Fox Quesada debe "serenarse" y no comportarse
como un "monarca", sostienen
Un abuso, usar la tv para acusar a opositores de bloquear
el cambio: PRI, PT y PVEM
Al gabinete le hace falta más política
y diplomacia, sostiene López Obrador Mentira, que el viaje contemplase
la defensa de los trabajadores migrantes, señalan Sauri y Bartlett
Dirigentes y legisladores de los partidos del Trabajo
(PT), Verde Ecologista de México (PVEM) y Revolucionario Institucional
(PRI) llamaron ayer al presidente Vicente Fox Quesada a "serenarse", a
no comportarse como "un monarca", y le recriminaron la forma "abusiva y
mentirosa" en que acusó a la oposición de empeñarse
en que su gobierno no cumpla con el cambio. Sin responder a las acusaciones
de Fox, la cúpula priísta pidió al Ejecutivo federal
acordar una agenda de trabajo para distender las relaciones con el Congreso.
En tanto, el jefe de Gobierno capitalino, Andrés
Manuel López Obrador, manifestó que tiene la impresión
de que el Presidente "está solo, que no hay nadie quien le ayude
a hacer política dentro y fuera del país, a hablar con dirigentes,
con grupos, a hacer la labor de convencimiento y argumentación".
Subrayó que al gabinete federal le "hace falta
más política y más diplomacia", y a Fox, un grupo
de operadores políticos, pues nadie le advirtió que el Senado
podría rechazar su petición para ausentarse del país,
aunque había signos de que le negarían la salida.
López Obrador señaló que el gobierno
foxista debe dejar a un lado la autocomplacencia, la arrogancia y la prepotencia,
pero consideró que si bien la negativa del Senado es un hecho inédito,
tampoco "hay que dramatizar".
Sugieren empresarios limitar atribuciones del Senado
Gobernadores panistas y la iniciativa privada salieron
en defensa del mandatario. Los primeros calificaron de "caprichosos" a
los senadores, y los dirigentes empresariales incluso sugirieron "limitar"
las atribuciones del Senado para que el Ejecutivo ya no requiera que los
legisladores aprueben o no sus viajes al extranjero. El gobernador priísta
de Coahuila, Enrique Martínez, consideró que esa disposición
debe revisarse porque "está fuera de lugar en pleno siglo xxi".
Por lo pronto, en respuesta a lo que en la oposición
se consideró como un "exceso" del Ejecutivo, que utilizó
tiempos oficiales para enviar su mensaje en cadena nacional, los diputados
del PT anticiparon que presentarán una iniciativa para reglamentar
que los espacios en radio y televisión de que dispone el Estado
no sólo estén "al capricho" del Presidente, sino que también
puedan utilizarlos el Poder Judicial y organismos autónomos, como
la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Los más ofendidos ?salvo la dirigencia, que no
respondió a las acusaciones de Fox acerca de que el PRI obstaculiza
el cambio? con las declaraciones del Presidente fueron los priístas
y los dirigentes del PVEM, quienes reivindicaron su "autonomía"
en las votaciones del Congreso.
El gobernador de Oaxaca, José Murat Casab, afirmó
que la política exterior mexicana se encuentra en un "deplorable
escenario". Consideró indispensable "desenmascarar a los responsables"
de este panorama, y atribuyó a "la soberbia" del secretario de Relaciones
Exteriores, Jorge G. Castañeda, este nuevo conflicto entre el Ejecutivo
y el Legislativo.
"El daño, las consecuencias de estas actitudes
que reflejan una ambición de poder ilimitada, se ven reflejadas
en la figura presidencial. Hoy ha sido la institución presidencial
la que paga el costo de maniobras que tienen su origen en la cancillería.
La falta de comunicación entre legisladores y secretarios de despacho
debe terminar para evitar una crisis que nos lleve a una espiral de ingobernabilidad",
resaltó.
En distintos foros, senadores del PRI acusaron al Presidente
de haber mentido al país en cadena nacional. Manuel Bartlett Díaz
afirmó que la respuesta del mandatario a la negativa del Senado
fue "errática, abusiva y absurda", y argumentó que si se
le negó el permiso se debió a que Fox "ha violado sistemáticamente
los principios de política exterior. No es un monarca y el Senado
es un poder igual al del Presidente".
Mintió, dijo, porque sólo cuando habló
la noche del martes el Presidente informó que en su viaje contemplaba
una defensa de los derechos de los migrantes mexicanos, cuando la semana
anterior su gobierno calló ante el fallo de la Corte estadunidense,
que limitaba precisamente las garantías laborales de los indocumentados.
Ante este panorama, agregó, lo único que
se dio fue "una nota tenue, medrosa, en lugar de salir en defensa de los
derechos de los mexicanos, que el gobierno estadunidense está conculcando".
