Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 3 de febrero de 2002
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Política

Antonio Gershenson

Las tarifas eléctricas

El aumento a las tarifas eléctricas para uso doméstico ha provocado una polémica tal, que el anuncio oficial se ha pospuesto. De hecho, no sabemos exactamente cuánto se va o se iba a incrementar a cada tramo de consumo.

Empecemos, entonces, por los hechos. De lo que se anunció se desprende que se va o se iba a elevar el segundo tramo de cobro del consumo doméstico, en un porcentaje muy considerable. En el doméstico hay seis tarifas, pero la más empleada es la llamada 1. En ésta se cobran a un precio relativamente barato los primeros 75 kilowatts-hora (Kwh).

Aunque sube mensualmente, en enero fueron, en números redondos, 54 centavos, ya con impuesto al valor agregado (IVA) incluido. El tramo completo de 75 Kwh costó 40.45 pesos al mes. Como aquí se paga por bimestre, el consumo de 150 Kwh se cobró en el primer mes del año a 80.90.

El segundo tramo llega hasta los 200 Kwh mensuales. Se cobraron en enero, por el segundo tramo, 64 centavos, y el costo total al mes fue de casi 80 pesos. Quien haya consumido 200 Kwh estaría pagando 120 pesos. Si se aumenta 50 por ciento al segundo tramo, para este usuario el costo sería ya de 160 al mes o 320 por recibo bimestral, con un incremento de 33 por ciento. De algunas versiones puede desprenderse un alza aún mayor, pues se habla de 50 por ciento como aumento al pago total a realizar.

En las zonas de verano cálido el incremento es mayor. Mientras más calurosa es una ciudad el cobro inicial es más bajo, y el tramo intermedio abarca un consumo más elevado. Esto se debe al gran gasto por el aire acondicionado. En un caso extremo, en la tarifa 1E, que aplica en ciudades como Mexicali y Hermosillo, hay dos tramos intermedios.

Sólo por el intermedio, bajo el pago adicional con un aumento de 50 por ciento en el segundo tramo, sería de 200 pesos al mes. Quien consuma también el tramo intermedio alto pagaría por un aumento similar en los dos tramos 850 mensualmente. Si resulta cierta la versión de que la mitad del incremento es el pago total para determinado consumo, entonces esta alza en las zonas más cálidas sería superior a los mil pesos al mes.

Hay algunos problemas en el esquema de cargar todo el peso del necesario aumento de ingresos del sector eléctrico en un sector tan pequeño.

El consumo doméstico en su conjunto es de 25 por ciento del total, mientras que los de empresas que reciben la electricidad en media o alta tensión representan las dos terceras partes. Eso quiere decir que un centavo de aumento en estas últimas representa para el sector eléctrico más del doble que si ese centavo se incrementa a todo el sector doméstico.

Y aquí el incremento se carga sólo en un tramo, tal vez dos (la información es lamentablemente vaga), de este sector. Un alza muy fuerte a los consumidores domésticos intermedios rinde muy poco. Además, la relación entre el precio promedio doméstico y el de alta tensión ya es demasiado elevada en términos de comparación internacional, pues muchas grandes empresas pagan menos de 50 centavos por Kwh.

Otro problema. El incremento, muy probablemente, generaría una reacción social de los afectados, especialmente en regiones de verano muy caluroso. Se anuncian medidas complementarias que son sanas, que apuntan a que se usen equipos eléctricos más eficientes. Sin embargo, esto funcionaría si hubiera tiempo para aplicarlas, pues un alza de golpe difícilmente se va a contrarrestar con medidas que tienen sus tiempos de aplicación.

Un problema más. No necesariamente se da que a mayor ingreso haya más consumo. A veces pasa lo contrario. Una vivienda muy humilde, por tener un refrigerador viejo y destartalado, puede consumir muchísima electricidad. También por usar focos incandescentes; es decir, los comunes y corrientes pero que valen unos tres pesos, y no fluorescentes compactos, que consumen una cuarta parte de la energía que requieren los más comunes, pero que cuestan entre 70 y 200 pesos.

En una casa con más ingresos y una cierta cultura el consumo puede ser menor que en el primer caso, porque tuvieron para comprar refrigerador nuevo y focos eficientes.

Un aumento debe estar mejor repartido. Se deben proteger los consumos bajos, pero también se deben dejar de subsidiar, como se hace, los primeros kilowatts-hora a los grandes consumidores domésticos. Y se debe dar un incremento gradual a las tarifas de tensión media y alta.

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