Mueren ocho israelíes en otro ataque suicida; "seguirá la ocupación", advierte Tel Aviv
La ofensiva israelí ha provocado la muerte de 500 palestinos: ANP
Sharon pide a Bush "no presionar" y comprender que esta es "una guerra de supervivencia"
Rechaza el presidente de Israel dar salvoconductos para desalojar la Basílica de la Natividad
AFP, DPA Y REUTERS
Ciudad de Gaza, 10 de abril. El principal negociador palestino, Saeb Erekat, afirmó hoy que 500 compatriotas han muerto a raíz de las acciones israelíes que comenzaron el 29 de marzo, y sostuvo -según la agencia Afp- que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, "se ha vuelto loco". Tel Aviv anunció que continuará la ocupación, luego de que un atacante suicida hizo estallar una bomba en un autobús israelí en la ciudad de Haifa, matando a al menos ocho pasajeros.
A su vez, Sharon pidió al gobierno del presidente estadunidense, George W. Bush, que "no ejerza presiones" para poner fin a la ofensiva en Cisjordania. "Ustedes pueden hablar mucho de la paz, pero no pueden conseguirla mientras exista el terrorismo. Espero que Estados Unidos, nuestro gran amigo, comprenda que esta es una guerra de supervivencia".
El gobernante israelí añadió que "defender a los ciudadanos es nuestro derecho y no se debería ejercer presión sobre nosotros para que esto no se haga".
Israel lanzó la Operación Muralla el pasado 29 de marzo, un día despúes de que un atentado suicida en Netanya en el que murieron 27 israelíes, la noche de la Pascua judía; en la ofensiva Tel Aviv invadió las seis principales ciudades palestinas y ha mantenido bajo asedio campamentos de refugiados en los que, asegura el gobierno israelí, se encuentran los cerebros de los atentados antisraelíes.
"Nuestros maravillosos soldados tienen que estar en condiciones de seguir esta lucha. Una vez que ésta haya concluido, no tenemos ninguna intención de quedarnos en zonas autónomas palestinas. Tenemos que hacer esto tan pronto como sea posible, pero debemos terminar el trabajo. No podemos dejar una sola huella de terror detrás de nosotros", afirmó Sharon.
El primer ministro israelí argumentó que mientras continúe el terrorismo no pueden entablarse negociaciones de paz con los palestinos y concluyó: "el pueblo judío tiene un pequeño país. Es el único lugar del mundo donde tiene derecho a defenderse y debemos preservar ese derecho".
De su lado, el presidente israelí, Moshe Katzav, rechazó en una carta entregada al papa Juan Pablo II poner fin a la ocupación de Belén. Israel rechazó ofrecer salvoconductos a los palestinos para desalojar el lugar, y un monje que estaba en el convento resultó herido en la espalda con una bala que entró por la ventana.
Erekat aseguró que al menos 500 combatientes y civiles palestinos han muerto a causa de las operaciones israelíes en sólo 12 días. "Israel está perpetrando un crimen mayor en Cisjordania contra nuestro pueblo", señaló el negociador tras afirmar que Sharon está "loco".
Si bien fuentes independientes no confirmaron esa cifra de muertos, fuentes hospitalarias en Cisjordania coinciden en que diariamente hay decenas de decesos, y sostienen que sólo se tendrá un saldo correcto de víctimas cuando las tropas israelíes se hayan retirado de las ciudades tomadas y se permita el acceso a los cadáveres que han quedado tirados en las calles y bajo escombros desde hace días.
Este miércoles, por ejemplo, en un edificio de Nablus fueron encontrados 14 cadáveres de palestinos, entre los que figuraban el líder de Jihad Islámica, Mohammed Tawalbe, y otros tres activistas de ese movimiento.
Tras una semana de vivir en estado de sitio, con más de 200 tanques patrullando las calles y durante la cual murieron al menos 50 palestinos, las fuerzas israelíes seguían bombardeando hoy Nablus. Aunque la prensa tiene prohibido el acceso a esta ciudad, la agencia Afp difundió testimonios de personas que han visto muchos cadáveres en las calles y en los hogares, mientras las tropas israelíes seguían prohibiendo a las ambulancias entrar a la ciudad a recogerlos y auxiliar a heridos.
En todo caso, el nuevo gabinete de seguridad israelí anunció que la ofensiva continuará como hasta ahora, tras el primer atentado suicida palestino en diez días, que dejó ocho muertos, además del atacante, y al menos una decena de heridos.
