No es una conclusión, es lo que observamos
en las pruebas periciales, dice Bátiz
Vélez Mendoza fue torturado, revela la PGJDF
El cuerpo del presunto secuestrador presentaba golpes
con puños, puntapiés y pisotones, lesiones producidas por
sujeción y derivadas de maniobras de asfixia, señala
ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ
Para la Procuraduría General de Justicia del Distrito
Federal (PGJDF) no hay duda de que Guillermo Vélez Mendoza, presunto
miembro de la banda de secuestradores Los Antrax, fallecido a manos
de efectivos de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) de la Procuraduría
General de la República (PGR), fue torturado.
"Así lo revelan" las conclusiones de los estudios
en criminalística y fotografía que practicó al cadáver
personal de la coordinación general de Servicios Periciales, dijo
el titular de la PGJDF, Bernardo Bátiz Vázquez.
El dictamen establece que las lesiones que se observan
en el cuerpo son características de las que resultan de golpes con
puños, puntapies y pisotones, así como las que se producen
al sujetar fuertemente a una persona para que otra inflija las lesiones,
además de las que resultaron por las maniobras de asfixia que le
ocasionaron la muerte.
El coordinador de Servicios Periciales, Pedro Estrada
González, informó que en el llamado trabajo de anfiteatro,
que se realizó en la agencia funeraria García López,
en la colonia Juárez, debido a que la PGJDF intervino hasta que
el padre de la víctima presentó la denuncia penal correspondiente,
intervinieron especialistas en criminalística, medicina y fotografía
para la descripción de las lesiones.
El documento, al cual se anexan un croquis y 44 fotografías
a color, concluye que "en grado muy probable se considera que tal (Guillermo
Vélez) fue reducido a impotencia por su o sus victimarios".
"Dadas las características morfológicas
de las lesiones denotadas en la superficie corporal del occiso, en grado
muy probable se considera que éstas son representativas de maniobras
de traumatismos ?sujeciones, golpes con puños de las manos, puntapiés
y pisotones? y de habérsele infligido mecanismos asfícticos".
El documento precisa que, por sus peculiaridades, por lo menos siete de
los golpes fueron producidos con los puños; seis por contusiones
con puntapiés; otros seis mediante pisotones; cuatro por sujeción
y siete por los mecanismos de asfixia que le aplicaron.
El protocolo del Servicio Médico Forense (Semefo)
establece que Vélez Mendoza falleció a consecuencia de las
alteraciones viscerales y tisulares causadas en los órganos interesados
por el traumatismo de cuello y asfixia por sofocación en su variedad
de obstrucción de orificios respiratorios, clasificados como mortales.
Además, el dictamen señala que los golpes contusos en la
región encefálica son de los que ponen en peligro la vida.
Estrada Gónzalez explicó que sería
necesario tener el protocolo del Semefo para establecer la mecánica
de las lesiones, pues hasta donde llegó la dependencia, antes de
que el Ministerio Público acordara su incompetencia y resolviera
enviarlo a la PGR, las pruebas periciales se limitaron a un trabajo de
carácter descriptivo.
Explicó que la PGJDF, por conducto de Servicios
Periciales, sólo intervino en este caso con una ambulancia para
trasladar el cuerpo de las instalaciones de la AFI, en la calle López
número 12, al Semefo, el sábado, a solicitud de la propia
PGR. Y en la madrugada del domingo, después de que Guillermo Vélez
Pelayo, padre del occiso, recogió el cuerpo y presentó la
denuncia, los peritos realizaron su trabajo en la funeraria.
"Nosotros iniciamos la averiguación previa, se
determinó que quienes pudieran ser los eventuales autores de este
ilícito son policías judiciales federales y ayer mismo (lunes)
se envió la averiguación al Ministerio Público Federal,
porque son ellos los que tienen competencia", dijo Bernardo Bátiz.
-¿Ustedes concluyen que esta persona fue torturada?
-No llegamos a una conclusión; no la pusimos expresamente
en el expediente de la averiguación, pero eso es lo que pudimos
observar. No hay duda.
-¿Así lo reveló la necropsia?
-Así lo revela el estudio de médicos criminalistas,
que hicimos nosotros.