La alquimia electoral
En la sede del Sindicato Nacional de Trabajadores de la
Educación (SNTE) se desarrolla una febril actividad. El cuartel
del magisterio nacional se ha convertido en una sede alterna de las oficinas
de campaña de Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo.
Todas las secciones se anuncian como responsables de distritos
electorales, y las secretarias de departamentos, como Secundarias Técnicas,
Primaria y Secundaria, sacan copias del padrón interno de sus respectivos
agremiados, que incluyen el número de credencial de elector.
Calcomanías, carteles y distintivos en favor de
Madrazo y Gordillo están por todas partes. Y bajo su atenta mirada
se fotocopian y ordenan los miles de folios de que consta el listado del
magisterio nacional, que será utilizado para la votación
de mañana. No hay margen de error.
"Vamos a trabajar todo el sábado y el domingo,
porque los maestros deben ir a votar y participar en las elecciones. Si
no lo hacemos así, y si los maestros de la lista no votan en favor
de Madrazo, nos podemos quedar sin chamba", confió una secretaria
de la sección 32, en el primer piso, quien al enterarse de la presencia
del reportero exigió el anonimato, "porque no sólo pierdo
mi chamba, sino también a mi marido y a mi hermano".
Lo mismo sucede en todas las secciones del SNTE y en las
delegaciones de todo el país. Se recopilan nombres, números
de credenciales de elector, puestos de trabajo, y se relacionan con las
casillas más cercanas. Se afinan horarios, transporte y la entrega
de comida, refrescos y propaganda.
La tensión es palpable. El magisterio institucional
prácticamente ha echado toda la carne al asador. Las cuotas sindicales
arrojan más de cien millones de pesos al mes. Y la inversión
del profesorado en el proceso electoral supera con creces esa suma, afirma
el Movimiento Democratizador del Magisterio del Instituto Politécnico
Nacional.
En las oficinas se diseñan las actas de asistencia
que deberán firmar los profesores, luego de depositar su voto en
las urnas. Se fotocopian, incluso, las listas de escuelas y el número
de maestros que hay por turno. Todo está listo para la ingeniería
electoral.