Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 7 de febrero de 2002
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Ť La orden provino del Vaticano, se dice en España

El sacerdote gay, apartado de "todas las licenciales ministeriales"

ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL

Madrid, 6 de febrero. El obispo de Huelva, Ignacio Noguer Carmona, anunció este miércoles que José Mantero, el cura de 39 años que se asumió públicamente como "homosexual activo", fue apartado hoy definitivamente de "todas las licencias ministeriales", orden que provino de la Conferencia Episcopal Española (CEE) porque desde el Vaticano se habría exigido acabar con el caso.

El párroco del Valverde del Camino, pueblo de 10 mil habitantes de la provincia de Huelva, ya no podrá oficiar misa ni utilizar hábito de sacerdote.

En una entrevista con la revista gay Zero, salida a la venta el pasado viernes, Mantero expuso las razones para no seguir ocultando algo que, a su juicio, comparte con "miles" de sacerdotes, obispos y seminaristas católicos: la homosexualidad activa.

Aseguró contar con una "agenda completísima" de nombres de sacerdotes, homosexuales y heterosexuales, que no cumplen con el celibato al que los obliga la Iglesia.

Desde que salió a la luz pública la historia del párroco se han formado dos bloques: el de los detractores -encabezados por el Vaticano, la CEE y medios de comunicación de extrema derecha- y las organizaciones de defensa de los derechos de los homosexuales, partidos políticos de izquierda y la gente de su propia feligresía, que elogia el trabajo sacerdotal de Mantero.

El párroco está en Madrid desde el viernes pasado, donde permanece en la semiclandestinidad, sólo rota para hacer algunas declaraciones a los medios. Ha asegurado que ni siquiera respondió a las llamadas que le hicieron representantes del obispado.

Noguer Carmona dijo hoy en un comunicado: "No sin hondo pesar me veo obligado a retirar formalmente todas las licencias ministeriales" de Mantero, quien "se ha si-tuado a sí mismo fuera de la disciplina de la Iglesia en materia de suma gravedad y de escándalo para los fieles al abandonar bruscamente su servicio parroquial y mantener, con publicidad y propaganda, la ruptura de su compromiso celibatorio".

El obispo de Huelva añade que "la Iglesia, por fidelidad a los sagrados dones recibidos y a los fieles a los que se debe, no puede hacer compatible el ejercicio de funciones sacerdotales con la ruptura de aquellos compromisos, sagrados también, que lleva aparejados y han sido libremente contraídos", tras explicar en cuanto a la homosexualidad que "por mucho que los fomente la cultura dominante, ni en la ética, ni menos en la Iglesia, se vale todo".

El comunicado termina con la afirmación: "Los que yerran o se alejan de ella (de la Iglesia) encuentran siempre sus brazos abiertos al rencuentro y al perdón".

La suspensión de Mantero era previsible; incluso desde el día en que se publicó la entrevista el CEE habló de aplicar una "expulsión a divinis", pero el reglamento de la Iglesia lo fue retrasando hasta que se optó por "apartarle de todas las licencias ministeriales", aun antes de hablar personalmente Mantero y el obispo responsable.

Todo se precipitó ante la dimensión que tomaba la confesión. Según José Manuel Vidal, uno de los periodistas especializados en temas religiosos más respetados de España, la orden de suspender a Mantero salió del Vaticano, concretamente del cardenal ultraconservador colombiano Darío Castrillón, responsable de la Congregación del Clero, que dentro de la estructura del Vaticano es la responsable de impartir doctrina y controlar a los sacerdotes fieles a Roma.

Según Vidal, Castrillón consideró que "este caso está escandalizando profundamente a los fieles de todo el mundo" y que en ningún caso quería que "se vuelva a repetir el caso Milingo, pero en rosa", en alusión al obispo africano que se casó con una coreana el año pasado bajo el rito de una secta asiática, y quien finalmente regresó a la Iglesia católica luego de entrevistarse con el papa Karol Wojtyla.

En todo caso, las consecuencias de la confesión de Mantero no han terminado. Falta saber si el párroco dará a conocer la "agenda completísima" de nombres de personajes del clero que, asegura, también son homosexuales activos.

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