Uno de los caídos durante una balacera
en Mazatlán podría ser el narco, confirma Macedo
Murió Ramón Arellano, supone la PGR;
ofrece identificar el cadáver y no lo tiene
El titular de la Procuraduría anuncia análisis
y pruebas al cuerpo que se presume del capo, sugiere que está
bajo resguardo de la dependencia y luego rectifica: ''desconozco su paradero''
JUAN MANUEL VENEGAS Y JAVIER VALDEZ Y JORGE ALBERTO
CORNEJO ENVIADO Y CORRESPONSALES
Ramón Arellano Félix, uno de los narcos
más buscados en México y Estados Unidos, podría haber
muerto en una reciente balacera en Mazatlán. El procurador general
de la República, Rafael Macedo de la Concha, confirmó que
"existe esa hipótesis" e informó que en coordinación
con la agencia estadunidense antidrogas (DEA) se realizan ''los peritajes
y las investigaciones'' correspondientes para aclarar el caso.
Aunque inicialmente el procurador Macedo mostró
optimismo cuando habló sobre el tema, en el transcurso de la gira
del presidente Vicente Fox por Chiapas titubeó sobre el lugar en
que se encuentra el cuerpo de quien se presume es Ramón Arellano.
Sin embargo, la Procuraduría General de Justicia
de Sinaloa entregó desde el lunes los cuerpos de Jorge Pérez
López ?quien podría ser en realidad Ramón Arellano?
y Héctor Solórzano Pérez a personas que se presentaron
como sus familiares y reclamaron los cuerpos.
Posteriormente fuentes de la policía local aceptaron
que las identificaciones de los presuntos familiares resultaron ser falsas.
Asimismo, la procuraduría sinaloense indicó
que ya se realizan las investigaciones dactiloscópicas y solicitó
apoyo a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y la DEA para su plena
identificación.
La información de la supuesta muerte de Ramón
Arellano trascendió, coincidentemente, dos días después
de que el administrador de la DEA, Asa Hutchinson, estuviera de visita
en México y asegurara que se detendría a los líderes
del cártel de Tijuana en territorio mexicano o estadunidense.
Lo curioso del asunto es que la PGR investigaba desde el 15 de febrero
sobre la identidad de los muertos de Sinaloa.
En Tijuana, el semanario Zeta publicó este
viernes que fuentes estadunidenses tienen la certeza hasta "en 95 por ciento"
de que el hombre ejecutado en Mazatlán es Ramón Arellano
Félix.
Según versiones extraoficiales, el "más
violento" de los Arellano llegó a Mazatlán el 5 de febrero
con el propósito de matar al presunto narcotraficante Ismael Zambada
García, El Mayo, aprovechando su presencia en el puerto con
motivo del carnaval.
Macedo optimista
Sin
poder ocultar una sonrisa, Macedo de la Concha comentó, en la primera
de las tres entrevistas que concedió en el contexto de la gira,
que el asesinato de uno de los jefes del cártel de Tijuana
podría ser confirmado.
Incluso, en la rapidez del intercambio con los reporteros,
el procurador de la República dejó entrever que el cuerpo
de quien se presume es Ramón Arellano (presuntamente caído
en una balacera en Mazatlán, el pasado 10 de febrero) se encuentra
bajo el resguardo de las autoridades.
Dijo que la investigación para la identificación
de los cadáveres empezó desde ''que conocimos de los hechos''.
Posteriormente señaló que se estaban buscando elementos para
determinar si uno de ellos correspondía a Arellano Félix
''mediante los elementos de carácter científico que tenemos''.
?Se le ve muy contento ?se le comentó al optimista
procurador.
?Quiero ser optimista; siempre lo he sido. Mi trabajo
me lo exige. Tenemos que ver hacia delante y hay que seguir trabajando.
?¿Este es un golpe al narcotráfico, para
dar credibilidad al gobierno en el combate al crimen organizado?
?Es una tarea permanente y yo lo he dicho siempre: el
trabajo de las instituciones es seguir avanzando en ello. Independientemente
de este golpe, tenemos muchos más que se han realizado y seguiremos
trabajando en ello con la misma intensidad.
