La iniciativa de Aznar destruye la democracia,
señala
El PNV acudirá al tribunal europeo si Madrid
ilegaliza a Batasuna
La medida provocaría más victimismo y
muertos: Arzalluz
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 11 de abril. El moderado Partido Nacionalista
Vasco (PNV, en el gobierno regional) anunció hoy que de entrar en
vigor el proyecto de ley de partidos políticos propuesto por el
Ejecutivo español, el conservador José María Aznar,
hecha ad hoc para ilegalizar a Batasuna, considerada brazo político
de ETA, recurrirá al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, ya que
la iniciativa "atenta contra las garantías fundamentales" y "destruye
la democracia".
El
máximo dirigente del PNV, Xabier Arzalluz, compareció ante
la prensa para informar de la decisión adoptada por su formación,
primera fuerza en el País Vasco, basada en un informe jurídico
elaborado por expertos del partido. En dicho estudio se señala que
la reforma propuesta por Madrid es "claramente anticonstitucional y de
dudosa inspiración democrática".
El proyecto de ley, elaborado por el gobierno y por el
Partido Popular (PP), pretende remplazar a la legislación vigente,
aprobada en 1978 por todos los partidos políticos que participaron
en el proceso de "transición democrática" después
de la muerte del dictador Francisco Franco. El proyecto de ley mencionado
se hizo con la intención de crear el marco legal que permita la
disolución de la coalición de separatistas radicales, que
representa a 10 por ciento del electorado vasco, si bien una vez hecho
público el texto surgieron detractores y entusiastas del documento
en el seno del Poder Judicial y de asociaciones de fiscales y jueces. Entre
los partidos opositores, incluido el Socialista Obrero Español (PSOE),
tambien surgieron críticas en las que enfatizaban que Aznar pretende
aprobar una ley "sin contar con los partidos políticos", con lo
que se rompería el consenso logrado en los años de la transición
democrática.
Arzalluz dijo que después de estudiar el proyecto,
el PNV considera que de aprobarse "tienen el deber" de acudir a los tribunales
europeos, ya que esa ley "afectaría derechos fundamentales como
el de asociación política, que es la base de un sistema democrático",
y no descartó que la normativa también pudiera servir para
ilegalizar al propio PNV o otras formaciones nacionalistas gallegas y catalanas.
El líder nacionalista explicó que "la democracia tiene derecho
a defenderse de quienes quieren acabar con ella, pero no se debe llegar
hasta el punto de destruirla, que es el camino que lleva el anteproyecto
de ley".
Arzalluz considera además que es "contraproducente",
porque lejos de hacer daño a Batasuna "le va a favorecer, con lo
que vamos a tener más callejeo, más victimismo y más
muertos", y señaló que la iniciativa "va a ser un boomerang
para el PP".
Emilio Olabarría, diputado del PNV y ex miembro
del Consejo General del Poder Judicial, presentó el informe jurídico
que concluyó que el proyecto de ley de Aznar es "claramente anticonstitucional
y de dudosa inspiración democrática", que además "expropia"
de su competencia a la jurisdicción penal y "vacía de contenido"
al Código Penal, que establece por cuales delitos debe ser declarado
ilegal un partido político, mismos que no ha cometido hasta ahora
Batasuna. Olabarría añadió que es una "falacia" que
se exija a los partidos políticos asumir los principios democráticos
y los valores constitucionales, ya que esto iría en contra de los
derechos de la libertad de expresión.
En resumen, dijo Olabarría, "el anteproyecto de
ley se erige en otra vuelta de tuerca contra un sistema de libertades públicas
y está destinado a crear un derecho punitivo dirigido no al bien
general de los ciudadanos, sino a castigar al enemigo".
Desde las filas socialistas, Juan Fernando López
Aguilar, responsable del área de Libertades Públicas, pidió
a Aznar y al PP que "respeten las reglas del juego democrático"
para la aprobación de la iniciativa, ya que "una ley de partidos
no se puede aprobar contra éstos". La postura del PSOE ante la propuesta
de Aznar aún no es definitiva, ya que las enmiendas que propuso
fueron descartadas por el gobierno, que consideró que la actitud
socialista es una "irresponsabilidad" e incumple los preceptos del pacto
anti-ETA que firmaron en diciembre de 2000.
En tanto, el Consejo General del Poder Judicial aprobó
sin consenso el informe jurídico de la citada iniciativa, que contó
con los votos de los tres vocales propuestos por el PP, mientras que los
otros dos vocales -sugeridos por el PSOE -votaron en contra.