EUROCUMBRE
Surgen severas discrepancias en la conferencia cimera de Barcelona
Alcanzan gobernantes europeos un acuerdo para liberalizar el sector energético en la región
No asistió a la primera sesión el premier Berlusconi: sufrió un ataque de gastroenteritis
ARMANDO G. TEJEDA ENVIADO
Barcelona, 15 de marzo. Los mandatarios de la Unión Europea (UE) alcanzaron hoy un acuerdo de principio sobre la liberalización del sector energético en la región, acaso el punto más polémico ante las reiteradas discrepancias entre los dos ejes visibles: Francia y Alemania, parcialmente en contra de la privatización, y España, Italia y Gran Bretaña, a favor.
Así, españoles, italianos y británicos fueron los más entusiastas por adoptar un mo-delo cada vez más liberal, con el argumento de que es la única vía para competir co-mo región con Estados Unidos; los políticos se reunieron en medio de un intenso cordón policial, con cariz de un virtual estado de sitio ante el temor de las protestas de los movimientos contra la globalización.
El mandatario español y presidente de turno de la UE, José María Aznar, cuando dio la bienvenida a sus 14 homólogos del organismo al poner en marcha la conferencia cumbre, anunció ante el consejo extraordinario que entre las prioridades destacan la liberalización de la energía, el transporte y la creación de un mercado financiero único europeo.
Al menos en lo relativo al primer rubro ya se ha alcanzado un acuerdo, informó el mi-nistro de Economía español, Rodrigo Rato, quien si bien no pudo precisar en qué fecha entraría en vigor, se estima que se hará a partir del 2004. Pero el canciller español, Josep Piqué, se concretó a señalar que en el polémico rubro de la apertura energética "la presidencia no descansa".
Sin embargo, el acuerdo fue de mínimos, ya que el llamado eje Aznar-Berlusconi-Blair propugnaba una liberalización total del mercado doméstico, condición que fue finalmente rechazada al acordarse únicamente la privatización de la energía para todas las empresas y otros sectores de la economía, que en su conjunto representan 60 por ciento del mercado europeo.
Reticencias francesas y alemanas
Los delegados franceses eran los más reticentes, por lo que condicionaron su respaldo al plan a que se garantizara un férreo control del suministro por parte del sector público para no dejar desprotegidos a determinados sectores de "interés general".
El presidente Jacques Chirac fue categórico al subrayar que Francia "no puede re-nunciar a una serie de principios que afectan a los servicios públicos o los servicios de interés general".
En el mismo tenor, Lionel Jospin, primer ministro francés, puntualizó que en su país no habrá liberalización del mercado energético de consumo industrial, al menos en el corto plazo, y mucho menos el privado.
También el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, excluyó un compromiso de apertura total sobre el mercado energético. A su vez, Grecia dijo no estar preparado técnicamente para tal liberalización.
Será, por tanto, hasta este sábado que el tema vuelva a ser discutido tras haber sido considerada una nueva propuesta, que de-berá presentar la presidencia española en busca de consenso.
En cambio, Austria criticó a Alemania y Francia al señalar que "no es posible que porque ambos países tengan elecciones no se pueda alcanzar un compromiso sobre la liberalización energética", según dijo el ministro de Finanzas de esa nación centroeuropea, Karl-Heinz Grasser.
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pedro Solbes, afirmó que es necesario que de Barcelona salgan "fechas concretas" para avanzar en las liberalizaciones porque, de lo contrario, la cumbre no cumplirá sus objetivos.
Además, insistió en la necesidad de que la liberalización afecte a todos los usuarios, también a los pequeños consumidores. Por tanto, la fecha de entrada en vigor es un asunto que centrará gran parte de los en-cuentros multilaterales.
Otro de los asuntos polémicos, el referente a las reformas del "mercado laboral", que se pretende traducir en el abaratamiento del despido, también pende de un hilo por las discrepancias internas, otra vez con los dos ejes enfrentados, ya que Francia y Alemania, que este año tendrán procesos electorales, no quieren adoptar medidas impopulares que socaven sus resultados.
Por su parte, Suecia calificó de "insuficiente" el aumento al 0.33 por ciento del producto interno bruto que Europa decidió aplicar a la ayuda que destina al desarrollo.
Mientras, Irlanda expresó su preocupación por el creciente "unilateralismo" de Estados Unidos, por lo que invitó al presidente George W. Bush a dialogar con el Parlamento Europeo para fortalecer las re-laciones trasatlánticas.
La primera sesión del día estuvo marcada por la reunión que mantuvo el presidente del Parlamento Europeo, Pat Cox, con los jefes de Estado y de gobierno, a quienes entregó las resoluciones aprobadas en la Cámara comunitaria el pasado 28 de febrero, con puntos relacionados con lo que se debate estos días en Barcelona.
Justo después de esa primera sesión, los mandatarios europeos han recibido a los presidentes de Yugoslavia, Vojislav Kostunica, y Montenegro, Milo Djukanovic, quie-nes fueron invitados por la UE después del acuerdo alcanzado ayer para reformar sus relaciones manteniendo un único Estado, que se llamará Serbia y Montenegro.
Entre los incidentes de la conferencia cumbre destacó la ausencia en casi toda la primera sesión del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, a quien le dio un ataque de gastroenteritis.