Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 7 de febrero de 2002
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Sociedad y Justicia
Ť El régimen de jubilados y pensionados se ha convertido en una carga para el instituto

Crisis financiera en el IMSS, a corto plazo

Ť Hay un trabajador en retiro por cada cuatro en activo; en 10 años la cifra se duplicará

ANGELES CRUZ

Cinco décadas de crecimiento sin planeación, sin cambios y con restricciones presupuestales constantes, así como un aumento desproporcionado en su nómina mantienen al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) descapitalizado, lo cual en el corto plazo podría desembocar en una nueva crisis financiera, similar a la de 1995.

Además, la expectativa inmediata de la institución es desfavorable a causa de la recesión económica del país. Un diagnóstico interno del Seguro Social señala que son varios los factores que "condicionan" su crisis económica, entre ellos su propio régimen de jubilados y pensionados (RJP).

El estudio indica que el financiamiento a la seguridad social afecta a las finanzas públicas en general, y que éste aumentará año tras año. Apunta que la nueva Ley del IMSS, que entró en vigor en 1997, trajo resultados favorables por la mejoría en los ingresos y la capacidad de ahorro financiero e inversión física. También crecieron la afiliación y los servicios; se consolidó el régimen de pensiones basado en el sistema de cuentas individuales operadas mediante las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).

Además, fue posible disminuir la siniestralidad por riesgos de trabajo, y aumentar la cobertura del sistema de guarderías para hijos de trabajadoras, entre otros.

A ello contribuyeron las acciones aplicadas a partir de ese año, como la reducción de las aportaciones obrero-patronales sobre la nómina, cuyo principal objetivo fue incentivar la creación de fuentes de empleo. En contraste, aumentó la contribución del gobierno federal al IMSS. Con estos recursos se paga, principalmente, la totalidad de las pensiones y jubilaciones del sistema vigente hasta 1997, en el que se encuentran casi 2 millones de personas.

Sin embargo, las finanzas del IMSS sufren la presión de su RJP, constituido actualmente por 92 mil 288 personas, pero que en el transcurso de los próximos 10 años se incrementará en más del doble, al sumarse 104 mil nuevos jubilados y pensionados.

Debido a que hasta 1997 no se crearon las reservas para garantizar el pago de los jubilados y pensionados del Seguro Social, al final de 2001 el pasivo laboral por este concepto ascendió a 227 mil 500 millones de pesos, en tanto las reservas apenas superaron los 18 mil millones.

El diagnóstico institucional asegura que en un plazo no mayor a 15 años el pago de pensiones y jubilaciones será del mismo monto que el de los trabajadores activos, por lo que será difícil mantener su financiamiento, incluso en el corto plazo.

Para dar idea de la magnitud del problema, el texto explica que con 376 mil trabajadores, el IMSS ha generado por su contrato colectivo de trabajo un pasivo equivalente a 4.46 por ciento del producto interno bruto (PIB), mientras que 10 millones de asegurados del apartado A del artículo 123 constitucional generarán pasivos aproximados a 26 por ciento del PIB.

Las cifras

Al cierre del 2001, el IMSS contaba con 92 mil 288 jubilados y pensionados, cuya edad promedio es de 58 años y su ingreso mensual es de 6.15 veces el salario mínimo. Tal como lo establece el contrato colectivo de trabajo firmado por la institución con el Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS), los ingresos de los trabajadores en retiro, las viudas y huérfanos aumentan en las mismas fechas y proporción que los salarios y prestaciones de los activos.

A lo anterior se suma el hecho de que el sueldo pensionable se integra hasta por 13 conceptos adicionales al sueldo tabular (ayuda de renta, sobresueldo a médicos, zona aislada, aguinaldo, ayuda para libros, riesgo por tránsito vehicular, alto costo de vida, antigüedad, ayuda de despensa, horario discontinuo, infectocontagiosidad, compensación por docencia y atención integral continua), lo que ocasiona que la percepción mensual de jubilados y pensionados sea siete veces mayor al salario mínimo, aproximadamente.

En tanto, los 376 mil 523 trabajadores activos que existen actualmente tienen una edad promedio de 39 años, una antigüedad de 13 años y un nivel de ingreso promedio de seis veces el salario mínimo. Con relación a las cifras de 1980, el personal activo aumentó 131.48 por ciento, la edad promedio en aquella época era de 34 años y la antigüedad de ocho años.

Tan sólo en 2002 la institución espera que se retiren unos 7 mil empleados, pero además señala que 46 por ciento de sus trabajadores tiene entre 40 y 54 años de edad, y 43 por ciento está entre 15 y 29 años de servicio. Es decir, más de 104 mil tendrán derecho a la jubilación o pensión en los siguientes 10 años.

Por ahora hay un pensionado por cada cuatro trabajadores en activo. En 2010 esta relación será de 1.92. Aunque el IMSS tiene la prerrogativa de elegir el sistema financiero para cubrir el costo del RJP, éste no será suficiente para solventar los requerimientos económicos de los próximos años, admite.

El problema existe desde hace varios años, pero ha pasado "inadvertido" debido a que las reglas de contabilidad general no contemplan reflejar totalmente el pasivo laboral en los balances generales ni en el estado de ingreso y gastos del IMSS; sin embargo, de hacerse, la situación financiera real sería más que evidente (ver recuadro).

A esta situación ha contribuido el hecho de que históricamente el Seguro Social ha estado sujeto a variaciones y restricciones presupuestales. Durante toda la década de los noventa, afirma el diagnóstico, la institución vivió una situación crónica de presupuestos evidentemente insuficientes, sobrejercicios y correcciones costosas. En el periodo 1995-2001 el IMSS tuvo adecuaciones a su presupuesto superiores a 35 por ciento del gasto en algunos casos.

De una evaluación a los proyectos de Presupuesto de Egresos de la Federación de esos años sobresale el énfasis puesto en los insumos y no en las actividades realizadas, además de que las metas del IMSS eran similares a las de otras dependencias, lo cual fue un error, señala el análisis, porque el instituto no es propiamente un proveedor de servicios de salud o un pagador de pensiones, sino un administrador de la seguridad social.

Producto de esa equivocación, los proyectos presupuestales no consideraban objetivos de medición de pasivos y de fondeo de reservas, mediciones de la capacidad de aseguramiento en salud o evaluaciones de la atención a madres trabajadoras en guarderías, que son esenciales desde el punto de vista del aseguramiento social.

La reforma a la Ley del IMSS, aprobada por el Congreso de la Unión en diciembre pasado, tiene entre sus objetivos modificar esta situación y otorgar a la dependencia las herramientas para un manejo flexible y ágil. De ahí su nueva atribución como organismo fiscal autónomo, explica el diagnóstico.

Detalla que uno de los nuevos objetivos institucionales es lograr un presupuesto por programas evaluados en productos y resultados. Así, de los 137 mil 725 millones de pesos que tendrá disponibles en 2002, las estrategias prioritarias serán la administración en general y los ramos de la seguridad social y sus reservas; el otorgamiento de las prestaciones económicas; la atención médica a los derechohabientes; el servicio de guarderías; los servicios de afiliación y cobranza; las prestaciones sociales, y la infraestructura.

El documento admite, sin embargo, que la reforma legal no será suficiente para revertir la descapitalización actual ocasionada por el RJP.

estados de ingresos

balance general

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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