Los promotores del
"cambio"
Para quienes se
han encargado de propagar que en algunos
municipios de la entidad poblana han llegado los
tiempos del cambio y atrás quedaron las viejas
practicas de corrupción y encubrimiento de
anomalías, a continuación les relatamos una
pequeña historia extraoficial sobre los
enjuagues perpetrados por los promotores de la
"transformación política, social, cultural
y moral" en San Andrés Cholula.
El hecho nos fue contado por una fuente digna de
crédito, puesto que hasta el momento no nos ha
proporcionado información falsa. Empero, le
advertimos que tome este chismecito con las
reservas del caso.
¿Se acuerda usted que hace más de un mes, en
una discoteca ubicada en la recta a Cholula, un
par de yuppies alcoholizados amenazaron con una
pistola a la gente que había acudido la lugar y
provocaron tal pánico, que la policía
sanadreseña tuvo que detenerlos?
Pues bien, resulta que ese dúo depubertos con
vocación de policías
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judiciales eran hijos de un
importante directivo de una importante cámara
patronal en Puebla, quien, al tener conocimiento
del broncón en el que se metieron sus vástagos,
buscó por todos lados ocultar el incidente y
evitar que fueran remitidos al Ministerio
Público.
Para lograr dicho cometido, el empresario en
cuestión no dudó en suplicar el perdón de las
autoridades de San Andrés Cholula, en ese tiempo
encabezadas por el hoy director general de
Industrial de Abasto en la capital poblana,
Eliuth Solís Tototzintle, y a cambio de la
liberación de los yuppies, se comprometió a
dotar de uniformes de alta calidad a los
elementos de la policía municipal de ese lugar.
La propuesta indecorosa llamó la atención de
Solís Totozintle y del comandante Alvaro Percino
Mino, quien, por cierto, tiene en su contra sólo
26 averiguaciones previas. Ambos habrían
aceptado de inmediato y para evitar cualquier
sospecha, sugirieron que la entrega de las
prendas se realizará en la administración del
nuevo edil, Guillermo Paisano.
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Ni tardo ni perezoso,
Paisano aceptó el ofrecimiento y ahora anda
pegonando que sus actos de gobierno son de
calidad y marcan la pauta de un trabajo
importante a favor de la comunidad. Lo cierto, si
es que este cuentito que le contamos resulta
verdadero, es que los gendarmes sanandreseños
portarán atavíos patrocinados por un acto de
corrupción. ¡Cómo le quedó el ojo!
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