Comisión gubernamental de Holanda lanza la denuncia
Acusan a cascos azules de no impedir una matanza en Bosnia, en 1995
DPA Y AFP
La Haya, 10 de abril. Una comisión gubernamental de Holanda acusó hoy de pasividad a los cascos azules holandeses que protegían en 1995 el enclave musulmán de Sbrebrenica, en el este de Bosnia-Herzegovina, de no impedir el asesinato de 7 mil musulmano-bosnios, en lo que definió como la "peor matanza desde la Segunda Guerra Mundial".
En un informe presentado este martes, el Instituto Holandés para la Documentación de la Guerra (NIOD), señala que los planes de paz de Occidente durante la guerra de Bosnia (1992-1995) en lugar de apaciguar la situación en los Balcanes atizaron más el fuego de la guerra en muchos casos.
El NIOD acusa a las fuerzas de paz holandesas a cargo de la protección de la ciudad de no impedir la matanza de miles de musulmanes a manos de fuerzas serbio-bosnias, informó la BBC en su edición digital.
La Organización de Naciones Unidas (ONU) había declarado "área de seguridad" a Sbrebrenica, pero cayó sin que los 110 efectivos holandeses que conformaban las fuerzas de paz de la ONU opusieran resistencia.
Unos 7 mil adultos y menores musulmanes fueron asesinados.
El informe de 7 mil páginas llevó cinco años de investigación y constituye la historia oficial holandesa de los sucesos en Sbrebrenica. Señala que las fuerzas holandesas no tenían el entrenamiento necesario y carecían de un mandato claro de la ONU.
Pero el documento responsabiliza a los efectivos holandeses por no investigar los testimonios de matanzas de civiles musulmanes.
En todo caso, la NIOD señala que la responsabilidad final corresponde al general Ratko Mladic, jefe de los serbio-bosnios en esa región en la época en que ocurrió la matanza.
En un informe de 1999, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, responsabilizó a la comunidad internacional por no proteger el enclave, pero insistió en que era imposible "saber si una acción más decidida por parte de las fuerzas holandesas habría salvado vidas humanas".
En La Haya, el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia dictaminó que la matanza fue genocidio, y en agosto pasado condenó a 46 años de prisión al general serbio-bosnio Radisav Krstic, uno de los máximos responsables del hecho, en el que según testimonios de sobrevivientes, fotografías aéreas y evidencia de fosas comunes, indican que la mayoría de las víctimas fueron ejecutadas sumariamente.