Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Sábado 26 de enero de 2002

Espectáculos

Ť Celebró 100 representaciones el pasado jueves

Chicago, musical de bajas pasiones, asesinatos y envidia envueltos en jazz

ARTURO CRUZ BARCENAS

El pasado jueves, el musical Chicago celebró sus primeras 100 representaciones en el Centro Cultural Telmex de avenida Cuauhtémoc, con la presencia de decenas de personalidades del mundo artístico, quienes aplaudieron de pie varias veces a lo largo de la función, cuyo fondo temático es la exhibición de lo que son capaces los seres humanos por alcanzar la fama, en este caso en el mundo de los espectáculos.

musical-chicago1La fama da reputación, buena o mala. Los crímenes, revestidos de asesinatos pasionales, son el pretexto para armar una historia en la que dos aspirantes a estrellas llegan al extremo de ser viles títeres de la ley, concretamente de un abogado "lengua de plata", transa, quien sin escrúpulos humillará a cada una, confrontándolas.

Con la organización de Ocesa Presenta, esta obra aún no recupera la inversión inicial, expuso el productor Morris Gilbert. "Está en vías de lograrlo; es un proyecto sumamente costoso, pero está dentro de los parámetros que nos propusimos".

Chicago es el quinto musical de Ocesa, que ha logrado una asistencia total de más de un millón y medio de personas. "El 2002 creemos que pintará bien. Hay otras obras ?no musicales? que también marchan en forma adecuada."

De la calle al teatro

La historia de Chicago se centra en un frío 11 de marzo de 1924, en esa ciudad de Illinois. El diario The Chicago Tribune presentaba una historia escrita por Maurine Dallas Watkins sobre Belva Gaertner, actriz de cabaret acusada de homicidio. La reportera, joven e inexperta, quedó maravillada por el candor y disposición de la reclusa. La dama solía decir: "Ginebra y pistolas, cualquiera de estas cosas es suficientemente peligrosa, pero combinadas te meten en grandes líos".

Sin embargo, lo que más la impresiona era su frase "en realidad nunca vale la pena matar a ningún corazoncito, sobre todo cuando has tenido muchos, y eso al mundo le consta". Los lectores del diario respondieron de manera muy favorable al humor y picardía de la reportera.

En 1926, Dallas Watkins decidió escribir el libreto de Chicago, musical tipo Broadway que narraba las peripecias de una serie de damas asesinas que se convertían en celebridades. Dos décadas después, William Wellman llevó esta historia a la pantalla grande y al poco tiempo era considerada una de las sátiras más divertidas de la era dorada de Hollywood.

Chicago se estrenó por primera vez en Broadway en 1975, con Gwen Verdon y Chita Rivera en los papeles principales. El jueves pasado, la puesta en escena que marcó las cien representaciones reforzó la idea de que en la vida de las luces, de los reflectores, hay bajas pasiones, celos, cinismo, avaricia, corrupción, asesinato y envidia; no obstante, de la obra nadie sale reprimido. Se apoya el tono en el jazz, con subaura de tragedia y dolor.

Las piernas de las protagonistas: Sandra Guida y Bianca Marroquín, así como de otras bellezas, causan embelesos en más de uno. El crimen es no ver esas piernas que desde las primeras filas alborotan la hormona y dan vitalidad. Para las damas, musculosos actores, entre ellos Abel Fernando, les hicieron soltar suspiros.

La orquesta en vivo, con 14 elementos, bajo la dirección de Isaac Saúl, participa activamente en el drama. Si un personaje se gana la simpatía del público es el de Amos Hart, interpretado por Darío Ripoll. Su nobleza, que bordea la pendejez, es mayor que cualquier defecto. Es el celofán, el ser que puede pasar inadvertido siempre. Es gris como su traje, pero solidario con su mujer.

Sólo hay teatro bien y mal hecho, señala Rafael Inclán

Entre los que rondaban tomando un refresco estaba el actor Rafael Inclán, quien hace otro tipo de teatro, no tan caro: "La cosa es que la gente venga a ver este género. Lo importante es que el país soporte esta clase de teatro. El público definirá a cuál se va cargando. Esto es muy caro".

?Tú estás dedicado a otro tipo de teatro...

?¡Ya me dijiste jodido! No, pero sí... teatralmente hay un axioma: sólo hay teatro bien y mal hecho, del género que sea.

Morris Gilbert se manifestó en contra de las modificaciones fiscales que afectan a los autores: "Me parece terrible. La cultura en nuestro país es tan endeble, está tan desprotegida y carece de apoyo, que debería ser todo lo contrario; gravarla es absurdo. Me sumo a las voces que solicitan que se reforme tal ley, totalmente. Hay que combatir la delincuencia, no a los creadores de cultura".