ASTILLERO
Julio Hernández López
EN CADENA nacional (cual niño maltratado que va al confesionario mediático para denunciar con harto sentimiento a quienes le han impedido seguir jugando al vendedorcito de países), el Presidente de la República declaró formalmente inaugurada la campaña de conquista de la mayoría legislativa en 2003. La cancelación del viaje a Estados Unidos y Canadá es nada más un pretexto. El objetivo real es otro: fijar en el ánimo de los ciudadanos la culpa del malvado Congreso en los tropiezos e incumplimientos del buen hombre cuyo apellido le hace convertirse en todo un zorro en cuanto pisa terrenos donde se hable inglés, e inducir así a los futuros votantes a regalarle al buen Presichente, dentro de poco más de un año, un par de cámaras legislativas en las que tenga la mayoría suficiente para que su real voluntad no tenga oposición efectiva.
CAZADORES DE DETALLES finos como son los lectores de este astillado coto cinegético, habrán advertido oportunamente que el punto de quiebre del proceso de autorización o rechazo del decimoséptimo viaje presidencial al extranjero lo dio ni más ni menos que el PAN, al negarse a aceptar, como pretendía el PRD, que el asunto fuese devuelto a comisiones de estudio de las que, en un par de días, previa explicación más abundante y detallada de los motivos de la gira, podría haber retornado al pleno senatorial para su aprobación. Los panistas, comandados por el Jefe Diego (que nunca da brinco sin huarache, y menos si ve que los pies que se podrían espinar son los de Fox y Castañeda), se negaron a aceptar esa alternativa y se aferraron a que el punto fuese votado de inmediato, a sabiendas de que el PRI había decidido en firme oponerse al permiso y que el PRD también estaba en contra, aunque abría el camino para un entendimiento si el PAN aceptaba devolver la solicitud a las antes citadas comisiones de estudio.
SEA LO QUE fuere (fuego cruzado, traiciones internas, plan con maña, o consecuencia de la mala operación política presidencial), el "descalabro" (término utilizado por la cancillería) resultó un divino regalo para los genios de Los Pinos que, a partir de este incidente, quieren revivir las glorias del día negro aquel de la testarudez lamentable e impolítica del entonces candidato presidencial que fue transformada por los magos de la mercadotecnia en el hoy, hoy, hoy que le abrió la ruta hacia el poder al guanajuatense, justo cuando acababa de cometer su peor pifia. Con esa intención alquimista (transmutar plomo en oro), la mismísima tarde de este martes diplomáticamente trágico se reunieron en Los Pinos algunos de los hombres del Presidente: Carlos Flores y Eduardo Sojo, que forman parte del equipo íntimo e irremplazable; el vocero Rodolfo Elizondo, y el mercadotécnico en jefe, Francisco Ortiz Ortiz, el ejecutivo de cuenta de Pancho Pantera y del antes mencionado hoy, hoy, hoy.
EL PAJARITO QUE se posa en pinos y otro tipo de árboles para llevar a los astilleros leña con la cual hacer barcos informativos, no estuvo en condiciones de asegurar al cien por ciento que el presidente Fox hubiese estado presente durante toda la reunión, pero sugiere con un gorjeo coqueto que el Ejecutivo debe haber estado muy ocupado en sus aposentos oficiales, pues llegó tarde a la reinauguración del Teatro de la Ciudad (aunque también tarde arribó en esa ocasión Andrés Manuel López Obrador, de quien no se sabe que estuviera presidiendo reunión urgente alguna para diseñar campaña contra el Congreso y en busca de mayorías legislativas futuras). Según el susodicho pajarito cantador, en la reunión de estrategas se acordó arreciar, a partir de septiembre, la campaña de la cual en estos días se habría de dejar fijada la idea de la controversia entre el patriotismo del Presidente y la traición a la patria de los legisladores, y la tesis de que muchísimas cosas buenas se habrían perdido a causa del revanchismo del Congreso contra un mandatario al que ha convertido en rehén de sus caprichos. La única manera de salvar al buen jefe del Ejecutivo, y a la patria, sería votando en 2003 para que el PAN gane la mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores.
MIENTRAS TANTO, SOLO queda a la nación entera llorar por los muchísimos bienes y albricias que perdió a causa de la suspensión del viaje presidencial. Nunca antes, en toda su historia, México había perdido tanto en tan pocos días: oportunidades de inversión extranjera, liderazgo mundial, respeto internacional, becas y computadoras y tal vez hasta un autógrafo de José Luis Borgues que, según se ha sabido, podría andar de indocumentado por aquellos lares norteños, penando entre tanto paisano mexicano que se quedó sin la oportunidad de ver en vivo y a todo color al presidente Fox protestando oportunamente, tres semanas después, por el fallo de la Suprema Corte contra Castro (José, no Fidel), a quien condenaron, y con él a sus congéneres, a no ser sujeto de justicia laboral por su condición de inmigrante ilegal. Tan enérgicos y contundentes que serían los discursos de campaña del presidente Fox, flamígeros, implacables, contra los güeros que niegan derechos a los trabajadores sin papeles. Tan diferentes del tono apagado de la cartita enviada por la embajada de México en Estados Unidos (Ƒpara qué molestar al canciller o al Presidente en firmar ese remedo de protesta, si con la rúbrica del embajador Bremer era más que suficiente para poner a temblar al gigante?) y de las gestiones desvitaminadas hechas ante instancias internacionales. Pero todo ha cambiado a partir de este nuestro 11 de septiembre diplomático. Con el ataque suicida de los senadores han caído las torres gemelas de la presidencia y la cancillería que tantas y tan buenas cosas conseguían para sus paisanos cada vez que salían de viaje. Ahora no nos queda sino llorar y prepararnos para 2003, cuando podrá darse la venganza del zorro.
ASTILLAS: EL VICEPRESIDENTE DE la Conferencia del Episcopado Mexicano, José Guadalupe Martín Rábago, reconoció que en la Iglesia mexicana hay casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes. No pudo decir con qué frecuencia o en qué condiciones, pero la aceptación en sí es valiosa, pues descorre una pequeña parte de los velos de intolerancia y condena que en anteriores ocasiones se han mantenido respecto a sospechas o denuncias de ese tipo. Recuérdese la indignación fanática de algunos legionarios de Cristo contra quienes dieron espacio público a los señalamientos de ese tipo de abusos presuntamente cometidos por el superior Marcial Maciel. Al Canal 40, de televisión, hasta publicidad le retiraron, años atrás, algunos virtuosísimos grandes hombres de empresa en represalia por hablar del tema... Doscientos policías fueron detenidos ayer por soldados en Tijuana, entre ellos los comandantes de las corporaciones ministerial y municipal... Y aquí nos veremos mañana, antes de que esta sección se tome una semana de vacaciones por Estados Unidos, Canadá o algún otro país donde no se vaya a topar con comitivas presidenciales.
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