Poco después, en la segunda entrevista ?ahora con
expresiones parcas? insistió en que es ''sólo una presunción''
el fallecimiento de uno de los integrantes del clan Arellano, y a la pregunta
de que si se realizarían exámenes de ADN al cuerpo que se
presume corresponde al capo de Tijuana, Macedo respondió:
"todo lo que sea necesario; dependerá de la propia investigación
y conforme a los elementos que tengamos".
Así, sin descartar la aplicación de la prueba
del ADN, se le preguntó enseguida si el cuerpo había sido
asegurado por la PGR.
Macedo titubeó: "no, no, no... Mire usted, insisto,
esta es una investigación... Primero, inicialmente tomó elementos
el fuero común y precisamente estamos viendo qué ocurrió
y esta es parte de la investigación''.
?¿Pero entonces el cuerpo dónde está?
?En este momento, no; en este momento... mire usted: yo
no quiero adelantar sobre la investigación, porque sería
irresponsable de mi parte, ni quiero abrir una expectativa que no me corresponde
en este momento establecer. Lo único que quiero señalar es
que, categóricamente, estamos investigando sobre el particular y
agotaremos todas las líneas para establecer la veracidad de esta
información.
--¿El cuerpo está en poder de la PGR, sí
o no?
--No, no, no. No está el cuerpo en poder de nosotros.
Estamos estableciendo precisamente su destino y cuáles son las líneas
de investigación que nos permitan corroborar esta información.
No, no tenemos el cuerpo.
En la tercera entrevista, insistió sobre lo mismo:
que la PGR no sabe del paradero del cuerpo que se presume es de Ramón
Arellano y que se investiga para determinar si el capo realmente
murió o no.
Historia de un tiroteo accidental
La balacera ocurrió el 10 de febrero en Mazatlán,
en plena Zona Dorada, cuando elementos de la Policía Ministerial
del Estado (PME) les ordenaron a cuatro sujetos que viajaban en una automóvil
Volkswagen blanco, placas VFG-5534, que se detuvieran por aparente actitud
sospechosa.
Sin embargo, los individuos no accedieron y optaron por
introducirse al estacionamiento del hotel Plaza Gaviotas, donde tres de
ellos se metieron a una farmacia y el otro al hotel. Los agentes optaron
por esperar afuera del lugar, en la patrulla, mientras otro de los agentes
los persiguió a pie.
Cuando el ministerial les dio alcance, arma en mano, les
ordenó que se detuvieran, pero los sicarios prefirieron sacar sus
armas calibre .45. Comenzó entonces el tiroteo entre ambos bandos,
lo que fue aprovechado por uno de los delincuentes para huir del lugar.
En el sitio se quedaron los cuerpos sin vida de dos sujetos
y del agente Angel Antonio Arias. Testigos presenciales señalaron
que uno de los occisos se había identificado como agente de la Procuraduría
General de la República (PGR) y entregado su arma, pero los policías
igual le dispararon. Esta versión fue rechazada por el director
de la PME, Jesús Antonio Aguilar Iñiguez.
El funcionario dijo que fue este sujeto quien inició
el tiroteo y quien mató al policía.
Posteriormente, una patrulla de la Policía Estatal
Preventiva interceptó a otros dos sujetos que huían del enfrentamiento
y logró lesionar a uno de ellos; ambos quedaron detenidos, pero
el herido de bala murió minutos después, cuando era atendido
en un hospital privado de Mazatlán.
Luego de estas acciones fueron decomisadas dos pistolas
calibre .45, tres rifles AK-47, conocidos como cuernos de chivo,
13 celulares, 10 cargadores, 29 cartuchos para .45, 102 para .38, 125 para
AK-47, seis identificaciones falsas de la PGR y una funda para pistola.
También fueron detenidos Manuel Asunción
Hernández, ex miembro de la Policía Federal Preventiva (PFP),
quien inicialmente se había identificado como Roberto Vilchis, y
Sergio Reyes, agente activo de la PFP en división caminos.
