Debe cobrarse el arancel que existía antes de la apertura del sector, señalan
Demandan productores de arroz al gobierno revisar TLC
ENRIQUE MENDEZ
Los productores de arroz demandaron ayer al gobierno federal revisar con sus socios comerciales el capítulo agropecuario del Tratado de Libre Comercio para que se impongan los aranceles que exis-tían para las importaciones del grano antes de la apertura económica, con el fin de evitar que continúe creciendo la crisis en el sector.
De acuerdo con el informe que presentó la Federación Nacional de Productores de Arroz en su segundo congreso nacional ordinario, México ha dejado de ser autosuficiente en la producción de este cereal, debido al continuo aumento de las importaciones, y precisó que de 1985 a 2001 la caída de la producción fue de 81 por ciento en todo el país.
Según las cifras de la federación, para atender las demandas del consumo nacional se importan 300 mil toneladas de arroz, principalmente de Estados Unidos, lo que implicó un incremento de casi 76 por ciento en las compras externas. Y eso que desde 1994 el gobierno federal aplicó un embargo fitosanitario a las importaciones de países asiáticos, lo que eliminó la entrada directa de este producto de países como China y Vietnam.
El informe que presentó Pedro Alejandro Díaz, dirigente de los productores, revela que también ha caído el consumo per cápita de arroz, que de representar un alto grado alimenticio en la dieta de los mexicanos, entre 1985 y 1988 disminuyó 22 por ciento. La situación empeora frente a la competencia con EU y Canadá, pues los niveles de producción son más bajos que los de esos países.
Las estadísticas reflejan que los agricultores estadunidenses producen 1.7 toneladas por hectárea más que los mexicanos, pues aquellos utilizan técnicas especializadas y sistemas de riego, a diferencia de los nacionales, que sólo siembran por temporal.
El documento señala que los productores también tienen problemas de comercialización, pues no pueden vender el arroz directamente, sino que tienen que utilizar el servicio de los acopiadores, quienes obtienen las mayores utilidades, "lo que provoca que los auténticos campesinos sean los únicos que corren riesgos en la producción y comercialización".
En el encuentro, realizado en las instalaciones de la CNC, se planteó que la crisis de la siembra de arroz también se debe a una fuerte reducción en la superficie de tierra destinada al cultivo. A partir de 1986, y como resultado de las políticas de cambio estructural y de ajuste macroeconómico puesto en marcha por el gobierno federal, se redujeron los apoyos a productores e industriales, que optaron por dedicarse a otras actividades. Desde entonces, y hasta el año pasado, del total de la superficie nacional dedicada al cultivo del cereal, ahora sólo se ocupa 23.4 por ciento.