentir y meter miedo en la gente para que abandonaran sus casas y destruirlas. El lunes 8 salieron cuatro familias y después otras 12. El miércoles 10 regresaron a destruir sus casas. Los de San Martín que todavía quedan dijeron que no se han quemado casas, sólo algunos restos de madera que sobraron de la destrucción que hicieron los mismos dueños".

"Como siempre lo hicieron sin nuestro consentimiento, sin respetar. Son los mismos que ahora nos hacen acusaciones falsas, ya que el mismo Martín Díaz administró el dinero de la venta de madera y cobraba a las personas que entraban a habitar la comunidad", refiere la denuncia, donde el concejo rebelde considera que a Díaz López "se le hizo fácil meterle miedo a la gente utilizándonos a nosotros".

Las autoridades autónomas declaran: "nos culpan para ocultar su situación real de por qué se está desintegrando su comunidad. Como autoridades sabemos cómo está el problema y lo estamos siguiendo. No es cierto que se les desplazó; no se quemaron casas ni se les está obligando a ser parte del municipio autónomo".

Concluyen: "nosotros denunciamos con la verdad, porque conocemos los problemas y sabemos la historia de cada uno de los pueblos que está dentro de nuestro municipio".

La familia Díaz López, originaria de Nueva Esperanza, Altamirano, "formó y quitó a su conveniencia el pueblo de Nuevo San Martín", comentó el más joven de los tres representantes del concejo al terminar la conversación. "Nos dan hasta risa las historias que se inventaron", agregó, refiriéndose a la versión de que incluso "unos milicianos" habrían venido a quemar las casas de los "desplazados", expulsados en realidad por sus propios caciques.

Eso sí, la agencia noticiosa gubernamental divulgó con puntual detalle la historia urdida por Martín Díaz López, y funcionarios gubernamentales no identificados acudieron con prontitud al lugar de los hechos para respaldar a los expulsados.

No obstante, en San Martín no hubo ninguna casa quemada. El sainete de los "desplazados" resultó una mala comedia.