La meta para este año es que vuelvan a su lugar de origen un millón 200 mil desplazados
Prepara Irán el regreso de 400 mil refugiados a Afganistán, en cooperación con ACNUR
En 23 años, Islamabad recibió más ayuda que Teherán para ayudar al exilio afgano
JUAN PABLO DUCH/I ENVIADO
Teheran, 10 de abril. "Es justo reconocer que el gobierno de Irán ha hecho un gran esfuerzo para acoger en su territorio y apoyar a los refugiados afganos durante los pasados 23 años", periodo de ininterrumpido conflicto armado en el vecino Afganistán, afirmó de entrada Philippe Lavanchy, jefe de la misión del Alto Comisiariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en este país.
Y explicó: "Por la situación peculiar de Irán, la comunidad internacional no manifestó mayor interés en apoyar a los refugiados afganos que se encontraban aquí. En cambio, Pakistán obtuvo -en términos comparativos con Irán- mucho más respaldo financiero y de otro tipo".
El funcionario internacional, brasileño y con 25 años de trabajar para ACNUR, recibió a La Jornada este miércoles, poco después de haber inaugurado el centro de repatriación de Teherán, el principal de los siete que se abrieron simultáneamente en los sitios de mayor concentración de refugiados en Irán para facilitar el regreso voluntario de los afganos.
Estos centros, comentó Lavanchy, forman parte del acuerdo tripartita firmado el 3 de abril en Ginebra por ACNUR, Irán y Afganistán, que establece los lineamientos de un programa conjunto para facilitar el retorno de los afganos a su país de origen.
Con un presupuesto de 10 millones de dólares, el programa se fija como meta para este año el regreso de 400 mil afganos, del total de 2 millones 300 mil refugiados de esa nacionalidad que hay en Irán. Se prevé que otros 400 mil que están en Pakistán y un número igual de desplazados internos se beneficien de programas similares, con el propósito de que hacia finales de 2002 hayan podido volver a sus lugares de residencia un millón 200 mil afganos.
"La repatriación desde Pakistán empezó el primero de marzo y estamos muy sorprendidos -informa Lavanchy- con el número de personas que han manifestado el deseo de regresar: lo han hecho ya alrededor de 200 mil en poco más de un mes. Si este nivel se mantiene vamos a traspasar muy fácilmente las cifras que habíamos estimado y esto implicaría la necesidad de solicitar fondos adicionales a la comunidad internacional para poder financiar el regreso de más afganos durante este mismo año".
Un primer grupo de 146 afganos que habían encontrado protección en Irán, acaba de cruzar la frontera de su país, como parte de este programa diseñado por ACNUR, y salieron ya otros autobuses de Teherán y de los demás centros de repatriación voluntaria en Esfahan, Zahedan, Kerman, Mashad y Shiraz.
Lavanchy recuerda que durante muchos años ACNUR fue prácticamente el único en apoyar al gobierno de Irán y que hubo grandes dificultades para obtener fondos de otros países para los refugiados afganos.
"En realidad a las autoridades iraníes se debe el significativo apoyo material que se ha dado todos estos años a los refugiados afganos, y también a los cerca de 250 mil iraquíes", subraya.
Especifica que aquí, a diferencia de Pakistán, muy pocos refugiados son confinados en campos especiales, pues se reubica a la mayoría en zonas urbanas y algunos incluso pueden llegar a trabajar, si bien de manera extraoficial.
Llama la atención ver en Teherán la cantidad de afganos de inconfundibles rasgos faciales uzbekos y tadjikos que trabajan como albañiles. No sería exagerado decir que por cada albañil iraní hay nueve afganos.
-ƑEn qué condiciones vive la minoría que no fue reinsertada en zonas urbanas?
-Aparte de que en efecto es una minoría, nunca -y déjeme decirle que en los pasados 25 años he trabajado en muchos países-, había visto campos de refugiados como aquí: son fantásticos, de cinco estrellas. ACNUR contribuyó a mejorar las condiciones, construimos escuelas y facilitamos la construcción de casas, por ejemplo, pero el gobierno iraní aportó la mayor parte. El resultado: estos campos tienen calles pavimentadas, agua en las casas, mercaditos y un sistema de salud muy bueno, sobre todo para los afganos.
-ƑQué pasa después del comienzo de la operación militar de Estados Unidos en Afganistán en relación con el flujo de refugiados afganos?
-Mi primera tarea como jefe de la oficina de ACNUR en Teherán consistió en tomar medidas para un eventual ingreso de nuevos casos de refugiados. Pero eso no sucedió por varias razones. Y una de ellas fue que el gobierno de Irán cerró la frontera, contra el pedido de ACNUR de no hacerlo. Nosotros no podemos aceptar que un país cierre la frontera y, al mismo tiempo, no podíamos dejar de tomar en cuenta que Irán tenía ya más de 2 millones de refugiados, así como que la comunidad internacional había hecho poco para ayudarlo, sea financieramente o recibiendo casos de refugiados, reubicándolos en sus países.
Lavanchy revela a La Jornada que fue un periodo de difícil negociación con el gobierno de Irán, pues no se le podía exigir que recibiera un mayor número de refugiados, aparte del grave problema de seguridad que siempre ha representado la frontera con Afganistán.
-Cuando las autoridades aceptaron, en principio, tener un nuevo campo de refugiados en el interior de Irán -prosigue el titular de la oficina de ACNUR-, se produjo la caída de Herat, que nos hizo replantear el enfoque. Entramos a una segunda fase, que podríamos llamar de "cooperación en las fronteras", operaciones que permitían transportar ayuda de países como Irán para los desplazados internos, para la población afgana allá.
Lavanchy detalla que el plan de contingencia que había diseñado ACNUR incluía existencias de tiendas de campaña, mantas, medicamentos y muchos otros artículos de primera necesidad para más de 80 mil refugiados.
"Eran stocks muy importantes y queríamos destinarlos también para los afganos del otro lado", subraya.
Y agrega: "Pasamos muy rápidamente a una tercera fase. Surge un gobierno interino en Afganistán, se da el comienzo de una solución política, se observa una mejoría en la situación de seguridad del país. A partir de estos elementos empezamos a notar el regreso espontáneo de refugiados, más de mil por día cruzaban la frontera de Irán a Afganistán. ACNUR decidió prepararse para el movimiento de repatriación que implicaba, ante todo, elaborar un programa para los que quisieran regresar inmediatamente.
-Resulta difícil imaginar que todos los refugiados afganos, tras largos años de rehacer su vida en Irán, tengan intenciones de volver a su país. ƑEs correcta esta apreciación?
-Desde luego, entre los 2 millones 300 mil refugiados afganos, grosso modo, que tenemos aquí, hay cuatro categorías de personas: Unos quieren regresar de inmediato. El segundo grupo, son los que se proponen retornar, pero no lo van a hacer ahora, sino dentro de seis meses, un año, que están terminando estudios, qué sé yo. Hay un tercer grupo que no tiene la intención de regresar, que son los que por razones familiares, económicas y de otro tipo quieren quedarse en Irán. El cuarto grupo sería el de los nuevos casos de refugiados, porque la situación en Afganistán no está totalmente estabilizada, como vimos con los pashtunes que entraron recientemente en Pakistán, y pensamos que debemos mantener un esquema para poder atender nuevos casos de refugiados.