Viernes 01 de marzo de 2002
La Jornada de Oriente publicación para Puebla y Tlaxcala México

 
n Carrancá: estamos hartos de que nos digan que es una prioridad, pero ¿dónde están los planes?
Critican penalistas a Fox por carecer de una efectiva política de combate a la delincuencia
q Propone Franco Guzmán establecer un solo Código Penal en todo el país para uniformar sanciones q Fustiga el legislador Manuel Espina a los medios que dan a los delitos un trato de negocio

Fabián Robles/ Carlos Avendaño n

El doctor Raúl Carrancá y Rivas criticó al gobierno de Vicente Fox Quesada por carecer de una ³imprescindible y efectiva² política de combate a la delincuencia y propuso la creación de un Centro Nacional de Investigación y Prevención de la Criminalidad que contribuya a conocer las causas endógenas y exógenas de los actos ilícitos, y que además permita que el crimen organizado ya no se mofe de los principios rectores del Estado de derecho.
El presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso de la Unión, Manuel Espina Barrientos, coincidió con Carrancá y Rivas. Criticó que transcurridos los dos primeros meses del año aún no exista una política criminológica clara en materia de seguridad pública por parte del gobierno federal, pese a que este rubro es el que requiere mayor atención.
Mencionó que una política criminológica bien definida permitirá observar, experimentar, conocer, definir y orientar sobre el génesis, causa o motivo de las conductas delictivas, por ello urgió a las instancias en la materia cambiar la persecución por la prevención de delitos.
Durante su participación en el Primer Foro Nacional Sobre Seguridad Pública que se lleva a cabo en la capital tlaxcalteca, Raúl Carrancá fustigó: ³¡estamos hartos de las palabras repetidas que nos dicen que la inseguridad pública es una prioridad (para todos los gobiernos)!, pero los planes para combatirla ¿dónde están? (El gobierno) sólo da palos de ciego. ¿Cómo es posible que quiera erradicar la enfermedad si desconoce sus orígenes?².
Añadió: ³No es concebido el Estado de derecho del que tanto se habla, del que tanto se presume y que se pregona en un reiterado discurso oficial, pero sin una base ni fundamento. No es concebible este Estado sin una plataforma sólida de seguridad pública y social. Sobre ésta se construye aquélla y en ésta culmina. Lo grave, lo peligroso, es cuando se comienza a hablar de inseguridad en vez de seguridad².
El incumplimiento al Estado de derecho, dijo, se debe a que desde la capital de la República se hace política sólo para encumbrarse en ésta, pero se soslaya y se ignora la ley.
³Se hace la política sin conocimiento, sólo se hace política de facto porque (los actores) desconocen el contenido de la Constitución Mexicana y una política equivocada sólo fomenta la inseguridad. No hay progreso, ni democracia, ni cambio ­advirtió­, en un país donde se es víctima de la delincuencia. Se abarrotan las cárceles y se amontonan los expedientes en los juzgados y en los tribunales, pero hay una manifiesta inseguridad penitenciaria, un presupuesto raquítico para el combate a la delincuencia y una infraestructura ridícula².
Carrancá y Rivas insistió en que los políticos prefieren sentarse bajo el hechizo de la demagogia y apresurar el paso para obtener votos y la confianza del electorado, en vez de ajustar sus hechos y acciones a la legalidad, amén de que el pueblo debe estar enterado ³de lo que peligrosamente estamos siendo en materia de inseguridad para así buscar soluciones conjuntas².
Desde su óptica, y dada la carencia de una ³imprescindible política criminal² de la administración foxista, Raúl Carrancá y Rivas consideró que en México sólo se administra la inseguridad, pero no se combate la delincuencia, ³es más nos hemos acostumbrado a vivir con la inseguridad. Entonces, ¿qué futuro tenemos cuando los gobernantes le dan la espalda a la legalidad?²
En su oportunidad, el abogado Ricardo Franco Guzmán ­quien dictó la conferencia ³El secuestro: un delito insuficientemente castigado²­ insistió en la necesidad de ³hacer federado² este ilícito y establecer un solo Código Penal para toda la República porque no en todas las entidades las penas, y ni siquiera las modalidades de ese ilícito, son las mismas lo que permite que quienes se dedican a esta industria opten por perpetrar los plagios en aquellos estados donde las penas son menores.
También coincidió con Carrancá y Rivas ­quien se pronunció en contra del aumento de las penas punitivas ³porque eso no sirve de nada²­ al señalar que ³tiene razón al advertir que las altas sanciones, las que pasan de los 30 años, no sirven para cumplir con su labor de readaptación social de los delincuentes².
Durante la sesión matutina de este foro, el presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso de la Unión, Manuel Espina Barrientos propuso que para abatir los problemas delictivos se debe destinar más recursos para la prevención de los delitos y para a la educación de los mexicanos, además de fortalecer la planificación familiar para frenar la explosión demográfica y construir albergues para los niños maltratados o abandonados que les beneficie.
En su ponencia, el legislador federal señaló que hoy en día es mínima la atención de la Secretaría de Educación Pública a sus programas de prevención de índole en materia de seguridad, al no inculcar valores a niños y jóvenes.
A los medios de comunicación también les tocó su parte en la serie de críticas que hizo Manuel Espina, al señalar que éstos deben asumir un papel constructivo y de respeto a la dignidad y derechos humanos, en lugar de ver la violencia y los actos delictivos como un negocio al dar un trato sensacionalista a la información.
Más adelante, reconoció que falta mayor voluntad política para la apertura de la participación ciudadana en el asunto de seguridad pública, pues las instituciones encargadas de impartir justicia y de garantizar la seguridad pública han sido rebasadas por la delincuencia organizada, lo cual obliga a apelar al esfuerzo de la sociedad para encontrar esquemas para erradicar este problema.