En tanto, los gatilleros muertos fueron identificados
inicialmente como Jorge Pérez López y Héctor Solórzano
Pérez, a quienes la Procuraduría General de Justicia del
Estado de Sinaloa (PGJE) inició investigaciones dactiloscópicas
y pidió la colaboración de la FBI y de la Agencia Antidrogas
de Estados Unidos (DEA) para identificarlos y buscar posibles antecedentes.
Sin embargo, un velo de misterio cubrió las investigaciones,
ya que los cuerpos de los dos occisos fueron entregados el lunes posterior
al enfrentamiento a personas desconocidas, previa autorización del
Ministerio Público Especializado en Homicidios Dolosos; quienes
reclamaron los cadáveres, y que se dijeron familiares de los occisos,
presentaron credenciales falsas, como luego confiarían fuentes allegadas
a la PGJE.
Ni la misma procuraduría ni la fiscalía
especializada dieron información oficial sobre estos hechos, por
el contrario, guardaron total hermetismo.
Apenas este jueves, la procuraduría sinaloense
encontró que uno de los dos sicarios que murieron en el enfrentamiento
en Mazatlán responde al nombre de Efraín Quintero Carrizoza,
quien fue uno de los presuntos responsables del asesinato de 12 personas
en El Limoncito, municipio de Cosalá, en hechos ocurridos el 14
de febrero del año pasado.
El sujeto portaba una credencial falsa de la PGR, a nombre
de Héctor Solórzano Jiménez, y ya había sido
detenido el 2 de enero de 1994 por portación ilegal de arma de fuego,
por lo cual se le levantó un expediente en la policía ministerial
del estado.
Turnan el caso a la PGR
A su vez, el subprocurador de Justicia de Sinaloa, Felipe
Renaul, informó que el gobierno federal realiza las diligencias
correspondientes para verificar si el cadáver inicialmente identificado
como el de quien en vida respondía al nombre de Jorge Pérez
López corresponde al del conocido narcotraficante Ramón Arellano
Félix.
Precisó que la PGJE turnó el caso a la Procuraduría
General de la República, ya que, presumiblemente, se trata de personas
dedicadas al narcotráfico.
En un comunicado de prensa, el funcionario señaló
que se dio vista a la PGR sobre todas las diligencias realizadas por el
fuero común en este caso, así como documentos, armas y las
identificaciones encontradas.
En tanto, el director de averiguaciones previas de la
dependencia, Alfredo Higuera Bernal, aclaró que el Ministerio Público
procedió de acuerdo con la ley en la entrega de los cuerpos a las
personas que acreditaron ser parientes de ambos occisos.
Además, funcionarios de la delegación estatal
de la PGR negaron información sobre el caso, y dijeron que las investigaciones
del mismo fueron turnadas a la Unidad Especializada en Delincuencia Organizada
(UEDO).
El Mayo Zambada, ¿posible blanco?
En Tijuana, sede del cártel de los Arellano
Félix, fuentes policiacas mexicanas y estadunidenses confirmaron,
a su vez, que Ramón Arellano habría sido ejecutado en Sinaloa,
adonde se habría trasladado con la intención de asesinar
a un viejo rival: Ismael Zambada, El Mayo.
Zambada es señalado como responsable de haber aniquilado,
entre 1998 y 2001, a por lo menos 15 colaboradores de los hermanos Arellano
Félix, entre ellos, el abogado Gustavo Gálvez, defensor de
Jesús Labra, El Chuy, cerebro operativo del cártel
de los Arellano y actualmente preso en el penal de La Palma, en el estado
de México.
Por ello, El Mayo Zambada, es considerado cabecilla
de uno de los grupos antagónicos más peligroso de los Arellano
Félix.
De acuerdo con un informante citado por el semanario Zeta,
Ramón Arellano quería dar personalmente el tiro de gracia
a Zambada, a quien intentarían ejecutar el domingo pasado cuando
se registró la balacera en la que habría perdido la vida.
Ramón Eduardo Arellano Félix, de 37 años
de edad, es considerado como el más peligroso de sus 11 hermanos
miembros del llamado cártel de Tijuana.
Directamente a él se le atribuyen por lo menos
50 ejecuciones de policías, narcotraficantes y gente inocente; hay
quienes lo describen como un hombre a quien le gusta matar.