Esperan 2 millones de asistentes; habrá
más de mil 200 elementos de seguridad
Con 450 actores y 2 mil nazarenos, hoy inicia la Pasión
de Cristo en Iztapalapa
El costo del vestuario corre a cargo del personaje
que la porta; el más caro, el de Cristo
Llevo 32 años haciendo la cruz y nunca
he cobrado por mi trabajo, dice Angel Juárez
MARIANA NORANDI ESPECIAL
Hoy, jueves santo, comienza en Iztapalapa la 159 representación
de la Pasión de Cristo. Este año participarán 450
actores, 2 mil nazarenos y 110 caballos que montará la guardia romana
?60 prestados por la policía montada y 50 particulares?. Fuentes
oficiales estiman que asistirán más de dos millones de personas
a presenciar esta representación, motivo por el que la Delegación
Iztapalapa desplegará un cuerpo de seguridad pública de mil
200 elementos y un equipo de protección civil de 120 personas.
La representación iniciará a las 14 horas
y hará un recorrido por los ocho barrios de Iztapalapa, pasando
por las calles Aztecas, Cinco de Mayo, Toltecas y General Anaya. A las
16 horas, la procesión arribará al Santuario del Señor
de la Cuevita, en el cual se llevará a cabo un acto litúrgico
oficiado por el obispo de Iztapalapa, monseñor Marcelino Hernández.
Al término de esta ceremonia, la peregrinación continuará
por las calles Ayuntamiento, Hidalgo, Juan Alvarez, Vicente Guerrero, Hidalgo,
Moctezuma, Allende y nuevamente Ayuntamiento para acabar en la explanada
Cuitláhuac.
En este lugar, a las 20 horas, comienza la escenificación
de la última cena de Jesucristo y el lavatorio de pies. Posteriormente,
Jesús y sus doce apóstoles se dirigirán al Cerro de
la Estrella para realizar la oración del Huerto de los Olivos y,
simultáneamente, en la explanada de Cuitláhuac, tendrá
lugar el primer concilio de Herodes, donde se toma la decisión de
aprehender a Jesús. A las 21:30 horas, los pontífices, hebreos
y romanos, acompañados de Judas, se dirigirán al Cerro de
la Estrella para aprehender a Cristo. Una vez detenido, en la explanada
Cuitláhuac se escenificará el segundo concilio en el que
se juzga a Jesús. Tras la negación de Pedro, la representación
terminará a las 23:30.
Vestirse de Cristo cuesta 10 mil pesos
La escenografía está diseñada por
Roberto Guillén Flores, mismo que interpreta a Judas. Este año
la realización de decorados tuvo un costo de 40 mil pesos, presupuesto
otorgado por el comité organizador. El diseño y elaboración
de vestuario corrió a cargo de José Trinidad Guzmán,
quien confeccionó 75 trajes. El costo de las prendas es elevado,
y cada una corre a cargo del personaje que la porta. El atuendo más
barato cuesta mil 500 pesos y el más caro 10 mil. El atavío
de un nazareno, por ejemplo, cuesta tres mil pesos, igual que el de la
virgen María. El de Herodes, que es uno de los más caros,
cuesta 8 mil, y el de Cristo, 10 mil. Estos precios, aunque elevados, son
irrelevantes para cada actor, pues es mucho más importante para
ellos la oportunidad de participar en esta representación.
32 años creando la cruz
Un personaje muy importante en esta tradición es
la cruz que porta Jesucristo. Construida con madera de pino, mide 6 metros
de largo, 3.20 metros de ancho y 9 centímetros de grosor, y su peso
es de aproximadamente 90 kilos. Aunque esta cruz parezca un personaje anónimo
e inanimado, hay tras ella la figura de todo un creador y la esencia de
una gran personalidad. Su nombre es Angel Juárez, quien realiza
esta cruz desde hace 32 años. Originario de Iztapalapa, este maestro
carpintero y picador taurino tiene 74 años y su trabajo ya es parte
de la tradición.
El proceso de creación de la cruz comienza en enero.
Angel compra la viga húmeda y la pone a secar durante dos meses.
Una vez seca, empieza a trabajarla y tallarla, proceso que dura una semana.
A mediados de marzo la pieza ya está acabada, y el 19 de ese mes,
Día del Carpintero, la cruz es protagonista de una misa que oficia
un sacerdote en el taller, donde bendice la pieza en presencia del joven
que representará a Cristo.
En los 32 años que Angel Juárez lleva haciendo
esta cruz, nunca cobró por su mano de obra: ''si es para la representación,
no cobro ni un centavo. Sólo me pagan la madera, que este año
costó mil 200 pesos. Yo soy católico y por eso quiero ayudar
a estos muchachos que hacen el sacrificio de cargar esta cruz con tanta
devoción".
La construcción de esta cruz es muy resistente
y segura, pero hace tres años se rompió. Las causas fueron
ajenas a su constructor, quien nos explica: "aquel día yo no estaba
y cuando llegué, me dijeron que había venido el muchacho
que cargaría la cruz y que les había pedido que la adelgazaran,
de 9 a 7 centímetros, porque era muy pesada. De esta forma, cuando
estaba en la segunda caída, un romano le dio una patada y la rompió.
Tuvieron que ir a buscar otra a la casa de Gerardo Granados, quien había
representado a Cristo años antes y tenía una en su casa".
Hoy y mañana, Iztapalapa vive los dos días
más importantes del año a través de su ya muy arraigada
tradición, la cual logra reunir a todos sus habitantes en torno
a un mismo fin: lograr que la representación sea un éxito
y que la tradición se fortalezca aún más.