Cheney fracasa en su búsqueda de respaldo de los EAU para atacar el país árabe
Diálogo con la ONU, única vía para permitir nuevas inspecciones en Irak, advierte Bagdad
Hussein: con el aumento del número de sus enemigos, Estados Unidos será derrotado
AFP, DPA, PL Y REUTERS
Bagdad, 16 de marzo. El vicepresidente de Irak, Tha Yassin Ramadan, rechazó de nuevo este sábado amenazas de Estados Unidos y defendió el diálogo con la Organización de Naciones Unidas (ONU) como vía para solucionar el tema del regreso al país de los expertos en desarme.
Al ser consultado por periodistas en Bagdad sobre la posible vuelta a Irak de los inspectores de la ONU, Ramadan indicó que se había establecido "un diálogo entre Irak y el secretario general de la ONU. Esperamos resolver mediante el diálogo los problemas en suspenso".
Agregó: "El camino de la amenaza elegido por Washington no lleva a ninguna parte, y no prestamos atención a esas advertencias".
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, se reunió la semana pasada en la sede del organismo mundial en Nueva York con el ministro iraquí de Relaciones Exteriores, Naji Sabri, para abordar ese asunto. Según está previsto, las discusiones se reanudarán la segunda quincena de abril.
En este contexto, el presidente iraquí, Saddam Hussein, prometió este sábado "la derrota de Estados Unidos", y afirmó que Irak "resistirá a una agresión estadunidense", informó la agencia oficial Ina.
"Con el aumento del número de sus enemigos, Estados Unidos será derrotado", declaró Hussein, quien recibió a la vicepresidenta vietnamita, Nguyen Thi Binh, según Ina. "A lo mejor no podemos impedir la agresión estadunidense, pero, con la voluntad de Dios, podremos resistir a esa agresión", añadió el mandatario.
Mientras, en su gira por los países de Medio Oriente, el vicepresidente estadunidense Richard Cheney no ha encontrado hasta el momento apoyo alguno en los Emiratos Arabes Unidos (EAU) para un eventual ataque de su país a Irak.
En un comunicado emitido en la capital Abu Dhabi al término de su visita, se señala que el jefe de Estado, el jeque Said Bin Sultan Al Nahjan, informó a Cheney que los "EAU rechazan cualquier tipo de ataque militar contra Irak".
Según el documento, el jeque aconsejó a Washington "cultivar la paciencia", a la vez que prometió que su país apoyará todos los esfuerzos internacionales en la lucha contra el terrorismo. En los últimos días Cheney ha buscado en varios países árabes apoyos para la línea dura que Estados Unidos prevé seguir respecto al régimen autoritario de Hussein. Sin embargo, hasta el momento no ha conseguido luz verde de ninguno de ellos.
Por lo pronto, Cheney llegó a Arabia Saudita y se reunió con el rey Fahd. La cúpula saudita le dijo al vicepresidente que el reino "no permitirá que ningún país árabe o musulmán sea atacado desde su territorio", según fuentes vinculadas con las negociaciones.
Arabia Saudita es uno de los países árabes más influyentes que se oponen a cualquier ataque contra Irak; además, ha tomado las riendas en el conflicto israelí-palestino al presentar un plan de paz.
Riad también sostuvo ante Cheney que la administración estadunidense debería "sustituir (el pretendido ataque) por esfuerzos internacionales que fueran propicios a forzar a Irak a implementar las resoluciones de legitimidad internacional".
Por su parte, el primer ministro de Malasia, Mahatir Mohammad, se pronunció contra la extensión de las operaciones antiterroristas contra otros países musulmanes y la práctica de imponer sin justificación calificativos a los estados.
Durante una conferencia de prensa antes de concluir su visita de tres días a Moscú, Mahatir señaló que su país junto a otras naciones condena el terrorismo, pero no está de acuerdo del todo con el uso a gran escala de la fuerza.
En Afganistán, alrededor de un millar de soldados de la coalición internacional continuaron este sábado buscando cuevas ocupadas por combatientes talibanes y de Al Qaeda refugiados en el este del país, donde descubrieron material militar y documentos "importantes", informó Bryan Hilferty, portavoz de la coalición internacional en la base aérea de Bagram, al norte de Kabul.
Asimismo, jefes militares estadunidenses creen haber eliminado el núcleo de la dirección militar de Al Qaeda durante la operación Anaconda, informó un alto responsable, que pidió el anonimato.
La fuente agregó que no cree que un gran número de talibanes y de voluntarios de Al Qaeda escaparan de las montañas de Arma, aunque dijo que es posible que algunos lo hayan logrado.