El atentado fue reivindicado por las Brigadas Ezzedin al Qassam, brazo armado del movimiento Hamas, y perpetrado por Ayman Abu El Heijah, de 23 años, originario del campo de refugiados de Jenin, sobre el cual las tropas israelíes han concentrado en los últimos días sus ataques y donde el martes murieron 13 soldados israelíes en dos emboscadas casi simultáneas. Del total de 28 bajas que han ocurrido en las filas israelíes desde que comenzaron las acciones en Cisjordania, 23 han muerto en Jenin.
En los combates de hoy en Jenin los militares mataron a un jefe militar de Hamas y capturaron a responsables de los movimientos Jihad y Fatah. El director de la Agencia de la ONU de Ayuda para los Refugiados Palestinos, Peter Hansen, estimó que la situación en el campamento de Jenin va camino a convertirse en un "desastre humanitario".
El ejército israelí llamó este miércoles a los habitantes del campamento de refugiados a rendirse ante la inminencia de un bombardeo. Esto provocó que habitantes del campamento huyeran hacia la ciudad con banderas blancas, mientras tanques y aplanadoras del ejército penetraban al lugar.
La televisión árabe Al Jazeera, con sede en Qatar, transmitió declaraciones de un miembro de Fatah, del presidente palestino Yasser Arafat, quien denunció que los soldados israelíes cavaron una fosa común en el campamento de refugiados de Jenin en la que habrían sido enterrados unos 300 palestinos. El ejército israelí desestimó las declaraciones y agregó que durante días "imploró" a los palestinos que enterraran los cadáveres tirados en las calles. En todo caso, medios de prensa coinciden en que pueden haber muerto 120 palestinos en Jenin en los últimos días.
Cordones de seguridad
Israel se retiró ya de las ciudades de Kalkiliya y Tulkarem, en torno a las cuales dejó un "cordón de seguridad" y permanece en las ciudades autónomas de Nablus, Ramallah, Belén y Jenin, donde continúan los enfrentamientos. En el paso fronterizo de Kissufim, centro de la franja de Gaza, dos palestinos armados murieron este miércoles por el fuego israelí, al igual que un policía palestino que murió cuando un tanque israelí le disparó en Qarara, sur de la franja de Gaza.
Pese a este asedio, un poblador de Jenin logró llegar a la ciudad de Haifa para perpetrar el atentado en el autobús. "ƑRealmente alguien pensó que esta operación impediría el terrorismo?", preguntó el ex militar israelí Avraham Tamir. Altos responsables de la presidencia del Consejo israelí, a su vez, dijeron que el atentado de hoy "refuerza nuestra determinación y demuestra que el ejército no ha logrado destruir las infraestructuras terroristas". En el mismo tono, numerosos funcionarios defendieron la continuación "hasta el final" de las operaciones militares israelíes.
En las primeras horas de este jueves entraron a la localidad de Bir Zeit, en el norte de Ramallah, sin que hasta el cierre de esta edición se informara de choques o víctimas.
Así, Israel rechazó la solicitud de salvoconductos para los palestinos atrincherados en la Basílica de la Natividad de Belén, en una carta enviada por el presidente Moshe Katsav a Juan Pablo II.
Un monje resultó herido de bala en el convento de la iglesia y fue llevado a un hospital en Jerusalén, informó el abogado católico Anton Salman, quien dijo que el estudiante libanés de la iglesia armenia recibió el impacto de una bala que entró por la ventana cuando se encontraba en su habitación.
Salman, quien se encuentra en el recinto, desmintió que el ejército israelí haya llevado alimentos a la iglesia. "Los soldados han rechazado cualquier cooperación con la Cruz Roja", afirmó el abogado, recordando que aún está dentro de la iglesia el cuerpo de un palestino muerto el lunes por un disparo israelí cuando intentaba apagar un incendio en la casa parroquial.
Salman agregó que sólo hay dos baños dentro del complejo y que temen que comiencen epidemias entre los cerca de 200 palestinos y 50 religiosos que según el abogado están en la basílica.
Pese a esta situación, Katsav afirmó en su carta a Karol Wojtyla: "El ejército israelí no tiene otra opción que continuar el asedio, porque conceder salvoconductos a los terroristas sumamente peligrosos refugiados en la basílica representan un grave peligro para la seguridad pública".
El presidente recordó que "todos los miembros de las fuerzas de seguridad israelí recibieron la orden de no disparar contra propiedades de la iglesia y de no violarlas. El gobierno israelí se compromete a que la Basílica de la Natividad no se convierta en escenario de enfrentamientos".
"Con todo el respeto que tenemos por los lugares santos, no tenemos otra alternativa que el asedio para impedir que los terroristas palestinos armados escapen y sigan con sus acciones asesinas que han costado la vida a judíos inocentes y se han refugiado en el santuario cristiano", concluyó el presidente israelí.