La senadora y ex presidenta del PRI, Dulce María
Sauri Riancho, afirmó que Fox se "desbordó" y agredió
al Poder Legislativo. Además, la afirmación presidencial
de que miles de mexicanos ya no podrán beneficiarse de los resultados
que la gira supuestamente generaría, "es una verdadera mentira".
Sauri manifestó que la defensa de los intereses
de los mexicanos y la consolidación del cambio no son un asunto
estrictamente de partidos. "Fue el Presidente quien partidizó este
caso y tendrá que responder por sus palabras. Su frase de que 'el
Ejecutivo propone y el Legislativo dispone' sólo la usó como
recurso retórico y no porque estuviera convencido del papel del
Congreso en esta etapa del desarrollo democrático mexicano", dijo.
El senador Natividad González Parás resumió:
"Si no estamos pintados, a ver si ahora sí nos toman en cuenta.
Ahora nos enteramos, con su mensaje, que el Presidente pensaba tratar el
tema de los migrantes en Estados Unidos y Canadá, porque no viene
en la exposición de motivos. Debe serenarse y no hacer escándalo,
porque nada pasó cuando el presidente Ernesto Zedillo no fue a Estados
Unidos, cuando el PAN iba a votar en contra".
Las críticas de los priístas al jefe del
Ejecutivo contrastaron con la tibia posición asumida por el presidente
del PRI, Roberto Madrazo Pintado, quien en Saltillo, Coahuila, se limitó
a "hacer un llamado" al gobierno federal para que "mejore y refuerce el
esfuerzo adicional que se requiere para mejorar la relación con
los legisladores" de todos los partidos.
La noche del martes, Fox acusó al PRI de empeñarse
en obstaculizar a su gobierno para cumplir con el cambio ofrecido en 2000.
Pero Madrazo sólo dijo: "Hacemos una invitación formal al
Poder Ejecutivo y al Poder Legislativo a conformar una agenda de trabajo
entre los legisladores y la cancillería".
Castañeda orquestó todo, dice el PVEM
En un tono distinto, el presidente del PVEM, Jorge Emilio
González Martínez, responsabilizó a Jorge G. Castañeda
de orquestar una estrategia contra el Senado para "mejorar la imagen de
Fox".
Explicó su tesis: "Ellos midieron, vieron que (en
la gira) no iban a defender a los trabajadores ilegales mexicanos,
y se buscaron una forma para sacarse el paquete y echarle la culpa al Senado.
Organizó este pleito para evadir su responsabilidad".
En conferencia de prensa en el Aeropuerto Internacional
de la Ciudad de México, el senador González Martínez
declaró que la agenda presidencial "confirma que esta salida era
un viaje superficial, innecesario; un viaje de adorno. Si de verdad quería
platicar con los trabajadores mexicanos, eso se hace en Chicago, en Washington
o en Los Angeles, no en Seattle, San Francisco, Ottawa o Calgary. Ya es
hora de llamarle la atención al Presidente para que se deje de frivolidades
y viajes turísticos, como el que fueron a hacer al Vaticano, y se
ponga a trabajar con seriedad por el bien de México".
Por su parte, panistas, empresarios y miembros del gabinete
foxista achacaron al Senado que, por un capricho, no permitiera al presidente
realizar el viaje a Estados Unidos y Canadá.
El gobernador panista de Nuevo León, Fernando Canales
Clariond, dijo que a los senadores de oposición les falta madurez.
Insistió en la versión oficial de que la gira era "sumamente
importante" y afirmó que hasta ahora la política exterior
foxista hacia Estados Unidos ha sido "de una gran dignidad". Sostuvo que
en su estado no existe el "complejo de algunos" frente a esos países,
pero consideró que debe permanecer en la Constitución el
artículo 88, que concede al Senado la atribución de autorizar
o no al Presidente de la República ausentarse del territorio nacional.
"Es un control adecuado, pero próximamente, cuando
se dé la madurez política en el país, cuando tengamos
más confianza entre nosotros, iríamos quitando ese tipo de
requisitos", agregó.
El alcalde panista de Monterrey, Felipe de Jesús
Cantú, consideró que la gira presidencial "no era un viaje
de placer".
En tanto, el secretario del Trabajo, Carlos Abascal Carranza,
dijo que al gobierno foxista le preocupa la suspensión del viaje,
porque podría afectar a 300 mil mexicanos que tienen empleo temporal
en Estados Unidos.
Solicitó a los legisladores "entrar en razón",
pero redujo el conflicto entre Los Pinos y el Senado a "una diferencia
de opiniones", y señaló: "Lo que está claro es que
el Presidente iba a realizar un viaje de gran importancia para México,
y que los temas que serían tratados han sufrido un contratiempo
y ahora se tendrá que remar a contracorriente". (DE LA REDACCION,
CON INFORMACION DE LOS CORRESPONSALES CARLOS CAMACHO, DAVID CARRIZALES,
ANTONIO PEREZ, ALEJANDRO GONZALEZ Y MIROSLAVA BREACH)