Inició en el Cenart el cuarto Congreso para el Estudio de la Música Popular

El narcocorrido, único género que ha rebasado las fronteras comerciales

En los 70 se desata el fenómeno y en los 80 empieza a circular por el arribismo de las televisoras

El rock mexicano se ha consolidado, pese al poco interés de la prensa: Cecilia Vilchis, de la UAM

JUAN JOSE OLIVARES

Con dos interesantes ponencias sobre La música popular y el corrido de narcotráfico en el norte de México y Trasnacionales y rock en México, se inició ayer en el Centro Nacional de las Artes (Cenart) el cuarto Congreso de la Rama Latinoamericana de la Asociación Internacional para el Estudio de la Música Popular (IASPM, por sus siglas en inglés) auspiciado por el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Música (Cenidim).

Miguel Olmos, ponente del tema La música popular y el corrido de narcotráfico, dio un análisis general sobre la importancia de este género musical y literario, y su relación con la cultura de la violencia del narcotráfico como fuente inspiradora.

Según el investigador, este género popular modifica su significado en la época contemporánea adaptándose a la nueva sociedad. El objetivo de Olmos fue analizar la relación entre el corrido y la identidad de la violencia generada por el aparato de comunicación masiva, como fenómenos que constituyen la columna vertebral de su popularidad y su fuerza comercial en la sociedad mexicana.

En entrevista posterior a su participación dijo: "concibo el corrido como un cambio de visión hacia el narcotrafico, al que se le ha caracterizado por la violencia, sobretodo por los medios. Es el único género de la música popular mexicana que ha rebasado cualquier tipo de frontera comercial".

Olmos se hizo la pregunta: ''Ƒpor qué el corrido, junto con la música popular grupera, han cobrado tanta importancia en los últimos años?''

El mismo se contestó: "A partir de los años 70, con Los Tigres del Norte, se desata el fenómeno, y en los 80 empieza a circular el arribismo de las televisoras, de las compañías de radio y de las disqueras. Es entonces cuando el género empieza a ir para arriba, no tanto por el suceso tradicional (como era antes de 1975), sino porque le inyectan dinero. Los sellos como Fonovisa dieron lana y el corrido como género ya no sigue la lógica tradicional de transmisión oral como antes, sobretodo en la época de la Revolución Mexicana, en que la gente cantaba corridos por necesidades subjetivas, afectivas y sentimientos musicales para narrar lo que pasaba en sus lugares".

Olmos argumentó que el género se ha transformado por cuestiones como la entrada de capital proveniente de varias partes, "aunque se sostiene la hipótesis de que el dinero viene de los narcos, que invierten cierto dinero en los corridos que les componen; pero ésto es muy discutible porque todos los personajes de la droga son tan famosos y tan importantes en su comunidad, que no necesitan pagar para que les hagan corridos. Por ejemplo, la detención de Benjamín Arellano Félix, en Puebla, así como la muerte de Ramón en Mazatlán, son hechos que seguramente ya tienen corrido".

Otro de los cuestionamientos que se hizo el antropólogo, originario de Culiacán, estudiado en Francia y avecindado en Tijuana fue: Ƒacaso la forma popular del corrido no ha podido ser asimilada por el aparato institucional de la comunicación masiva?

Comentó: ''El corrido del narcotráfico, al igual que otros géneros que hacen ruido y que se salen del control del aparato, tratan de ser coptados, como le ocurrió a la música de protesta de los 70. El corrido no ha sido incorporado porque aún hay problemas morales para su difusión. Pese a que ha habido apoyo para grupos por parte de disqueras trasnacionales y regionales, todavía el género es polémico, por eso está prohibido en Chihuahua, por ejemplo. Se programan las canciones por radio pero de forma no muy abierta".

Olmos desconoce si este género aporta o no algo a la cultura popular, porque se basa en una cultura de la violencia que puede incitar a la población a la ilegalidad. "No se si es mala o buena, pero son formas de identidad actual que se dan en el norte de México y allí están; es una forma de ver la vida. Otro de los problemas que observo es que la inspiración que originalmente movía al corrido en otros tiempos eran sentimientos que no estaban coptados por ningún aparato".

El rock, género segregado

Transnacionales y rock en México fue la ponencia de la investigadora de la UAM Cecilia Vilchis, quien sabedora de la problemática entre las disqueras y los músicos, así como la falta de difusión en medios de comunicación de este genero, analizó al extinto subsello Discos Manicomio, pertenciente a Universal.

"El rock continúa siendo un género segregado. Los subsellos de rock no son ninguna prioridad para las compañías trasnacionales."

Dijo en su ponencia: "Pese a que existen dos estaciones de radio en las que el rock tiene posibilidades para ser difundido (Radioactivo y Orbita), éste sólo es tomado en cuenta por la televisión para ayudar a establecer la imagen del grupo, pues el espacio en las revistas especializadas es todavia escaso. No obstante, pese al poco interés de la prensa para difundirlo, el rock mexicano ha logrado consolidarse".

Hoy seguirá llevándose a cabo este congreso en el Cenart, a partir de las 10 horas.