El gobierno pretende hacer todo "al vapor",
responde Hernández Juárez
Abascal insta a no trivializar la reforma laboral
ELIZABETH VELASCO C.
El secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza, pidió
al sector obrero "no trivializar" la discusión sobre la reforma
laboral, pero la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) advirtió
que no aceptará la "contrarreforma" que pretende impulsar el gobierno
federal.
Abascal Carranza rechazó que la Secretaría
del Trabajo y Previsión Social (STPS) tenga elaborado un anteproyecto
de ley federal en la materia, y sostuvo que entre los sectores productivos
continuarán las discusiones correspondientes hasta obtener los consensos
que se requieren para impulsar la reforma en cuestión.
En contraparte, Francisco Hernández Juárez,
presidente colegiado de la UNT, denunció que Abascal busca que se
apruebe una reforma que sólo reconozca a los sindicatos con representatividad
nacional en la mayoría de los estados, y no sólo en dos o
tres; de permitirlo, subrayó, no se podrá tener sindicatos
nacionales.
Más aún, dijo, el gobierno no tiene la intención
ni el interés de reformar a fondo la legislación laboral
y pretende hacer todo al "vapor" y lo más pronto posible, para flexibilizar
los derechos de los trabajadores, eliminar el voto secreto y limitar la
libertades sindicales.
Ante ello, anunció que buscará al presidente
del Congreso del Trabajo, Leonardo Rodríguez Alcaine, para proponerle
que presenten una postura unificada ante el gobierno y, de ser necesario,
determinen si se levantan de la mesa de negociación y no regresan
en tanto no se cumpla con los compromisos que el secretario hizo con los
trabajadores.
Al participar en un mitin de apoyo a organizaciones campesinas,
se refirió a la negativa por parte de las autoridades laborales
a que la STPS sea supervisada por la Comisión Nacional de Derechos
Humanos, no obstante "los abusos de autoridad" que se cometen en perjuicio
de los trabajadores.
Hernández Juárez expresó que los
sectores productivos creyeron que a partir del cambio de gobierno la reforma
iba a darse de manera integral, lo cual implicaría cambios a la
Constitución y a las instituciones y organismos descentralizados
laborales que, como la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje,
dependen de la STPS.
Esos cambios son necesarios, agregó, pues actualmente
es difícil que un juez, que depende del titular del Trabajo, se
oponga a una decisión por muy arbitraria que sea. De ahí
la intención de sacar a los jueces de lo laboral del ámbito
del Poder Ejecutivo y pasarlos al del Judicial.
En tanto, Abascal negó que quiera imponer una iniciativa
de ley y exhortó a los integrantes de la mesa central de diálogo
para la reforma a "no permitir que la discusión se vuelva objeto
de rumores o distorsiones, porque de ser así todos los mexicanos
saldríamos afectados".
De la consulta para la reforma que hizo la STPS, dijo
que "la organizó bajo su responsabilidad y lo mismo pueden hacer
los sectores empresarial y obrero; de hecho así va a ser si así
lo desean".
Según Abascal, así fue como los sectores
productivos acordaron que se harían las consultas en la negociación
de la mesa central, por lo que, refutó, "no hay nada extraño
ni unilateral".