Directora General: Carmen Lira Saade

México D.F. Sábado 26 de enero de 2002

Sociedad y Justicia

Ť Explicarán las consecuencias por impacto de meteorito en esa zona de Yucatán

Continúan investigaciones en el cráter de Chicxulub

JOSE GALAN

Ya van tres meses de trabajos de la investigación en la zona Chicxulub, Yucatán, que permitirá determinar las condiciones de lo que es hoy la península de Yucatán hace 65 millones de años y establecer con precisión cuáles fueron las consecuencias del meteorito que creó un cráter superior a los 200 kilómetros de diámetro y provocó la extinción de los animales del cretácico terciario.

El director del Instituto de Geofísica de la UNAM, Jaime Urrutia Fucugauchi, señaló que el cráter, del que sólo hay otros dos similares en el mundo, es considerado un laboratorio natural que permitirá desarrollar campos de la ciencia y la tecnología en México.

En una reunión con investigadores y científicos del instituto, explicó que las indagaciones serán determinantes para avanzar en el conocimiento sobre la extinción de los dinosaurios, y dijo que con la extracción de muestras minerales y de los diferentes estratos geológicos contenidos se hace la identificación de las edades de las rocas en la cubierta, lo que permitirá determinar si lo que ahora es la península de Yucatán fue una pequeña cuenca cerrada por el resto del Golfo de México.

El funcionario universitario explicó a sus colegas que se seleccionó un área de perforación en un borde del cráter, debido a que hacia el centro tiene mucha más profundidad y se incrementarían considerablemente los costos de la investigación.

En el mundo existen sólo tres cráteres de la naturaleza del Chicxulub, uno de los mejor preservados. Es el más joven, con casi 65 millones de años de antigüedad. Los otros dos se hallan en Canadá y en Africa del Sur. En el Chicxulub hay condiciones naturales para la investigación, explicó, debido a que está cubierto por rocas carbonatadas que lo protegen de la erosión.

La diferencia con los otros cráteres es que tienen edades mayores a mil 500 millones de años de antigüedad. El funcionario y científico explicó que se remontan a la era del precámbrico y ambos están profundamente erosionados debido a que la tectónica los modificó y es muy difícil reconocer sus características.

En cambio, el Chicxulub está bien preservado y es posible observar en él la secuencia de rocas generadas por el impacto, lo que permite estudiar la dinámica de lo que ocurrió por el choque de tal magnitud.

Señaló que entre los objetivos del proyecto se encuentra establecer con precisión cuáles fueron las consecuencias del choque del meteorito que provocó la extinción de los animales de cretácico terciario.