Desertores falsos, la fuente de inteligencia de la CIA

"Fantasma", la amenaza iraquí, afirma ex inspector de armas de EU

ROBERT FISK THE INDEPENDENT

Beirut, 16 de febrero. Scott Ritter, ex inspector de armas de Estados Unidos en Irak, tiene una frase muy apropiada para describir al régimen del presidente Saddam Hussein: "La amenaza fantasma".

Y apoya su argumento con una ola impresionante de referencias de Ahmed Chalabi, quien encabeza la oposición iraquí en el exilio, cuyos falsos desertores afirman "te-ner pruebas" de la relación de Irak con los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, hecho que está motivando que Washington considere poner a Saddam en la lista de sus próximos objetivos.

La evidencia condenatoria de Scott Ritter del mes pasado debió ser tomada muy en serio en la Casa Blanca, incluso si Ritter admitió haber compartido con los israelíes información de inteligencia sobre las inspecciones de armas de la Organización de Naciones Unidas en Irak .

Señaló que fue Chalabi quien advirtió de la conexión Irak-Osama Bin Laden, tras el encuentro en Praga entre un agente de la inteligencia iraquí y el que sería el piloto suicida de los atentados del 11 de septiembre, Mohamed Atta.

Ritter afirmó que el tema que discutieron (que se supone fue el ataque contra la emisora contraria a Saddam, Radio Libre Europea, en Praga) estuvo muy lejos de los atentados en Estados Unidos. Los reportes del gobierno checo sobre esta reunión señalan que ésta fue, más bien, conflictiva.

Ritter indicó que cuando fungió como inspector de armas tuvo la tarea de hacer contacto con Chalabi y el "Congreso Na-cional Iraquí", para reunir información de inteligencia, y aseguró que lo obtenido de los desertores de Chalabi fue "más apariencia que contenido".

Entre estos desertores se encontraba un supuesto ingeniero, quien ayudó a construir una red de túneles debajo del palacio de Saddam Hussein, todos llenos con documentos sobre las armas iraquíes de destrucción masiva.

Los hombres de Ritter fueron detrás del supuesto tesoro escondido de documentos. Pero sólo encontraron un túnel de desagüe, ningún documento revelador.

Cuando el secretario adjunto del Departamento de Estado estadunidense, Paul Wolfowitz, necesitaba una conexión entre Irak y los ataques del 11 de septiembre, Ritter dijo que Chalabi se enteró de "desertores" que sabían sobre el entrenamiento de secuestradores "árabes" por parte de la inteligencia iraquí en un campo cerca de la ciudad de Salman Pak, que contaba con un avión comercial que fue utilizado por quienes serían los piratas, quienes llevarían cuchillos -un toque encantador, a la luz de los acontecimientos del 11 de septiembre-, y señaló que los equipos sólo practicaban en "grupos de cinco".

La instalación de Salman Pak existe, afirmó Ritter, pero su uso como un campo de entrenamiento de la red Al Qaeda nunca ha sido comprobada.

Naciones Unidas, reveló Ritter, "dejó de tomar en cuenta la información proporcionada por Chalabi como base para realizar las inspecciones, ante la poca confiabilidad de las fuentes y su dudosas motivaciones".

Los patrocinadores de Chabali, de acuerdo con Ritter en el Monitor Cristiano de Ciencia, son Wolfowitz, el ex director de la CIA James Woolsey y el subsecretario de Estado, Richard Perle, quien se regocijó con su apodo de Príncipe de la oscuridad.

© The Independent.

Traducción: Erik Vilchis.