Reclama PRD dureza de Fox ante críticas
locales y suavidad ante Washington
Rechazo generalizado de partidos en San Lázaro
a posiciones hegemónicas del Ejecutivo
Religen a Beatriz Paredes al frente de la Mesa Directiva
Denuncia PVEM estrategia mediática del gobierno federal "como
primera opción para resolver los problemas del país"
ROBERTO GARDUÑO
En el inicio del segundo periodo ordinario de sesiones
de la Cámara de Diputados las fracciones parlamentarias de PRI,
PAN, PRD, PT, PVEM y Convergencia por la Democracia, se pronunciaron por
enfrentar "las tentaciones autoritarias", la estrategia mediática
para resolver los problemas del país y los intentos de subordinar
al Legislativo por parte del Ejecutivo federal.
A la primera sesión de la cámara se añadió
un hecho inédito en los pasados ocho años de tareas legislativas:
el pleno religió a Beatriz Paredes Rangel como presidenta de la
Mesa Directiva. El suceso fue considerado como una cortesía de PAN,
PRD, PRI, PVEM y PT para la diputada priísta, que se reincorporó
a sus labores parlamentarias tras perder la contienda interna por la dirigencia
nacional de su partido.
Al
darse esa situación las dudas se dispararon, porque Paredes fue
electa para presidir la cámara de septiembre de 2001 a agosto de
2002. Y es que al cumplirse los 45 días de licencia que solicitó
para ausentarse de la cámara (con el propósito de trabajar
en su campaña), el pasado 25 de febrero la diputada tlaxcalteca
pidió una prórroga para incrementar su licencia temporal.
Aquello significó que la priísta perdía
su lugar en la presidencia de la Mesa Directiva, como lo señala
el artículo 19, numeral 2 de la Ley Orgánica del Congreso:
"Si las ausencias del presidente fueren mayores a 21 días en periodos
de sesiones o de 45 en periodos de receso, la Mesa Directiva acordará
la designación del vicepresidente en funciones de presidente, y
se considerará vacante el cargo hasta la elección correspondiente,
para cumplir con el periodo para el que fue elegida la Mesa Directiva".
Y fue la Mesa Directiva la que designó al diputado
Eloy Cantú, como vicepresidente en funciones de presidente de la
Mesa Directiva, para llegar al supuesto de que la presidencia de la cámara
se encontraba vacante y, por tanto, se debería celebrar una elección
para cubrir la posición más importante en la Cámara
de Diputados.
No obstante, la Junta de Coordinación Política,
presidida por Felipe Calderón, e integrada por Rafael Rodríguez
Barrera, Martí Batres, José Narro y Bernardo de la Garza,
envió el pasado 11 de marzo a la Mesa Directiva, la resolución
para que Beatriz Paredes se reincorporara a la presidencia mediante el
mecanismo de la elección en el pleno.
Así fue, al someterse a votación, ayer,
ante el pleno: 385 diputados votaron, 350 a favor, 29 en contra, y seis
se abstuvieron. El resultado fue proclamado con un aplauso para dar la
bienvenida a Paredes Rangel.
El hecho, se supo más tarde, fue producto de una
propuesta y negociación de diputados del PRI, vinculados a la legisladora
por el estado de Tlaxcala "para que no quedara duda de que ella está
fuerte, y no se diera con el tiempo la interpretación de los madracistas
de que la Junta de Coordinación Política habría impuesto
en la presidencia a Beatriz, como un intento de evitar su elección
en el pleno".
Aun así, entre los diputados que votaron en contra
y los que abandonaron el pleno a la hora de la votación se encontraron
el "nuevo" perredista, Humberto Mayans, varios legisladores del Verde Ecologista
y la mayoría de los integrantes del grupo de priístas oaxaqueños.
Ya con Beatriz Paredes al frente de la Mesa Directiva
de la cámara, empezó una ronda de posicionamientos de los
grupos parlamentarios en torno a sus propuestas de agenda de debates. Sin
embargo, esas participaciones se convirtieron en una oleada de críticas
al Ejecutivo Federal.
