Insuficiente, aportación de EU al desarrollo, consideran economistas y ONG
Washington, 16 de marzo. El anuncio del presidente estadunidense George W. Bush respecto a que aumentará en 5 mil millones de dólares la ayuda estatal al desarrollo (APD) de aquí al año 2005 está lejos de compensar el retraso de Estados Unidos en la materia, afirman economistas y organizaciones no gubernamentales (ONG) en Washington.
"Esto deja de todos modos a Estados Unidos en el último lugar en el ranking de países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) en materia de ayuda al desarrollo", afirma Phil Twyford, de la ONG Oxfam USA.
Se congratula, sin embargo, de la iniciativa estadunidense, y reconoce que sorprendió a mucha gente. "Es un compromiso muy claro de Estados Unidos para alcanzar los objetivos del milenio, se trata de un auténtico trofeo", afirma.
Esos objetivos, definidos por Naciones Unidas en 2000, tienden a reducir drásticamente de aquí a 2015 la pobreza, asegurar educación para todos, fortalecer la seguridad, luchar contra el sida y proteger el ambiente.
En un estudio publicado antes del anuncio de Bush, el Centro por el Desarrollo Mundial afirmaba que el compromiso de Estados Unidos para la APD incluida en el presupuesto 2003 era de los más modestos desde la Segunda Guerra Mundial.
Con 11 mil 600 millones de dólares (es decir 0.55 por ciento del presupuesto total), representa una caída de 15 por ciento en relación con los niveles de los años 80.
Los 5 mil millones de dólares prometidos por Bush equilibrarán un poco la balanza pero dejarían a Estados Unidos sólidamente anclado en el último lugar de los países de la OCDE con 0.10 por ciento de su producto interno bruto (PIB) consagrado a la APD, contra 1.06 por ciento de Dinamarca, 0.80 de Noruega y 0.32 de Francia y el Reino Unido.
Mediante este anuncio, el presidente Bush quiere detener los golpes que previsiblemente recibirá durante la conferencia de Naciones Unidas sobre financiamiento al desarrollo en Monterrey, donde estará presente.
"El debate entre Estados Unidos, de un lado, y el Banco Mundial y los europeos, por otro, estuvo completamente polarizado y es bueno que la administración estadunidense haya elegido una posición de compromiso. Empezábamos a tener mucho temor de que la conferencia de Monterrey fuera un desastre completo a causa de la oposición entre los dos bloques", afirma Phil Twyford.
El presidente del Banco Mundial, James Wolfensohn, espera que en los próximos cinco años los países ricos dupliquen el monto de la APD, y que ésta llegue a los 100 mil millones de dólares, una suma que considera necesaria para alcanzar los objetivos del milenio.
"Lo que Bush y los europeos propusieron está muy lejos de lo establecido", destaca el responsable de Oxfam. El dinero estadunidense se acompaña de condiciones que los países en desarrollo deberán cumplir si quieren recibirlo: sobre todo una buena gestión pública y el establecimiento de "criterios objetivos" para medir los progresos realizados.
Esta "condicionalidad" suscita la oposición de varias organizaciones, entre ellas Jubilee, que agrupada alrededor del cantante de rock Bono, del grupo U2, milita a favor de la suspensión de la deuda de los países pobres.
Bono estuvo al lado de Bush cuando éste anunció el aumento de la ayuda. "La condicionalidad debe partir de abajo hacia arriba y no ser impuesta por la burocracia de Washington", donde también se encuentran las sedes del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional (FMI), afirmó en un comunicado.
Jubilee rechaza que Bush no se haya referido a la anulación de deudas. AFP