Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 8 de febrero de 2002
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Sociedad y Justicia

Generalmente las víctimas atacan el mal cuando ya está desarrollado, señalan

Un par de simples pruebas bastaría para evitar o retrasar la insuficiencia renal, plantean expertos

Del casi millón de enfermos, 800 mil, sin acceso a atención médica, indican datos de Ssa

ANGELES CRUZ

Un examen general de orina y una prueba de química sanguínea podrían evitar o por lo menos retrasar el desarrollo de la insuficiencia renal, padecimiento incurable cuyo control implica un gasto promedio de 18 mil pesos mensuales por paciente.

La enfermedad afecta principalmente a los diabéticos e hipertensos. Aunque está científicamente comprobado el alto riesgo para este sector, hasta ahora no se han instrumentado campañas de información para prevenir su aparición. Por el contrario, los afectados por la insuficiencia renal no se enteran hasta que el mal está desarrollado, afirmaron Adolfo López e Iván Henríquez, médicos especialistas en nefrología y directivos de la Unidad de Diálisis Ambulatoria Cuidados Renales de México (Curemex).

Comentaron que integrantes de la Sociedad Mexicana de Nefrología y del Instituto Mexicano de Investigaciones Nefrológicas conformaron un grupo de consenso que propuso a la Secretaría de Salud (Ssa) desarrollar una estrategia para prevenir la insuficiencia renal.

Señalaron que es prioritaria la capacitación médica, la creación de la fundación renal mexicana para apoyar a los enfermos sin seguridad social, así como crear la norma oficial para el registro de los pacientes en diálisis.

Los expertos se han reunido en dos ocasiones con autoridades de la Ssa y esperan en poco tiempo tener una respuesta para emprender las acciones preventivas mencionadas.

Indicaron que hay apenas unos 300 nefrólogos, 220 de los cuales tienen la certificación del Consejo Mexicano de Nefrología. Tan sólo para satisfacer la actual demanda de atención médica del Seguro Social en esta área se requieren 200 médicos más. En relación con la población abierta, destacaron que no existe registro sobre el número de enfermos.

De acuerdo con información de la Ssa, uno por ciento de la población un millón de personas sufre algún padecimiento renal, y de ellos sólo 200 mil tienen acceso a la atención médica, privada o institucional. Además, datos de la Encuesta Nacional de Salud 2000 señalan que 20 por ciento de los mexicanos mayores de 45 años de edad padece diabetes.

Subrayaron que este padecimiento podría ser menor si existiera alguna estrategia de prevención en las clínicas del primer nivel. Bastaría con un examen general de orina y una prueba de química sanguínea, principalmente a diabéticos e hipertensos, para detectar a las personas en riesgo de desarrollar la enfermedad. Aunque a veces el mal es inevitable, al menos puede retrasarse, dijeron.

Explicaron que, además de ser incapacitante, la insuficiencia renal es incurable. La opción para los enfermos es el trasplante de riñón y, aunque esta posibilidad ha sido fomentada por las autoridades gubernamentales, se carece aún de una cultura de donación de órganos para combatir el fenómeno.

Comentaron que Curemex surgió hace un año, ante la necesidad de proporcionar atención médica de calidad a los enfermos de insuficiencia renal. A la fecha atiende a 85 personas, las que reciben el tratamiento de diálisis tres veces por semana a un costo de 760 pesos la sesión.

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