Martí Batres, por el PRD, argumentó que
la "embestida" del Presidente de la República contra el Congreso
es inadmisible por lo que será necesario cambiar el esquema de relacionarse
con el Ejecutivo:
"El presidente ya no es el gran legislador, las tareas
del Congreso son mucho mayores, el Congreso tiene que inventar y crear
sus propias resoluciones, y eso implica nuevos tiempos, formas, espacios,
y diferentes relaciones con la sociedad. El corazón de la reforma
del Estado está precisamente en el Congreso de la Unión;
lo que necesita México es un gobierno compartido y colectivo: el
Estado no es el Presidente de la República."
En tono fuerte, Batres reclamó al gobierno federal
"su actitud dura" contra las opiniones distintas a las de las autoridades
en el interior del país, y su "actitud suave" con el gobierno de
Estados Unidos.
"Le pedimos al Presidente que no se deje doblar por las
presiones de Estados Unidos; que se apoye en este Congreso para negociar
con ese país. Aquí está representada la nación,
con su gran diversidad ideológica, cultural, social y política."
El líder de la bancada del PAN, Felipe Calderón,
señaló que al comenzar el periodo ordinario de sesiones de
la Cámara de Diputados, "la subordinación práctica
del Congreso terminó hace buen rato y es una consecuencia clara
de la transición democrática que ha vivido el país:
la verdadera separación e independencia del poderes, no significa
que deba traducirse en confrontación o no colaboración entre
los mismos".
La base de la intervención de Calderón se
fundamentó en la iniciativa del PAN para aprobar la relección
de legisladores. Mientras continuaba con su alocución, advirtiendo
que al relegir a diputados y senadores se fortalecerá ese poder,
entre las bancadas de PRI y PRD se lanzó el primer rechazo: "Esa
propuesta sólo beneficiará a los sectores más poderosos
del país, porque subordinarían a los diputados a éstos
y sería el primer paso para reducir el número de congresistas",
señaló un legislador priísta.
Y para dar fuerza a su iniciativa, el coordinador panista
recordó que los perredistas de la 57 Legislatura, Leticia Robles,
Francisco Guevara, Gilberto López y Rivas, Gilberto Parra y otros
propusieron "profesionalizar la Cámara de Diputados" mediante la
relección, esa referencia generó la ovación entre
los panistas.
Rafael Rodríguez Barrera, del PRI, rechazó
que un poder (el Ejecutivo) pretenda situarse por encima del estado de
derecho:
"La profundización de las tentaciones autoritarias
tiene que llevarnos a nosotros como cámara a profundizar en la práctica
de la democracia representativa en la unidad apretada de nuestras filas,
en el convencimiento de que al compartir el gobierno compartimos responsabilidad.
Si no lo hacemos, en corto tiempo esta responsabilidad va a sernos exigida
por quienes no hace mucho votaron por nosotros."
Frase vacía
Con dureza, el vicecoordinador petista, José Narro,
recordó que la idea de que "'el Ejecutivo propone y el Legislativo
dispone', es una frase vacía, una falacia. Vicente Fox no se contenta
sólo con derrochar su capital político, sino también
de tirar por la borda la oportunidad de aprovechar la enorme participación
de una sociedad que es cada vez más madura".
Francisco Agundiz, del PVEM, señaló que
la ausencia de comunicación del Ejecutivo con el Legislativo obedece
a "esa búsqueda mediática que permanentemente utiliza (aquél)
como primera opción para resolver los problemas del país".
El diputado de Convergencia por la Democracia, José
Manuel del Río, criticó al Ejecutivo porque pretende "un
Legislativo sumiso y obediente a su voluntad, esto se complica más,
cuando las decisiones soberanas de la cámara se anulan o distorsionan
con base en leyes de carácter secundario".
Afuera del recinto de San Lázaro un grupo de sordomudos
se manifestaron para que los diputados tomen en cuenta su demanda de aprobar
una ley de personas sordas, que legalice la educación bilingüe
y garantice el respeto de la cultura de ese importante sector de la sociedad.