Ť El presidente Eduardo Duhalde sigue acosado por las protestas

Asesina supuesto policía de un balazo a piquetero

STELLA CALLONI CORRESPONSAL

Buenos Aires, 6 de febrero. Al tiempo que el go-bierno argentino sigue acosado por las protestas y a la espera de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) dé alguna respuesta al plan económico, un piquetero fue asesinado de un balazo esta madrugada, cuando realizaba un corte de ruta en la provincia de Buenos Aires, por un comerciante al que se acusa de pertenecer a la policía.

La muerte es la primera de este tipo en las protestas que se registran a diario en Argentina, desde que la brutal represión a la re-vuelta popular del 19 y 20 de diciembre dejara una treintena de muertos.

El hecho ocurrió en un barrio de la localidad Esteban Echeverría y provocó el repudio de organismos humanitarios y la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón, que agrupa a varias organizaciones de la provincia de Buenos Aires.

Era la primera vez que Javier, de 25 años, participaba en un piquete, y según la versión de los desocupados el supuesto policía Jorge Bogado intentó cruzar por una ruta que estaba cortada y avanzó disparando al aire, "para asustarlos", según dijo.

La versión policial difiere de la denuncia de los compañeros de Javier, pues sostiene que Bogado -dejado en libertad por el fiscal- no integra ninguna fuerza de seguridad.

El suceso conmueve a la población en momentos en que se registran citaciones testimoniales de ex funcionarios del gobierno de Fernando de la Rúa, en relación con la represión del 20 de diciembre en la Plaza de Mayo, que dejó siete muertos.

Aquí en Buenos Aires, aunque ya han sido señalados responsables directos de los hechos, la investigación en manos de la jueza María Servini de Cubría se dirige hacia quienes dieron la orden de represión, y así desfilaron hoy varios ex funcionarios.

En la víspera habían quedado detenidos seis oficiales de la policía federal, que aquella jornada llegaron a la céntrica Plaza de Mayo en automóviles sin placas y dispararon a mansalva contra los manifestantes.

Mientras los cortes de rutas continúan, y los ahorristas siguen caceroleando en va-rios puntos del país para reclamar sus depósitos ya devaluados pero todavía encerrados, el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov, confirmó que el feriado cambiario se prolongará hasta el lunes, en un intento por ajustar las nuevas medidas económicas para evitar una disparada del dólar con la flotación libre de esa divisa.

Pese a este feriado, comercios y supermercados ya comenzaron la temida remarcación de precios, incluso de hasta 40 por ciento, aunque se cree que el hecho de que no haya circulante -dinero en los bolsillos- quizá pueda evitar una mayor alza.

Remes reconoció este día que Argentina esperaba una respuesta "más contundente" del exterior y más precisamente del FMI al plan anunciado el domingo, que adopta un único tipo de cambio libre como lo exigía ese organismo, y pesifica la economía, in-cluyendo las grandes deudas, mientras mantiene el llamado corralito bancario aunque pesifica los depósitos.

"Desde el mundo y con razón nos piden un programa, (pero) no es lo mismo hacerlo con o sin ayuda internacional", dijo.

Para el gobierno de transición de Eduardo Duhalde -que dio a Estados Unidos señales muy criticadas, como su posición en contra de Cuba en la próxima votación en la Co-misión de Derechos Humanos para tratar de destrabar la ayuda internacional--, el FMI no respondió como se esperaba, pese a que funcionarios de ese organismo participaron en el trazado de las nuevas medidas.

Para los analistas locales estas medidas favorecen notablemente a grandes grupos económicos locales y externos, al establecer una suerte de "nueva estatización" de la deuda privada como sucedió en 1982, du-rante la última dictadura militar.

Por lo pronto, el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O'Neill, saludó las medidas "significativas" de Duhalde, pero John Taylor, subsecretario para Asuntos In-ternacionales del Tesoro, se encargó de enumerar otras medidas que ayudarían a armar un plan "sustentable" que destrabe la ayuda a Argentina, como un acuerdo presupuestario con las provincias, reforma impositiva y capitalización de los bancos.